Las comisiones en los cajeros a examen

La noticia de que tres de los más importantes bancos de nuestro país habían decidido cobrar comisiones por el uso de sus cajeros automáticos a todas las personas que no sean clientes suyos, ha caído como una bomba entre la ciudadanía.Los grandes bancos españoles están envueltos en una disputa por sus tarjetas y sus cajeros, que pueden acabar pagando los usuarios. Caixabank abrió la veda el pasado mes de marzo al cobrar dos euros a todo cliente de otro banco que utilice alguno de sus cerca de 10.000 cajeros para sacar dinero. Una medida que los dos bancos más poderosos del país: Santander y BBVA, ya han anunciado que también llevarán a cabo a partir de este mismo otoño. De no haber una marcha atrás, a partir de octubre, 20.632 cajeros españoles, el 44% del total cobrarán dos euros extra a los usuarios que no sean clientes de las entidades titulares de los mismos.
Diversas asociaciones de usuarios, como Facua-Consumidores en Acción o la OCU, han pedido que el Banco de España ponga fin a estas comisiones, conminándole a ejercer su labor de regulador y sancionador del mercado bancario, para garantizar que los usuarios no paguen dos comisiones por el mismo servicio. A día de hoy, la mayoría de los bancos cobran a los clientes con tarjeta comisiones de entre 0,65 y 1,50 euros cada vez que sacan dinero en cajeros automáticos de otras entidades. De esa cantidad, una parte va a la entidad propietaria del cajero en el que se efectúa la operación. Si además, ahora se añade un recargo extra de dos euros por parte del propietario del cajero, los usuarios estarían pagando dos comisiones cuando saquen dinero en cajeros que no sean de su banco.
El Banco de España, ante la magnitud de la polémica, se ha pronunciado en contra de esta práctica al considerar que la retirada de efectivo en un cajero automático constituye un único servicio de pago, con independencia de que se realice en un cajero propiedad de la entidad emisora de la tarjeta bancaria o de otra entidad y, por lo tanto, solo podría originar el cobro de una comisión, ya sea por la entidad emisora de la tarjeta o por la entidad propietaria del cajero. En todo caso, esta advertencia, sin ningún tipo de sanción aparejada, no parece haber cambiado las intenciones de los grandes bancos.
Por este motivo, hemos preguntado a 1.000 ciudadanos españoles, miembros del Club Opinamos por la posibilidad de que les cobren una comisión en los cajeros que no sean de su entidad bancaria.
Tan sólo un exiguo 4’9 % de los españoles entiende y comparte las razones de los bancos involucrados en este proyecto. Para un considerable 18’7 % de los entrevistados, una comisión es algo razonable, pero sumar dos en una misma operación es demasiado.La inmensísima mayoría, estamos hablando de un sobresaliente 76’4 % de los encuestados, no sólo está en contra de la medida, sino que aprecia en la misma una clara ilegalidad, que debería ser cortada de raíz por el Gobierno y, si no, por los jueces.

La contundencia del posicionamiento de los ciudadanos sobre esta polémica en torno al cobro de comisiones en los cajeros, nos deja poco margen para la sorpresa cuando tratamos de segmentar los resultados. Quizás al dividir los mismos por franjas de edad, sí que se observa que este es un tema que preocupa a los jóvenes, pero mucho más a los mayores. Sí, porque entre aquellos ciudadanos que han cumplido sesenta años o más, la alternativa que califica estos hechos como una ilegalidad perseguible por la justicia, alcanza un respaldo del 87’8 % de los votos, nada menos.