Comunicado de la Plataforma 25N y 8M de Granada en relación con el acuerdo presupuestario alcanzado en Andalucía

Expresamos NUESTRO ROTUNDO RECHAZO a unos presupuestos machistas, regresivos, que atentan contra los derechos humanos y la normativa vigente y que alimentan la insensibilidad y la deshumanización.

 . La medida número 2 propone sustituir el concepto de “Transversalidad de género” por el de “Principio de igualdad de trato y oportunidades entre mujeres y hombres”. Esta propuesta expresa una ignorancia alarmante en temas de Igualdad y supone un atentado a la normativa vigente. Ambos principios jurídicos son complementarios, no intercambiables, representando el primero un paso indispensable para el avance hacia el segundo. En efecto, la normativa internacional y la española exigen que, para alcanzar la igualdad efectiva, los poderes públicos incluyan la transversalidad de género “en la elaboración, ejecución y seguimiento de las disposiciones normativas, de las políticas en todos los ámbitos de actuación, considerando sistemáticamente las prioridades y necesidades propias de las mujeres y de los hombres, teniendo en cuenta su incidencia en la situación específica de unas y otros, al objeto de adaptarlas para eliminar los efectos discriminatorios y fomentar la igualdad de género” (art. 5 Ley de Igualdad andaluza). Por tanto, no proponen un mero cambio de nomenclatura. La medida pretende ser “un mecanismo integrador de las diferentes opiniones e ideologías en la materia”, pero el gobierno andaluz no puede hacer desaparecer la transversalidad de género porque ésta no es una ideología sino un principio y una norma de procedimiento vinculante en nuestro ordenamiento jurídico.

. La medida número 9 propone poner en marcha un teléfono de atención a la violencia intrafamiliar. Esta propuesta parece desconocer los recursos existentes. Recordemos que en Andalucía existen un Teléfono de Atención a las Personas Mayores y un Teléfono de Atención al Menor. Bienvenido el aumento de recursos públicos para combatir cualquier tipo de violencia. Ahora bien, tras las declaraciones hechas por el Sr. Abascal negando la existencia de la violencia de género e igualándola al resto de violencias en el entorno familiar, nos tememos que ello implica la desaparición del número de teléfono específico para la atención a las víctimas de violencia machista. Reiteramos nuestra condena hacia todas las formas de violencia intrafamiliar. Acabar con ellas requiere atender a las causas que las motivan. Difícilmente acabaremos con la violencia de género confundiéndola con otras, ya que sus causas, expresiones y dimensiones no son las mismas. Dar un trato igual a lo desigual solo conduce a una mayor desigualdad. La violencia de género tiene su origen en la discriminación histórica y estructural que sufrimos las mujeres; se alimenta de una relación de dominación en virtud de la idea de que los hombres, por el mero hecho de serlo, tienen derecho a someter a las mujeres a sus deseos y voluntad… aspectos que requieren de actuaciones específicas que tengan en cuenta esta realidad. 

La medida número 10, bajo el cándido epígrafe Atención a las mujeres embarazadas con dificultades, propone concertar con asociaciones la atención e información de alternativas disponibles a mujeres embarazadas que quieren abortar, afirmando “respetar su decisión final”. Cuando diferentes estudios revelan las crecientes dificultades de las mujeres para tener y cuidar de su descendencia, resulta indignante que propongan como solución “asesorar” a las mujeres que quieren abortar (que por cierto, ya reciben de forma obligatoria un sobre con información de todos los recursos disponibles de atención a la maternidad), como si fuésemos incapaces de decidir por nosotras mismas y necesitásemos que entidades privadas, sin ningún tipo de control público, pretendan “salvarnos” de nuestras propias decisiones. Tras esta iniciativa se esconde la puesta en marcha de asesoramientos privados ya existentes en otras Comunidades. Nada proponen para que familias de todo tipo cuenten con más apoyo económico en la crianza de su descendencia. Por otra parte, ¿sólo “ayudan” a las mujeres que deciden abortar? y ¿las que siguen adelante con su embarazo y no cuentan con medios o las que no se quedan embarazadas por falta de recursos?.

Por último, anunciamos nuestra intención de entrevistarnos con la Asesora de Programas del IAM y de movilizarnos contra tanto despropósito.  

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