El riesgo de infarto disminuye con un buen desayuno
Según un estudio realizado en dos hospitales españoles, el 42% de los pacientes ingresados por síndrome coronario agudo lleva un patrón dietético incorrecto asociado a otros hábitos pocos saludables
Casi la mitad de los pacientes que ingresa por infarto o angina inestable desayuna incorrectamente, según una investigación publicada en el último número de Revista Española de Cardiología (REC). «Hasta el momento se habían llevado a cabo estudios que evidencian malos hábitos alimentarios en la población española», afirma el doctor Alberto Cordero, miembro de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y cardiólogo de la Unidad de Hemodinámica del Hospital de San Juan (Alicante). «A través de estudios poblacionales se sabe que entre un 10% y un 18% de la población no desayuna».
¿Cómo debe ser la primera comida del día?
¿Y qué es un buen desayuno? La primera comida del día debe proporcionar alimentos sólidos con los aportes nutricionales necesarios para el organismo, como:
-Proteínas e hidratos de carbono de absorción rápida, que están en el pan, los cereales o las galletas integrales
-Lácteos, en la leche, el café con leche o el yogur. En caso de alergias, se pueden sustituir por té.
-Vitaminas, que están en frutos secos y frutas, ya sea en forma de zumo o fruta fresca.
-Fibra, que se encuentra en el pan integral, los cereales y la fruta.
Una de las conclusiones del estudio, realizado entre el Hospital de San Juan y el Hospital General de Valencia, es que un desayuno cardiosaludable no debe consistir solo en beber una taza de café. «Esta investigación ha acotado la muestra de análisis y ha estudiado cómo es el desayuno de los pacientes que ingresan por infarto en los hospitales y la incidencia directa que el desayuno tiene en el sistema cardiovascular», dice el doctor Cordero, que participó en el análisis de los hábitos alimentarios en el desayuno de 181 pacientes con síndrome coronario agudo (SCA), mediante diez preguntas, referidas a la dieta mediterránea, el estilo de vida y la alimentación saludable.
Los resultados permitieron observar que 42% de los pacientes presentó un patrón dietético incorrecto y que esto se asoció a más sedentarismo, mayor prevalencia de tabaquismo y más frecuentemente síndrome coronario agudo. «El estudio ha permitido conocer que la omisión del desayuno en los pacientes ingresados por infarto o angina es mucho más amplia que en el caso de la población general», advierte el doctor Cordero. «Se ha evidenciado que los pacientes que no desayunan o que desayunan incorrectamente son más fumadores, tienen peores hábitos de vida y presentan un patrón alimentario más alejado de la dieta mediterránea porque pican más entre horas, consumen más grasas y menos pescado».
La omisión del desayuno provoca que el cuerpo recurra a otras reservas de energía no adecuadas, liberando ácidos grasos depositados en el hígado y en los músculos. «El hecho de no desayunar hace que el cuerpo no segregue suficiente insulina –la hormona responsable de reducir los niveles de azúcar en sangre-», concluye el doctor Cordero. «Además, los ácidos grasos circulan libremente por la sangre y, aunque suplen de manera temporal la falta de energía proporcionada por la ingesta de nutrientes, son altamente tóxicos para la pared vascular y están relacionados con la aparición de diabetes, cuyo riesgo se puede llegar a triplicar si no se desayuna».
PUBLICADO EN : http://www.ideal.es/sociedad/salud/investigacion/201509/15/riesgo-infarto-disminuye-buen-20150915140600-rc.html