La docencia virtual saca a la luz la brecha digital en España

No todos los alumnos y familias tienen acceso a los mismos recursos para poder seguir las clases de manera virtual. Para tratar de paliar los efectos de esta brecha digital, el Gobierno, por ejemplo, ha puesto en marcha las clases en la televisión pública para todos los niveles de la educación obligatoria.

Son muchos los sectores que se están viendo afectados, pero el de la educación, con millones de niños confinados en casa desde hace más de diez días, no solo puede provocar el retraso a nivel escolar, sino que la brecha digital y la desigualdad entre familias se puede hacer más grande aún.

Para Saturnino Martínez, profesor de Sociología en la Universidad de La Laguna y especialista en educación y desigualdad, hay factores materiales, como la disponibilidad, por ejemplo, de acceso a la tecnología, y factores inmateriales como el conocimiento para el uso que las familias tienen de esas tecnologías, que hay que tener en cuenta.

«En la educación obligatoria no se puede dar por supuesto la facilidad de las familias para entrar en internet», explica Saturnino, quien incide en que descargar toda la responsabilidad sobre el profesorado «no parece lo más justo»

Una de las soluciones que se ha ofrecido desde el Gobierno para paliar esta brecha digital ha sido la implantación de clases para los estudiantes de la educación obligatoria en los canales de la televisión pública: hasta las 12, en Clan TV; a partir de las 12, en La 2.

Federico Buyolo, quien ha participado en la creación de la idea de que en la Tv pública se den clases a los más pequeños, explica en ‘Hoy por Hoy’ que «esta brecha digital no puede afectar a los estudiantes». «La televisión nos planteaba la oportunidad de llegar al mayor número de personas que no tienen ordenador o acceso a internet», añadía Buyolo.

Saturnino, por ejemplo, indica que hace breves podcast para corregir las prácticas con sus alumnos y, espera que esta situación dé un empujón a la docencia virutal.

Una docencia virtual que no está siendo sencilla para Mar Alameda, profesora de niños de cinco años en Madrid. Sus alumnos en su mayoría no disponen de materiales suficientes para seguir este tipo de educación. «De 25 alumnos que tengo, he conseguido 23 emails, 14 han aceptado la solicitud para la plataforma del colegio y sólo mandan respuesta 6 alumnos. Hay muchos casos de familias que no tienen acceso a internet ni medios digitales», explica.

Mar señalaba que hay padres y madres de sus alumnos que viven situaciones difíciles, y que, por ejemplo, en algunos casos no controlan el idioma.

No obstante, a pesar de la situación, ella es positiva y cree que no merece la pena preocuparse en estos momentos de si todos los alumnos alcanzan el mismo punto: «Nos pondremos a remar todos juntos cuando volvamos al colegio», afirma Mar.

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