La rebaja fiscal del PP: un pobre se ahorrará 63 euros y un rico, 1.728
El exconsejero de Hacienda Ramírez de Arellano difunde un demoledor análisis del decreto de la Junta que evidencia quiénes serán sus principales beneficiarios
Veinticuatro horas después de que el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) publicara el decreto de rebajas fiscales aprobado por el Gobierno de Juanma Moreno, desde la oposición se atacan los flancos políticamente menos vistosos de la ofensiva gubernamental.
Los socialistas en concreto ya han empezado a echar cuentas y avanzado algunas conclusiones sobre quiénes notarán realmente en su bolsillo lo que el presidente denomina enfáticamente con las siglas BMI, por ‘Bajada Masiva de Impuestos’.
¿Dónde está Ciudadanos?
Mientras tanto y paradójicamente, es el PP quien está acaparando en solitario el rédito político de unas rebajas fiscales que siempre han sido una de las principales banderas ideológicas de Ciudadanos, hoy con cargos importantes en el Gobierno pero desaparecido en la propaganda oficial de ‘revolucion fical andaluza’.
Los naranjas que lidera el vicepresidente Juan Marín supieron obtener mucho mayor rendimiento electoral de los significativos recortes fiscales arrancados a sus aliados socialistas en el Parlamento que del que están logrando de los pactados con sus socios ya dentro del Gobierno.
Hombre rico, hombre pobre
A partir de datos públicos extraídos de la Agencia Tributaria y de la aplicación a los diferentes tramos de ingresos de la nueva tabla fiscal andaluza de 2019 a 2022, el exconsejero socialista de Hacienda Antonio Ramírez de Arellano hace unos cálculos que socavan seriamente el discurso gubernamental.
En IRPF, la bajada efectiva se concentra en las rentas elevadas ya que, en el año 2022, un contribuyente que gane 20.000 euros se ahorrará en su declaración 63 euros, mientras que alguien que gane 160.000 tendrá un ahorro de 1.728 euros.
En Andalucía, menos del 3 por ciento de las declaraciones son de una renta superior a 70.000 euros y menos del 0,3% de las de declaraciones son de una renta superior a los 160.000.
Para Arellano (en la imagen inferior), la bajada de ingresos públicos cercana a 250 millones de euros hasta 2022 “impulsa uno de los efectos más graves de la crisis, que es la desigualdad, dado que para más del 95% de los andaluces, que además no heredan millones, la bajada será de algunos céntimos al día hasta 2022”.
10.000 euros no son 2 millones
Sobre la drástica reducción del Impuesto de Sucesiones y Donaciones en hijos y cónyuges, las cifras que más podrían incomodar políticamente al Gobierno andaluz serían algunas como estas: quien recibía una herencia de dos millones de euros –hasta un millón estaba exento– pagaba 281.000 euros, que con la rebaja pasarán a ser 2.811.
Y lo mismo sucede con las donaciones, sobre las que el consejero Juan Bravo repetía esta semana el caso del padre que al donar 10.000 euros a su hijo pagará 7,82 euros frente a los 782 que pagaba anteriormente.
Arellano busca su propia casuística: una donación de 2 millones de euros pagaba antes al fisco 641.747 euros y desde ayer pagará únicamente 6.417.
Fortunas blindadas
En conversación con este periódico el exconsejero Arellano ponía el foco en que el Gobierno conservador está blindando fiscalmente a los más acomodados: “La bajada masiva es para los más pudientes, no para los pobres; como el impuesto de donaciones no se suprime, sino que se bonifica, sigue existiendo formalmente, de manera que una persona que, por ejemplo, vea incrementado su patrimonio en un millón de euros vía donación, no pagará IRPF por esa mejora patrimonial, ya que ha pagado impuestos en concepto de donación y la ley prohíbe la doble imposición”.
¿Y qué pasaría si un futuro Gobierno decide aumentar de nuevo el Impuesto de Sucesiones y Donaciones? “Pues que, mientras se tramita el cambio, un millonario podría donar a sus herederos con la regulación andaluza y evitar pagar cuando entrara en vigor la nueva normativa”.
Donar, ahorrar, ¿defraudar?
Arellano ve también un mayor riesgo de fraude fiscal con la nueva legislación autonómica: “Un rico puede empezar a hacer donaciones a sus hijos para evitar el pago de impuestos por patrimonio. O puedes tener a tu hijo en la empresa, pagarle un sueldo pequeño por el que tributaría muy poco a Hacienda, y periódicamente hacerle donaciones que apenas tributarían”.
La lectura política que hace el exconsejero y catedrático de la Universidad de Sevilla es que habrá “recortes en gasto público que limitarán la capacidad del mismo para corregir las desigualdades”. Además, “los titulares de las grandes fortunas suelen consumir bienes de lujo, que no se producen precisamente en Andalucía”.
Ramírez de Arellano recalca también que la reforma fiscal del PP y Ciudadanos es de aplicación hasta 2022 y, por tanto, no definitiva. ¿Por qué han hecho la modificación mediante una disposición transitoria y no cambiando la ley?, se pregunta el exconsejero.
Su respuesta: porque se producirá a medio y largo plazo una merma de ingresos fiscales que hará más difícil afrontar el pago de los intereses de la deuda pública.