Atarfe y Santa Fe han sufrido cerca de 300 terremotos en menos de dos meses
Un informe del Instituto Geográfico Nacional indica que ya son 172 las réplicas registradas tras el terremoto del pasado sábado; las mayores de ellas han sido tres terremotos de magnitud 3,3
Y es que según señala el organismo, desde finales del pasado año se están registrando una serie de terremotos superficiales al noroeste de la ciudad de Granada, principalmente en el entorno de las localidades de Atarfe, Pinos Puente y Santa Fe. Desde el día 1 de diciembre de 2020 hasta este 26 de enero a las 12:00 horas se han calculado un total de 281 terremotos en la zona, de los cuales 8 son de magnitud mayor o igual que 3,0 y 41 han sido sentidos por la población.
«Se trata de terremotos superficiales, con una profundidad menor de 10 km, de magnitudes mayoritariamente menores de 2,5. El día 2 de diciembre la Red Sísmica Nacional registró un terremoto de magnitud 3,6 e intensidad máxima de IV-V en Atarfe y Santa Fe, que fue ampliamente sentido en numerosas localidades cercanas al epicentro pero sin causar ningún daño. La serie se ha reactivado posteriormente a finales de enero de 2021», destaca el ING.
Acelerómetros
Los acelerómetros, según explica el Instituto Geográfico Nacional, son instrumentos «que registran la aceleración del suelo en caso de movimiento fuerte», es decir, cuando la estación -sistema instalado para calcular la actividad sísmica- se sitúa próxima a la fuente sísmica y el terremoto tiene una magnitud moderada o grande. «Los valores de aceleración máxima tienen interés, además de para la evaluación de los daños y del comportamiento de las estructuras, para la elaboración de mapas de peligrosidad sísmica que permitan tener una estimación de los parámetros de cálculo que han de considerarse en la normativa de construcción sismorresistente», detalla. Según el IGN, la aceleración sísmica máxima para un periodo de 475 años y en suelo tipo roca en la zona de Atarfe-Santa Fe «es de 0,23 g, siendo este uno de los valores más altos de todo el país».
Daños
Hasta el momento, según explica el informe, se han registrado «algunos daños no estructurales», como grietas, además de numerosas caídas de objetos en varias construcciones dentro de la zona epicentral. «Los edificios con daños más generalizados se encuentran muy localizados en la zona del Instituto de Educación Secundaria Vega de Atarfe, que era una antigua laguna posteriormente rellenada para su urbanización. Este hecho podría explicar que los daños sean mayores aquí que en el resto de Atarfe», recalcan los expertos.
Los mayores daños observados en Atarfe han sido «la caída de falsos techos, caída de azulejos y fisuras en los encuentros entre el sistema estructural (pórticos de hormigón) y los cerramientos exteriores o las divisiones interiores». «Además de los daños en los edificios, los efectos observados en otros elementos, como son la caída de objetos (libros, vajillas, etc.) o la dificultad de algunas personas por mantener el equilibrio», añade el Instituto Geográfico Nacional.
Sismicidad habitual
El informe insiste en que «la sismicidad registrada es habitual en esta zona», que se enmarca dentro del sector central de las cordilleras Béticas, «una de las regiones con mayor actividad sísmica de la Península Ibérica, fruto de la convergencia entre la placa Africana y Euroasiática». «Esta zona se caracteriza por la ocurrencia de numerosos terremotos superficiales de baja a moderada magnitud, y de forma ocasional con intensidad significativa. También existe cierta sismicidad a profundidades intermedias que se extiende en la parte occidental del mar de Alborán y, ocasionalmente, terremotos a profundidades de más de 600 kilómetros con epicentro en la provincia de Granada cuyo origen está posiblemente relacionado con la historia tectónica del arco de Gibraltar, sobre la cual no existe un acuerdo unánime», concluyen desde el Instituto Geográfico Nacional.