22 noviembre 2024

Las estudiantes nos hablan de sus motivos para tomar las calles

El cambio ha sido evidente de un par de años a esta parte: el 8M no es solo cada vez más masivo, sino que sus protagonistas son cada vez más jóvenes. Las estudiantes (universitarias, de secundaria e incluso de primaria) se están convirtiendo en parte fundamental de la avanzadilla del movimiento. Las jóvenes tienen hoy más información sobre el tema y una conciencia de género mucho más temprana que en las generaciones anteriores. También están siendo más precoces a la hora de implicarse y salir a la calle a protestar.

María (15 años), Carlota (14) y Paula (13), que son amigas y han acudido juntas a la manifestación de Madrid, son un buen ejemplo. Las acompaña la madre de una de ellas. María estudia 4º de la ESO, rama de Ciencias, aunque hoy no ha ido a clase; en lugar de eso se ha reunido con sus compañeras para preparar consignas y carteles. Para Carlota, que está un curso por debajo, esta es su primera manifestación feminista. La más joven, Paula, estudiante de 1º de la ESO, ya estuvo en la del año pasado. Han participado también en las concentraciones estudiantiles de por la mañana, bien en su barrio, Moratalaz, bien en Sol, y ayer por la tarde estuvieron preparando la manifestación. Destacan la sensación de unión y hermandad que se respira, aunque como la mayoría de las jóvenes no son especialmente optimistas respecto a las posibilidades de que el cambio social sea rápido y ellas lleguen a experimentar una igualdad real. “Pero vamos a luchar hasta que lo consigamos”, advierte Paula.

Tampoco es la primera manifestación para María, de 19 años. En los últimos meses ha salido varias veces a la calle para protestar contra la sentencia de La Manada o para apoyar a las temporeras de la fresa en Huelva. Su hermana mayor, que forma parte de uno de esos Punto Violeta que ofrecen información y ayuda contra las agresiones sexuales en los distintos barrios de Madrid, fue quien la inició en el feminismo. Hoy ha venido con sus amigas Natalia (16) y Jacqueline (17). En el caso de Jaqueline ese papel de mentora  lo ha ejercido una prima mayor. Natalia empezó a interesarse en el feminismo a partir de unas clases de teatro del ciclo Ellas Crean en las que participó.

Itziar y Andrea son un poco más mayores. Comparten edad (24 años) y carrera: ambas estudian en la Madrid School of Marketing. La primera es, además, poeta y la segunda baila. Andrea sujeta un cartel que reza: “Si ser una puta es ser libre, nacimos con vocación”. El de Itziar, en euskera, dice: “No hay quien pueda juzgar nuestra palabra”. Explican que como tienen #1000motivos para salir a la calle, pero resumen el principal en un deseo: #NiunaMenos.  

Todas, casi sin excepción, hablan del problema de la violencia y de la inseguridad que muchas veces sienten. “Sola, borracha, quiero llegar a casa” es–como lo fue el año pasado, como lo fue también en las manifestaciones contra la sentencia de La Manada— una de las consignas más coreadas.  Elena (24 años) trabaja como administrativa y ha venido con amigas y también con amigos, aunque ellos marchan por detrás, en el bloque mixto. Elena pone el foco especialmente en el acoso y la concienciación de los hombres. “Somos mujeres y lo sufrimos todos los días”, asegura. Su introducción en el feminismo se ha producido, como en tantos casos, por fases. La primera es la toma de conciencia. “Después te enfadas, luego te informas”, explica. Por último, están pasando a la acción.

También Alicia (21 años), estudiante de Psicología, ha venido con un grupo de amigas. “Todas somos cosecha del 97”, bromea. Se conocieron haciendo el Bachillerato en su barrio, Vallecas. Alicia empezó a interesarse en el movimiento feminista hace un par de años, mientras hacía un ciclo formativo de grado superior que la llevó a moverse en un círculo en el que había más personas con estas inquietudes. Su amiga Lorena comenta que en su caso la televisión y los medios también han contribuido a que tomara conciencia. Ellas ya tienen derecho a voto y toda la intención de ejercerlo en las próximas elecciones. “Tenemos que votar. Hay gente que ha muerto para que tengamos ese derecho”, recuerda Andrea, estudiante de Nutrición.

Pilar tiene 21 años y se manifiesta con cinco compañeros de clase, todos chicos. Estudian Ingeniería Informática en la Politécnica. Algunos ya participaron en el anterior 8M, para otros es su primera toma de contacto con el activismo feminista. Ellos también votarán, pero tienen opiniones encontradas sobre el efecto que el 8M pueda tener sobre el resultado electoral. Pilar es más optimista, pero Mariano, por ejemplo, es de los que piensa que pese a la demostración de fuerza que ha supuesto el 8M, no resultará decisivo. “Creo que las posturas son cada vez más extremas y hay cada vez menos gente indecisa”, asegura. También es crítico con los piquetes de estudiantes que han intentado forzar la huelga en el campus de Somosaguas de la Complutense. “Va a tener un efecto negativo”, asegura.

Andrea (18), Larissa (17) y Nicole (17) estudian 1º de Bachillerato. Son repetidoras y hoy han ido a clase porque están preparando las recuperaciones y los exámenes para subir nota. Larissa cuenta que su hermana ha sido fundamental en su despertar feminista. “Me ha abierto los ojos”, reconoce. En el caso de Nicole, el proceso ha sido más doloroso. “Fue a raíz de una relación que mantuvo mi  madre después de su divorcio. Había maltrato psicológico, pero mi madre no se dio cuenta de lo tóxica que era la relación hasta que no le puso encima la mano encima. Acudí a mis amigos para encontrar apoyo y a través de esas conversaciones empecé a descubrir cosas”. Nicole cuenta que su madre finalmente dejó a ese hombre y ahora es feliz. Ella, sin embargo, no tiene intención de dejar de reivindicar los derechos de las mujeres.“Seguiremos luchando para honrar a las que pelearon antes que nosotras y para que el día de mañana nuestras hijas también se sientan orgullosas”.

Foto: Paloma Martínez
Foto: Paloma Martínez
Foto: Esther Valdivia
Foto: Esther Valdivia

SILVIA OCAÑA

http://www.mujeresaseguir.com/social/noticia/1121051048615/8m-mas-joven.1.html