El  28 de junio de 2018 se conmemoraron los 40 años de la primera manifestación en Madrid y es de justicia que rindieran homenaje a las valientes y los valientes que en 1978 tuvieron el coraje y la responsabilidad de luchar por sus derechos, por nuestros derechos.

El espíritu del World Pride seguirá vivo durante mucho tiempo, quizás para siempre, pero lo que está claro es que en 2018 tenemos la obligación moral y social de dar continuidad y acrecentar ese legado con responsabilidad e ilusión y con la mirada puesta en el mundo, sobre todo en ese mundo donde todavía ser gay, lesbiana o transexual es un delito, en ese mundo donde las personas no pueden amar libremente, el corazón de Madrid y de los madrileños latirá fuerte y contento por poder celebrar esas cuatro décadas de lucha y de victorias, estos cuarenta años de orgullo, de orgullo LGTBI, de orgullo de barrio, de orgullo de ciudad, de orgullo mundial.

El 25 de junio de 1978 unas 7.000 personas participaron en la que sería la primera manifestación del Orgullo que se celebró en Madrid.

Convocada por el Frente de Liberación Homosexual de Castilla (Flhoc) -Madrid no era aún Comunidad Autónoma-, tuvo un carácter eminentemente reivindicativo, por un cambio legal que dejara de considerar delito determinadas opciones sexuales.

Podemos hablar de una gran legado económico, materializado en las cientos de millones de euros que los turistas y visitantes se han dejado La fecha elegida no fue al azar: seguía la estela de lo que venía produciéndose en otras ciudades de todo el mundo desde que, el 28 de junio de 1969, se produjeran los incidentes del pub neoyorquino de Stonewall Inn: un local frecuentado por homosexuales que sufría habituales redadas policiales. Pero en esa ocasión los transexuales, lesbianas y gays gritaron “No nos vamos” y protagonizaron sin saberlo, la primera protesta en contra de la opresión contra el colectivo LGTB, algo que culminó con importantes manifestaciones de rechazo en las calles de Nueva York.

40 AÑOS DE ORGULLO EN MADRID

Tras el éxito indiscutible del WorldPride, y con todas las miradas puestas en Madrid, que se consolida como en el mejor destino LGTBIQ+ del mundo, la ciudad celebró un hito histórico en 2018.

El inicio de MADO’18 conmemoró que se cumplieran cuatro décadas de aquella primera manifestación de 1978, 40 años de Orgullo en Madrid. Del 28 de junio al 8 de julio de 2018 Madrid se volvió a llenar de diversidad para seguir con el testigo de aquellas 7000 personas, que hace cuarenta años, abrieron el camino de la lucha por los derechos civiles del colectivo LGTB.


Historia de Madrid Orgullo

Durante los años 80, la comunidad LGBT se fue instalando en el barrio de Chueca, situado en pleno centro de la ciudad. Gays, Lesbianas, Bisexuales y Transexuales durante todos estos años, hicieron de este barrio, una de las zonas más deprimidas de la ciudad, no sólo su lugar de ocio y trabajo sino su hogar, en plena convivencia con el resto de los vecinos y visitantes . Todos juntos transformaron a Chueca en uno de los espacios de mayor libertad, tolerancia y diversidad de Madrid y espejo en el que se miran muchas otras ciudades del mundo.

Es en este barrio de Chueca y paralelamente a la celebración de las primeras manifestaciones por los derechos LGBT donde nacen las celebraciones del Orgullo de Madrid a mediados de la década de los 80. La calle Pelayo, el pregón de inicio de fiestas en la plaza de Chueca, los primeros escenarios van estableciéndose y tomando cada vez más importancia hasta llegar a ser una de las fiestas más emblemáticas de la capital.

En 1997, unas pocas carrozas participan, por primera vez, en la Manifestación. Esto supone un hito muy importante. A la Manifestación Política y reivindicativa se le suma el componente lúdico, social y festivo gracias a la participación de multitud de personas, colectivos, asociaciones y empresarios. Esta estructura reivindicativa y lúdica es la clave y seña de identidad de la Manifestación LGBT de Madrid.

Desde entonces, el Orgullo de Madrid, entendido como Manifestación + celebraciones en el barrio de Chueca, no ha dejado de crecer y es un elemento imprescindible para la transformación de la realidad española que pasa de acoger una sociedad conservadora donde la comunidad LGBT era discriminada a ser profundamente diversa y tolerante.

2005 fue el año de la igualdad para gays y lesbianas. España fue el tercer país del mundo en reconocer el derecho de las parejas homosexuales a contraer matrimonio y el primero en poner los derechos matrimoniales para las personas del mismo sexo en pie de igualdad con los de distinto sexo.

En 2007, la celebración del Europride es otro de los momentos culminantes de nuestra historia ya que supone el posicionamiento internacional definitivo del Orgullo de Madrid, siendo reconocido como el “Mejor evento gay del mundo” (Tripout Gay Travel Awards) en 2009 y 2010.

Una de las legislaciones más avanzadas del Mundo

El contexto en el que se desarrolló el WorldPride Madrid 2017 fué hacer hincapié en que España tiene una de las legislaciones más avanzadas del mundo referente a la igualdad de derechos para la comunidad LGTB.

Los avances obtenidos por la comunidad LGBT en España son fruto de un largo camino en el que se ha ido involucrando a toda la ciudadanía y no se entenderían sin la celebración del Orgullo. Siempre hemos creído y así se ha demostrado que el Orgullo es mucho más que una celebración o una reivindicación. Es un elemento transformador de la sociedad.

La mezcla perfecta de reivindicación y celebración, la inclusión de toda la ciudadanía y la realización del Orgullo en el centro de la ciudad donde vive la comunidad LGBT demuestran ser garantía de éxito.

Como miembro de Interpride, asociación internacional de organizadores de orgullo, AEGAL tiene como uno de sus principales objetivos la organización del Orgullo de Madrid que ha demostrado ser pieza clave en la transformación de la sociedad. Por ello, a través del WorldPride Madrid 2017 quisimos hacer partícipe a toda la comunidad LGBT internacional de esta experiencia e invitamos a los Orgullos de todo el mundo a reivindicar, celebrar y compartir nuestra experiencia de transformación y aportar nuestro granito de arena para que todos juntos en 2019, cuando se cumplan 50 años del inicio del movimiento LGBT, demostremos que otro mundo es posible.

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