“Por las víctimas de la violencia machista no se guarda silencio, pero sí por Maradona”
“Espero que mi gesto sirva de ejemplo”, dice la pontevedresa que no homenajeó al astro
Paula Dapena tiene 24 años y se define como feminista radical. Su compromiso con la igualdad llevó a esta pontevedresa, jugadora del Viajes InterRías FF, a dar la espalda a Maradona en el campo de fútbol mientras la comunidad deportiva lloraba su muerte. En lugar de guardar un minuto de silencio antes de medirse contra el Deportivo en Abegondo, Dapena sentarse de espaldas, en señal de apoyo a las víctimas de la violencia machista.
–Su imagen rompiendo el minuto de silencio sorprendió a toda la sociedad, ¿también a su equipo?
–Desde que se conoció la noticia de Maradona el pasado miércoles yo me posicioné. Dije que su muerte había sido justicia poética porque cuadró con un 25N. Mi equipo era consciente de lo que pienso sobre él pero, aunque sabían que yo no quería participar en el homenaje, no se lo esperaban. Pensaban que me echaría atrás a la hora de hacerlo.
–¿Cuándo decidió que se plantaba?
–Me enteré tres horas antes del partido de que la Federación Española había sacado un comunicado diciendo que había que guardar un minuto de silencio por Maradona y me dije “yo no lo hago”. En el momento de saltar al campo, las compañeras y el cuerpo técnico estaban comentándolo y les dije que yo no lo iba a guardar, como si me tenía que dar la vuelta y sentar en el suelo. Y así fue.
–¿Por qué era importante para usted darle la espalda a Maradona en el campo?
–Hace unos días fue 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia de Género, y él se muere. Por las víctimas no se guarda un minuto de silencio, pero sí por Maradona, alguien que es reconocido tanto por lo que hizo dentro como fuera del campo y que, precisamente, no es para estar orgulloso. Por eso no le rendí homenaje.
–La opinión pública nacional e internacional se hizo eco de su gesto, ¿se esperaba esta reacción?
–Para nada. Pensé que se iba a quedar entre mis seguidores de redes sociales y que de ahí no iba a salir, como mucho que lo conocerían en Pontevedra. Pero la noticia dio la vuelta al mundo y flipé bastante.
–¿Volvería a hacerlo?
–Sí, sobre todo por la cantidad de gente ofendida que hay. Que haya tanta gente ofendida significa que se está haciendo bien. Y también por todos los mensajes de apoyo y respaldo que tengo de las compañeras, luchando y contestando las amenazas e insultos en las redes sociales.
–El gesto ha sido muy criticado en redes sociales, llegando a levantar odio en plataformas como Twitter.
–Sí, la verdad es que a mí no me pareció una falta de respeto. Podría haber cortado el minuto de silencio gritando, pero solo me giré y me senté para que se viera que no estoy de acuerdo, pero permití que se le rindiera homenaje. Que se me critique a mí por no estar de acuerdo con el gesto vale, pero no que lo hagan a compañeras por darme apoyo en redes. Han recibido amenazas de muerte, no es una tontería.
–Se define como feminista radical pero como jugadora, ¿cree que le queda mucho por andar al fútbol en materia de igualdad?
–Obviamente se han dado pasos y cada vez se reconoce más el fútbol femenino, pero queda mucho por conseguir. Se ha visto que se defiende a una persona como Maradona solo por ser un buen futbolista y es algo que no se puede permitir. Espero que mi gesto sirva de ejemplo para otras personas.
Cuando Paula Dapena decidió darse la vuelta, sentarse y romper la alineación para no guardar un minuto de silencio por la muerte de Maradona no pensó que su gesto fuese a tener tanta repercusión. Su espontánea sentada, que perseguía concienciar del pasado oscuro en materia de violencia de género del reconocido futbolista, consiguió su propósito: abrir debate. Desde que la imagen se hizo viral, las entrevistas en medios de comunicación nacionales e internacionales no le han dejado ni un respiro pero aunque el apoyo, según reconoce, ha sido inmenso, también lo han sido las críticas. Burlas, insultos e incluso amenazas de muerte han llenado sus perfiles en redes sociales como Instagram o Twitter, por lo que la jugadora se ha visto obligada a cerrar sus cuentas al público.