23 noviembre 2024

La Huelga Feminista del 8 de marzo será la segunda legal en la historia que reclame la igualdad entre hombres y mujeres

El 8 de marzo de 2018 por primera vez en la historia se organizó una huelga legal para reclamar igualdad real de oportunidades y derechos entre hombres y mujeres. Aquella convocatoria venía fraguándose desde la primavera de 2017 y a raíz de la acogida que tuvieron en más de 170 países los paros de mujeres promovidos desde el movimiento argentino ‘Vivas nos queremos’ contra la violencia de género.

El 8 de marzo de 2018 por primera vez en la historia se organizó una huelga legal para reclamar igualdad real de oportunidades y derechos entre hombres y mujeres. Aquella convocatoria venía fraguándose desde la primavera de 2017 y a raíz de la acogida que tuvieron en más de 170 países los paros de mujeres promovidos desde el movimiento argentino ‘Vivas nos queremos’ contra la violencia de género.

La Comisión 8 de marzo de Madrid, convocante de la huelga feminista, vuelve a convocarla este año 2019 porque las vidas de las mujeres «siguen marcadas por las desigualdades, por las violencias machistas, por la precariedad y la no corresponsabilidad ni de los hombres ni del Estado en los trabajos de cuidados», entre otras «discriminaciones». Ésta será la primera huelga general que se realice con las Cortes Generales disueltas, en el marco de un proceso de elecciones generales.

¿Quién convoca la Huelga Feminista?

La convocatoria oficial parte de las cientos de organizaciones de mujeres estatales, autonómicas y locales que conforman el Movimiento Feminista en España. Se han articulado en torno a la Comisión 8 de Marzo, un espacio de coordinación creado en 1977 con el fin de acordar las acciones del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. Mediante asambleas mensuales se han ido puliendo aportaciones de esta pluralidad de entidades hasta construir un argumentario común para llamar a la movilización ese día.

La Comisión 8M ha ido creciendo en los últimos años: de las reuniones de 20 personas de hace 5 años, pasó a más de 40 de hace tres años, y de ahí a las más de 250 personas en la actualidad.

Es legal hacer huelga el 8 de marzo?

Sí. El sindicato UGT ya ha registrado una convocatoria de huelga general para ese viernes 8 de marzo. Hace un llamamiento a realizar paros de dos horas por turno «como mínimo» en los centros de trabajo, aunque dará cobertura legal a los trabajadores para secundar la huelga durante las 24 horas.

Por su parte, CCOO también convocará una huelga general laboral de dos horas por turno, si bien será ampliable a 24 horas en aquellos sectores en los que la fuerza sindical determine. Concretamente, la Federación de la Enseñanza de CCOO ha convocado este año una huelga general de 24 horas en el sector educativo, el primero en el que ha planteado un paro laboral todo el día.

CNT y CGT han registrado ya la huelga general de 24 horas para ese día; y USO ha convocado paros de dos horas por turno de trabajo y cada centro podrá elegir horarios. Además, va a organizar un acto reivindicativo frente a la Secretaría de Estado de Igualdad a las 12.00 horas del 8 de marzo.

¿Quién puede participar en la Huelga Feminista?

Están llamados todos los trabajadores, pues lo contrario sería ilegal. No obstante, las feministas instan en particular a las mujeres a participar porque se trata de evidenciar que sin el trabajo femenino, remunerado o no remunerado, nada funciona. Ese es el eje de la convocatoria: ‘Si nosotras paramos, se para el mundo’.

Se hace un llamamiento a los hombres para que faciliten a las mujeres la posibilidad de hacer huelga feminista. En este sentido, decenas de hombres de diversas zonas de Madrid ya han comenzado a organizarse para coordinar una red de «puntos de cuidados» en toda la ciudad como apoyo a la huelga feminista.

En cualquier caso, desde la Comisión 8M llaman a los hombres que son «aliados del feminismo» a participar en las manifestaciones que se convoquen ese día.

¿En qué consiste la Huelga Feminista?

La Comisión 8 de marzo plantea esta jornada de forma multidimensional y llaman a participar en una huelga feminista laboral, de cuidados, de consumo, estudiantil y asociativa.

