«O evaluamos como exige la LOMCE o educamos a los niños»
En unos días, los padres recibirán en casa el boletín de notas de sus hijos de la segunda evaluación. Con la entrada en vigor de la LOMCE (este año en 1º, 3º y 5º de Primaria), esta es la última evaluación con las notas tradicionales. A partir de ahora se evaluará por «competencias» y según los «estándares de aprendizaje». Los profesores ya están preparando el nuevo sistema de evaluación y denuncian que es un “caos” y que es «irrealizable».
«Malestar, indignación e impotencia es lo que se respira en los colegios de Infantil y Primaria ante la implantación del currículum LOMCE y su evaluación. El currículum LOMCE es un auténtico despropósito. Plantea una enseñanza basada únicamente en la evaluación, con numerosos contenidos sin graduación y repetidos en varios cursos, y con unos criterios de evaluación y un gran número de estándares de aprendizaje nada claros», señala CGT en un informe.
Los estándares de aprendizaje son nuevos puntos que tienen que evaluar los profesores en cada alumno y en cada asignatura. Los profesores critican que un buen número de estos enunciados «no son concretos, medibles ni observables y, por tanto, imposibles de evaluar». Un ejemplo: «Hace un uso adecuado de las tecnologías de la información y la comunicación como recurso de ocio». Además critican que se trata de «un número desorbitado». Por ejemplo, un tutor de 5º que imparta Lengua, Matemáticas, Ciencias Naturales y Sociales, Educación Artística y Valores debe evaluar 556 estándares por cada alumno.
Los colegios llevan desde principio de curso intentando definir estos estándares y cómo aplicarlos. «Hay un descontrol total entre los profesores. Tenemos muchas dudas y mucha desinformación. El tema de este año es ‘¿cómo llevas los estándares?’. No hay instrucciones claras, no sabemos cómo aplicarlos. Y eso nos quita tiempo para actividades educativas. O evaluamos como exige la LOMCE o educamos a los niños«, afirma Daniel Gonzalo, profesor de Francés en 5º y 6º en el CRA Bajo Gállego. En su caso, a los alumnos de 5º, a los que da 1 hora de clase a la semana, tiene que evaluar 94 estándares por cada uno.
«¿Qué aporta toda esta maraña de contenidos, estándares, perfiles competenciales, criterios de evaluación a la mejora de la calidad educativa? Nada. Con tanta evaluación, ¿cuándo enseñamos, programamos, preparamos las clases y las actividades de apoyo y refuerzo, las adaptaciones curriculares para los alumnos con necesidades especiales, atendemos problemas individuales de aprendizaje… Enseñar y educar es mucho más que evaluar», critica Teresa Olalla, maestra de Primaria y autora del informe de CGT sobre la evaluación de la LOMCE.
La evaluación por estándares, para el próximo curso
CGT había pedido al Departamento de Educación que se aplazara la nueva evaluación por competencias y estándares al próximo curso, ya que hay tres cursos para la aplicación de la LOMCE. En una reunión celebrada este jueves, representantes de la Dirección de Inspección Educativa les han aclarado que la aplicación de los estándares no es obligatoria hasta el próximo curso y sí se mantiene para el tercer trimestre de éste la evaluación por competencias. Hay centros que ya habían comenzado a aplicar los estándares por decisión de sus equipos directivos o del inspector.
Aún falta definir cómo se evaluarán las competencias, que se obtendrán de una media de distintas asignaturas. Educación facilitará instrucciones a los centros. Las nuevas competencias son siete: Competencia lingüística, Competencia matemática y competencias básicas en ciencia y tecnología, Competencia digital, Aprender a aprender, Competencias sociales y cívicas, Sentido de iniciativa y espíritu emprendedor, y Conciencia y expresiones culturales.
Así, en la tercera evaluación, los padres de niños de 1º, 3º y 5º de Primaria recibirán dos informes de notas en la tercera evaluación: uno con las asignaturas y su nota (por ejemplo: Matemáticas, 8, Notable) y otro con las competencias (Aprender a aprender, 9, Sobresaliente). Los estándares de aprendizaje quedarán para el año que viene.