El grado de acierto de las encuestas en las elecciones del 28 de abril

Comprobamos qué sondeos se han acercado más a los resultados finales que la jornada del domingo 28 ha dejado en el mapa político español.

Tras la celebración de las elecciones generales, en las que el PSOE ha ganado con un 28,7% de los votos emitidos y 123 escaños en el Parlamento, nos detenemos a analizar qué encuesta se ha acercado más a los resultados finales de los comicios.

Durante estos últimos cinco o seis años, las empresas de sondeos han sido duramente criticadas y su valor ha sido puesto en cuestión por los errores constantes en sus previsiones electorales. Pasó en 2014, cuando ninguna encuesta daba a Podemos más de uno o dos escaños en el Parlamento Europeo, volvió a pasar en las municipales de 2015 y en las andaluzas de 2018, cuando pocas encuestas pudieron prever la contundente aparición de Vox en la escena política nacional. ¿Se ha repetido esta situación en las elecciones del domingo?

Analizando las encuestas, tanto las llevadas a cabo por Simple Lógica, DYM e IMOP obtienen un grado de fiabilidad bastante alto. De hecho, la encuesta de Simple Lógica calca el resultado del PP (un 16,7% de los votos emitidos) y tan solo se desvía una décima del resultado de Unidas Podemos (14,4% en la encuesta frente al 14,3% de las urnas).

La previsión de votos que DYM auguraba para el PSOE se ha quedado muy cerca de acertar el resultado, pues si la encuesta vaticinaba un 29% para la formación socialista, esta tan solo se ha desviado positivamente un 0,3%. De igual manera, DYM se acerca bastante al resultado final de Ciudadanoss, que obtuvo un aumento en el porcentaje de votos hasta el 15,9%. La agencia pronosticaba un 15,5% para los de Rivera.

IMOP, por su parte, también supo calibrar correctamente a Vox, lo cual no era nada sencillo debido a la novedad que suponía este partido político a la hora de “cocinar” la encuesta. IMOP publicaba el 21 de abril que los de Abascal obtendrían un 10% de los votos. Finalmente, la cifra que la formación ultraderechista ha conseguido es del 10,3%.

La otra cara de la moneda, la de las encuestas que no se han acercado ni de lejos al resultado final, la representa la encuestadora Top Position, la cual fue, curiosamente, la agencia de sondeos que mejor supo calibrar a Vox para las elecciones andaluzas y la que más porcentaje de acierto tuvo el 2 de diciembre. Con una alta sobreestimación de PP y Vox (a los cuales la encuesta les daba un 22,3% y un 14,2%, respectivamente), el sondeo de esta agencia obtiene una desviación porcentual promedio del 3,06% debido, mayormente, a la infraestimación de Unidas Podemos (12,2% en la encuesta) y de Ciudadanos (2,8% de diferencia respecto al resultado final en la noche del 28A).

… ¿Y EL CIS?

El CIS ha sido objeto de duras críticas por parte de algunos medios de comunicación desde que Tezanos controla la agencia. La encuesta publicada por el CIS el 9 de abril también fue atacada por el alto porcentaje de voto que le daba al PSOE y por colocar a Unidas Podemos en tercera posición, por encima de Ciudadanos, con un 14,3%.

Sin embargo, y para sorpresa de muchos, lo cierto es que el sondeo del CIS ha estado bastante cerca de los resultados finales. De hecho, la encuesta yerra positivamente un 0,2% el dato obtenido por UP el 28A y un 0,5% el del PP. En esta ocasión, el sondeo del CIS sí se ha revelado como una encuesta fiable y se sitúa entre las cinco que menos índice de error han obtenido.

SIN VOTO OCULTO A VOX

Lo que muchos politólogos habían advertido durante estas últimas semanas, finalmente, no se ha cumplido. No existe un voto oculto a Vox, pues la mayoría de encuestas (excepto la mencionada de Top Position) han calibrado relativamente bien al partido de Santiago Abascal. Es más, en buena parte de los sondeos, incluidos los realizados a pie de urna, incluso ha habido una ligera sobreestimación.

El promedio de las encuestas realizadas en campaña electoral situaban a Vox en una horquilla de entre 32 y 38 diputados. Los 24 escaños obtenidos en la noche electoral, si bien no son malos desde el punto de vista de un partido que entra con una relativa fuerza en el Congreso, si pueden dejar con un sabor agridulce a sus votantes, que han visto cómo la apuesta por otro partido a la derecha del PP le ha otorgado a Sánchez la victoria debido a la división del voto de derechas en tres partidos diferentes en provincias donde el PSOE nunca ascendió de la segunda posición.

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