La central es la de cuidados, que persigue que en la esfera doméstica los hombres asuman las tareas del hogar y de los cuidados para que se den cuenta de hasta qué punto la labor de las mujeres es vital para el sostenimiento del hogar y cuánta carga están asumiendo en solitario.

No llevar a los niños al colegio, no lavar, tender o planchar, son algunas de las ideas que da la Comisión 8M para ese día. «Paramos las mujeres, pero no paran los cuidados», sostienen, instando a secundar la huelga «para que los cuidados no recaigan solamente» en las mujeres y para que se conviertan en una «responsabilidad social, compartida y distribuida».

En cuanto a la huelga de consumo, se insta a las mujeres en particular a abstenerse de consumir lo que no sea imprescindible en esa jornada, reduciendo al mínimo el gasto en suministros pero también en bienes y servicios. Es una iniciativa de la corriente ecofeminista para reflexionar sobre el peso de las mujeres en el modo de consumir y la fuerza que tienen para implantar modelos más sostenibles.

La huelga laboral significa no realizar el trabajo asalariado en empresas, comercios, fábricas, servicios públicos de salud, educación cuidados, u otros. El objetivo es que ese día las mujeres «desaparezcan físicamente» todos esos espacios que ocupa y en los que está «invisibilizada».

Respecto a la huelga educativa, llaman a parar en colegios, institutos y universidades porque el sistema educativo es el principal espacio «en el que se reproduce el actual sistema capitalista y patriarcal».

¿Por qué una huelga?

El argumentario de la Comisión 8M es tan amplio como las diversas problemáticas que afrontan las mujeres por el hecho de serlo. El documento es un dossier de 30 páginas que contempla casi 200 motivos y objetivos por los que se debe convocar y secundar la huelga feminista. Se desarrollan en torno a cuatro ejes: violencias, cuerpos, fronteras y economía.

Las feministas del 8M denuncian las violencias machistas, en todas sus formas y exigen más presupuesto para combatirlas, pero también ponen en el foco la mayor precariedad de la mujer en el mercado de trabajo, la persistencia de barreras a su proyección profesional y su discriminación en materia de salarios.

En la misma línea, denuncian que la pobreza las afecta de forma preferente, los recortes presupuestarios que afectan a los cuidados, la falta de reconocimiento del trabajo doméstico que asumen las mujeres en mayor medida, haciendo especial hincapié en las migrantes, un colectivo más vulnerable.

¿Habrá movilizaciones?

Sí. Como cada 8 de marzo se celebrarán manifestaciones en prácticamente todas las capitales de provincias de España, si bien todavía no están todas convocadas. Un mes antes del 8M se han impulsado distintas acciones y campañas para que las mujeres lleguen movilizadas a la jornada de huelga.

Habrá una manifestación central en Madrid y desde la Comisión 8M esperan que sea un «éxito», tal y como sucedió en 2017 y 2018. Fuentes de la Comisión afirman que no están pensando en los números, pese a que reconocen que el contexto actual puede que anime a la participación de la gente.

En el argumentario del 8M se alude a «quienes hacen su política desde la mentira y el desprecio a las mujeres, el miedo, la victimización y el resentimiento». Asimismo, hace referencia a las «reacciones patriarcales» por el avance en los derechos de las mujeres, como la «derecha y extremaderecha» que sitúa a las mujeres y a las migrantes «como objetivo prioritario de su ofensiva ultraliberal y patriarcal». «Frente al ‘nosotros primero’, planteamos ‘nosotras juntas'», destaca el 8M.

En concreto, el colectivo de periodistas ya se está organizando para el 8M, al igual que hicieron el año pasado. De hecho, convocarán de nuevo una concentración en la Plaza de Callao de Madrid, bajo el título ‘Las Comunicadoras Paramos’.

¿Cómo se medirá el éxito de la movilización?

«Cada año somos más y estamos más movilizadas», sostienen desde la Comisión 8M, que apunta que la huelga es un medio para un fin, no un fin en sí mismo. Con este argumento llaman a secundarla y a movilizarse, teniendo en cuenta que el movimiento «ni empieza ni acaba el 8 de marzo».