25 noviembre 2024

El número de creyentes practicantes cae un 26% en España, según la Fundación Ferrer i Guàrdia

Los jóvenes «se mantienen como el grupo de edad menos religioso, en las personas de entre 18 y 24 años casi un 50 % se declara no creyente, superando el porcentaje de los que sí se consideran religiosos».

La Fundación Ferrer i Guàrdia ha pedido este martes al Gobierno la finalización del Concordato con la Santa Sede, durante la presentación de su informe anual, que constata un aumento progresivo de la secularización de la sociedad española.
El informe, presentado este martes en Barcelona, revela que ocho de cada diez matrimonios en España ya son civiles, que el número de creyentes practicantes ha caído al 26,6 % y que las personas que marcan únicamente la casilla de la Iglesia católica en la declaración de la renta ha bajado al 14,2 %.

Es la octava edición de este estudio que hace «una radiografía de la laicidad y la religiosidad en España», y la Fundación reclama el «fin del Concordato con la Santa Sede», ha sostenido el vicepresidente de la Fundación Ferrer i Guàrdia, Vicenç Molina.PUBLICIDAD

También va acompañado de un bloque de artículos dedicado a «alternativas para la emancipación desde el ámbito de la educación: cómo fomentar el pensamiento crítico, las pedagogías que fomentan el librepensamiento y cómo combatir las fake news«, ha descrito Molina.

«El informe muestra un cambio generacional, que va más allá de hechos puntuales, en la evolución de la laicidad en España», ha afirmado la directora de la Fundación Ferrer i Guàrdia, Sílvia Luque, «aunque la secularización de la sociedad no va acompañada de la revisión de los privilegios con los que cuenta la Iglesia», ha manifestado.

El año pasado, «se llegó al máximo histórico del Estado español con un 27 % de personas que se declaraban ateas, agnósticas o simplemente no creyentes», ha explicado el investigador de la Fundación Ferrer i Guàrdia y coautor de informe, Josep Mañé.

Los jóvenes «se mantienen como el grupo de edad menos religioso, en las personas de entre 18 y 24 años casi un 50 % se declara no creyente, superando el porcentaje de los que sí se consideran religiosos», ha desarrollado Mañé.
Respecto a los matrimonios, «destaca un aumento considerable de los matrimonios civiles, ya que cerca de un 80 % de los matrimonios celebrados en España no son religiosos, destacando los altos porcentajes de Catalunya (90,9%), País Vasco (87,4 %) y Baleares (86,8 %)».

Las comunidades donde más gente se casa siguiendo un rito religioso son Ceuta (47,5 %), Castilla-La Mancha (30,2 %) y Extremadura (31,5 %) y, comparando la evolución de la sociedad, el informe apunta que en 1992 el 79,4 % de los matrimonios eran religiosos.

«La otra tendencia que crece son los hijos nacido fuera del matrimonio», ha explicado Mañé, «según las últimas cifras de 2017, la cifra aumentaría hasta el 46,8 %, cuando en 1990 solo representaba el 9,6 %, porcentaje que demuestra la ruptura de los esquemas del modelo tradicional familiar».

En el ámbito educativo, durante el curso 2015-2016, «un 33 % del alumnado de primaria cursó actividades alternativas a la religión, porcentaje que aumenta hasta el 46 % en el caso de los estudiantes de ESO, lo que demuestra la tendencia en auge de que los estudiantes cada vez cursan menos la asignatura de religión en el colegio», ha concluido Mañé.

Sobre la financiación de la Iglesia Católica, se mantiene estable su asignación tributaria de 227 millones de euros, de acuerdo con las últimas cifras extraídas de la Administración Tributaria de la declaración de la renta del año 2015.
La «principal tendencia que se observa» es la «reducción progresiva del número de personas que marcan únicamente la casilla de la Iglesia Católica, en 2015 tan solo lo hicieron un 14,2 % de los declarantes»; sin embargo, «las personas que marcaron tanto la casilla de la iglesia como otras casillas aumentó hasta el 21%».

La Fundación Ferrer i Guàrdia también ha denunciado el Concordato, coincidiendo con el cuarenta aniversario de los acuerdos entre la Santa Sede y el Estado español, considerando que aún mantiene privilegios en el ámbito económico, educativo y jurídico.

«La laicidad en ningún caso es antirreligiosa, sino que es el respeto y la garantía por la igualdad entre todos los ciudadanos independientemente de la religión, pensamiento y opción de conciencia», ha expresado Luque.

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