Día de Andalucía: el origen de la festividad andaluza
Tal día como hoy, hace 39 años, un referéndum ratificaba la propuesta de constituirse como Comunidad Autónoma.
Cada 28 de febrero los andaluces celebran el Día de Andalucía. Una festividad donde las banderas blancas y verdes adornan los balcones de las casas de pueblos y ciudades y los niños comen pan con aceite y azúcar en los colegios. La Junta de Andalucía celebra este día con actos institucionales en las ocho capitales de provincia, en los que se hace entrega de la bandera de Andalucía a personalidades y colectivos destacados de cada provincia como forma de distinción.
También se realiza un izado de bandera en el exterior del Parlamento andaluz y la entrega de Medallas de Andalucía. A su vez, el Teatro de la Maestranza de Sevilla acoge el acto de entrega de los títulos de Hijos Predilectos de Andalucía a aquellas personas o instituciones relacionadas con la Comunidad Autónoma que hayan destacado.
Pero para conocer el origen de la festividad hay que remontarse décadas atrás, cuando los andaluces celebraron un referéndum -en 1980- en el que apoyaron la propuesta de formar una Comunidad Autónoma: tener un gobierno propio con plenas competencias.
El referéndum y el Estatuto de Autonomía
Los pasos políticos que desembocarían en la actual autonomía andaluza comienzan a darse tras la muerte de Francisco Franco y el inicio de la transición democrática. El 4 de diciembre de 1977 alrededor de millón y medio de andaluces se manifestaron en las capitales de provincia convocados por la Asamblea de Parlamentarios para demandar la autonomía y luchar contra la marginación de la región. Antes del referéndum la celebración se identificaba con ese 4 de diciembre. La consecuencia más inmediata fue la concesión de la preautonomía a Andalucía en abril de 1978.
La Junta de Andalucía se constituye en junio de 1979 y decide, con el apoyo de la mayoría de los ayuntamientos andaluces, acogerse a la vía rápida del artículo 151 de la Constitución Española para la obtención de la autonomía. Se trataba de una vía prevista para las nacionalidades históricas y que permitía una mayor cesión de competencias.
Fue el día 28 de febrero de 1980 cuando el pueblo andaluz acudió a las urnas, que triunfó en siete de las ocho provincias andaluzas, pero no alcanzó el techo legal en Almería. No obstante, la clara voluntad autonómica del pueblo andaluz provocó un amplio debate político que llegó a las Cortes del Estado, modificándose la Ley de Referéndum para que se permitiese la incorporación de la provincia almeriense al proceso autonómico. Un año después, en 1981, se aprobó el Estatuto de Autonomía que, tras la Constitución, es la norma más importante de los andaluces.
Actualmente, Andalucía es la comunidad autónoma más poblada de España -con 8,4 millones de habitantes- y la segunda más extensa, lo que explica su peso en el conjunto del país.
La bandera y el topónimo
La composición de tres franjas horizontales -verde, blanca y verde- que forman la bandera fue aprobada por la Asamblea de Ronda en 1918. Y es que sus colores evocan tonalidades del paisaje andaluz, y simbolizan los valores de la pureza y la esperanza en el futuro.
En su franja blanca, tiene escudo con la leyenda : “Andalucía por sí, para España y la Humanidad”. Está integrado por la figura de un Hércules que sujeta a dos leones entre columnas.
En cuanto al topónimo “Andalucía”, se introdujo en la lengua castellana durante el siglo XIII bajo la forma “el Andalucía”. Se trata de la castellanización de al-Andalusiya, gentilicio y adjetivo árabe referido a al-Ándalus -nombre que recibían los territorios de la península Ibérica bajo el gobierno islámico desde el 711 al 1492-.
Blas Infante y el himno de Andalucía
Y por último, destaca en el siglo XX la figura de Blas Infante, padre de la patria andaluza y quien, junto con miembros de varios Centros Andaluces, firma en 1919 el Manifiesto andalucista de Córdoba que describía a Andalucía como realidad nacional.
Pensador, político, escritor, historiador y musicólogo, Infante es el encargado de recuperar la vieja bandera andalusí blanca y verde. Diseñó el escudo de Andalucía y compuso la letra del himno andaluz, antes de morir fusilado en 1936. Dice así:
La bandera blanca y verde
vuelve, tras siglos de guerra,
a decir paz y esperanza,
bajo el sol de nuestra tierra.
¡Andaluces, levantaos!
¡Pedid tierra y libertad!
¡Sea por Andalucía libre,
España y la humanidad!
Los andaluces queremos
volver a ser lo que fuimos
hombres de luz, que a los hombres,
alma de hombres les dimos.
¡Andaluces, levantaos!
¡Pedid tierra y libertad!
¡Sea por Andalucía libre,
España y la humanidad!