22 noviembre 2024

“Utilizo métodos computacionales para analizar genomas de poblaciones”

Rocío Caro, formada en Ingeniería Biomédica, es ahora estudiante de un doctorado en Genética de poblaciones en el Instituto de Biología Evolutiva (UPF-CSIC). En esta entrevista repasa su trayectoria académica y profesional.

Rocío Caro, ingeniera biomédica, cursó un máster en Bioinformática en el Imperial College London. Actualmente es estudiante de doctorado en el laboratorio de Genética Evolutiva de Poblaciones del Instituto de Biología Evolutiva (UPF-CSIC). En esta entrevista repasa su trayectoria académica y su experiencia personal como investigadora.

Cuéntanos qué estudiaste y por qué lo escogiste.

Como muchas personas, cuando terminaba Bachillerato y tocaba escoger qué quería estudiar después, tuve muchas dudas. Me interesaban las carreras relacionadas con la salud, pero también tenía interés por las Matemáticas, la Estadística, la Programación, etc. En aquel momento, la Ingeniería Biomédica no era muy conocida, ya que se había implementado como grado hacía muy poco, pero descubrirla me permitió indagar un poco en todo lo que por entonces me interesaba. Después, haciendo el máster también en Ingeniería Biomédica, tuvimos un par de asignaturas relacionadas con la ciencia de datos y la Bioinformática. Ahí tuve claro que de las muchas salidas de la Ingeniería Biomédica yo quería tirar por ahí, así que busqué cómo seguir formándome y me fui al Imperial College London a hacer un máster específico en Bioinformática.

¿Pensabas dedicarte a la investigación cuando terminaste el grado? ¿Qué te motivó a dedicarte a investigar?

La investigación es algo que siempre me había llamado la atención. Para mí es muy gratificante poder resolver preguntas que no tienen respuesta usando las herramientas adecuadas. Además, si esas respuestas nos ayudan a entender cómo funciona el cuerpo humano o si tienen aplicación en la salud, mejor que mejor.

En mi caso, soy una persona con muchas aspiraciones, y el doctorado fue el camino lógico a seguir en el momento que terminé el máster en Londres. Volví un poco a ciegas, porque la situación aquí estaba (y está) mucho peor que allí, y no tenía ni idea de si encontraría un tema que me gustara o si habría financiación para mí.

¿Qué líneas de investigación sigue tu laboratorio? ¿Nos podrías explicar en qué consiste tu investigación?

Mi laboratorio es el de “Genética Evolutiva de Poblaciones” en el Instituto de Biología Evolutiva (UPF-CSIC). El objetivo principal del grupo es estudiar las adaptaciones en el genoma humano que incrementan la probabilidad de supervivencia (fitness) de poblaciones específicas sometidas a diferentes presiones selectivas (condiciones ambientales adversas, presencia de patógenos, dieta, etc.). Las componentes del grupo estudiamos lo mismo en diferentes estadios. Yo, por ejemplo, tengo un perfil 100% computacional, es decir, que mediante medios informáticos identifico regiones candidatas a haberse adaptado en el genoma de ciertas poblaciones. Luego esto hay que validarlo funcionalmente en el laboratorio y ver si realmente las variantes que yo he encontrado producen el efecto que creemos.

En concreto, en el último proyecto en que he estado trabajando, analicé los genotipos de personas nativo americanas de regiones con diferentes condiciones ambientales en Perú, para identificar si estas se han adaptado de manera diferencial. Por ejemplo, una de las regiones son los Andes peruanos, que tienen zonas pobladas por encima de los 2500m sobre el nivel del mar. A esa altura, los niveles de oxígeno disponibles son menores por la menor presión atmosférica, por eso cuando una persona no nativa de la región asciende, tiene que estar muy pendiente porque es fácil desarrollar mal de altura. ¿Qué tienen las personas nativas que les permite hacer vida en esas condiciones? Parte de la respuesta está en su genoma.

¿Qué tienes pensado hacer cuando acabes el doctorado?

Ahora mismo estoy en tercero o sea que acabar el doctorado es algo que veo aún lejos, pero va asomando las orejas. Por desgracia, las condiciones para seguir trabajando como investigadora en el sector público no se alinean con lo que yo quiero para mí. Es muy sacrificado porque la mayoría de las veces implica encadenar contratos temporales posdoctorales en países diferentes cada vez y aún así no tienes nada garantizado. Yo prefiero una vida más estable donde no tenga que moverme tanto de Barcelona.

La investigación es algo que me apasiona, así que si encontrase algo en el sector privado sería genial. Si no, hay muchas otras cosas que me gustan, como la ciencia de datos y la bioinformática centrada en aplicaciones concretas, la divulgación y la transferencia de conocimiento, etc. No es algo que me obsesione porque siento que siempre estoy a tiempo de experimentar dónde me siento más cómoda.

¿Con qué actividades complementas tu vida profesional?

Como el doctorado es una etapa muy absorbente, he aprendido por las malas que, si no cuido mi salud física y mental, no hay ni doctorado ni nada. Tuve una época que pasaba en la oficina muchísimas horas y al final no eres productiva todas esas horas porque el cerebro acaba frito. Por eso, centro mucho mi actividad no profesional en cuidarme y, a parte de pasar tiempo de calidad con mi gente, leer, conectar con la naturaleza, etc., algo que para mí ha marcado una diferencia es el yoga. Su práctica me ayuda mucho a conectar con el presente y relajar mi mente a la vez que estiro y ejercito mi cuerpo. Además, hace muy poco he creado una cuenta de Instagram para la divulgación científica y de reflexiones y técnicas para el autocuidado, que son las cosas que más me mueven. Como digo es muy reciente, pero si le queréis echar un ojo, la cuenta es @concienciayciencia.

¿Qué le dirías a alguien que esté terminando el grado de Bioinformática?

Le diría que, si no tiene claro lo que quiere hacer después, no pasa nada. Eso también está bien y seguramente no hay una única respuesta correcta. Que haga un ejercicio de autoconocimiento para ver de todas las posibles salidas cuáles son las que le apetece más explorar, pero que, si empieza un nuevo trabajo, proyecto o lo que sea y no le gusta, no pasa nada. Que identifique qué es lo que no le gusta de ese camino, busque una alternativa y se permita explorar con calma.

ARTICULO PUBLICADO EN: https://www.esciupfnews.com/es/2020/11/25/genoma-de-poblaciones-rocio-caro/

FOTO: Rocío Caro, a la izquierda de la imagen, con dos compañeras, Carla García-Fernández y Neus Font, investigadoras en el IBE. / Foto: Rocío Caro

 


Alexis Molina, alumni del BDBI
Laura Serra, estudiante del BDBI