Sociología de la confianza de los españoles

Las medidas de confinamiento tan restrictivas adoptadas en España durante la crisis del coronavirus han abierto el debate sobre la necesidad que tenemos los ciudadanos de contar con un reglamento estricto que regule nuestro comportamiento para actuar de manera responsable. A propósito de esto, escribía el sociólogo Ignacio Sánchez Cuenca que “la severidad del confinamiento en España no es sino una nueva manifestación de la secular desconfianza que reina en nuestra sociedad”.

En España, una encuesta de la empresa 40db publicada en marzo aseguraba que el 70% de los españoles decía cumplir las reglas del confinamiento por completo. Pero al ser preguntados por si los demás cumplen las normas a rajatabla, el porcentaje bajaba por debajo del 20%. Es decir, a nosotros mismos nos ponemos un sobresaliente (9,4) en el cumplimiento, pero a los demás los dejamos por debajo del notable de media (7).

Pero, ¿hasta qué punto los españoles contamos con un nivel de confianza más bajo entre nosotros, y con respecto a nuestras instituciones, en comparación con el resto de países de nuestro entorno? Se lo consultamos a Marta Fraile, doctora en Ciencias Sociales e investigadora del Instituto de Políticas y Bienes Públicos del CSIC.

En la octava oleada de la Encuesta Social Europea (2016) se refleja, por ejemplo, que aquellos países que cuentan con un mayor tejido asociativo y donde las relaciones sociales a nivel horizontal son más sólidas, la confianza entre los ciudadanos es mayor. Al igual que la confianza que deposita la ciudadanía sobre sus instituciones. En este grupo de países se encuentran, fundamentalmente, los estados del norte de Europa.

En nuestro país, según el último barómetro del CIS, Pedro Sánchez le inspira poca o ninguna confianza al 60% de los españoles. La desconfianza es aún mayor en Pablo Casado, líder del segundo partido en votos, con u 77%. Por otro lado, la gestión del Gobierno de la crisis del coronavirus le merece poca o ninguna confianza al 47,8% de los entrevistados, frente al 46,5% que se muestra satisfecho.

Según la Encuesta de Social Europea, los países que presentan menores niveles de confianza son, entre otros, Italia, Hungría, España, Francia, Polonia y Portugal. Estos valores, explica la Fraile, “no se pueden explicar exclusivamente en función de cómo se comporta la gente en un momento determinado. Están ligados a la cultura política que hay en cada país, en cómo funcionan las instituciones y en qué esperan los ciudadanos de ellas”.