La Escuela Andaluza de Salud Pública

El pasado 12 de febrero, la Junta de Andalucía abrió la consulta pública previa al anteproyecto de ley de creación del Instituto Andaluz de Salud, el órgano que absorberá a la Escuela Andaluza de Salud Pública. Todas las instituciones públicas y privadas granadinas, salvo el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Granada que apoya la absorción, están escandalizadas por esta nueva actitud centralista. ¿Acaso Granada no ha perdido ya casi todo lo que tenía? ¿Todavía precisa mayor tributo el voraz centralismo sevillano? Como muy bien dice Gerardo Cuerva, presidente de la Cámara de Comercio, si la solución es integrar la Escuela de Salud en un Instituto, que pongan la sede de dicho Instituto en Granada. ¿Acaso no es Granada la ciudad de la salud y la investigación sociosanitaria en Andalucía?

Si al principio de la autonomía las provincias tenían capacidad de programar y decidir sobre temas que afectaban a su territorio, esa potestad cada día se ha ido restringiendo más. El poder sevillano, emulando al antiguo centralismo madrileño, tiene una visión centrípeta del poder. Si a esa actitud centralista, mostrada también por gobiernos anteriores, se une la consigna machacona de los partidos actuales de gobierno en Andalucía de que iban a eliminar todos los ‘chiringuitos’, nos encontramos con lo que estamos viviendo: al considerar ‘chiringuitos’ mal gestionados al Parque de las Ciencias y a la Escuela de Salud Pública, revocan su autonomía al primero (hace ya un año), y pretenden eliminar al segundo, para crear un Instituto de Salud Pública, éste sí, sevillano, y, por ello, de absoluta solvencia.

Lo que no saben en la Junta de Andalucía es que Granada, en los últimos años, no siempre ha sido sumisa a situaciones injustas y caprichosas del poder. Pregúntenle a Susana Díaz si no fue en Granada donde empezó el declive de su mandato, cuando no quería acceder a dos hospitales. Actualmente, la Escuela Andaluza de Salud Pública, creada en 1985, es un referente a nivel internacional en la formación y la investigación sanitaria; desarrolla actividades de formación y consultoría para la mejora de la salud; es centro colaborador de la Organización Mundial de la Salud, y participa con múltiples asociaciones internacionales de salud pública; imparte masters y cursos de expertos reconocidos por la UGR…

Como dice Miguel López Acuña, experto internacional en Salud Pública, sin militancia de partido y buen conocedor de nuestro centro: «La Escuela Andaluza de Salud Pública goza de un amplio prestigio en todo el mundo… y quienes han formulado la propuesta de eliminarla adolecen de una gran miopía profesional e institucional, carecen de visión estratégica sectorial y se han equivocado rotunda y peligrosamente… Esta decisión esconde una acción perversa: el debilitamiento de la Salud Pública en Andalucía, pues lleva consigo la pérdida del capital humano, profesional, científico y sanitario que se ha construido durante tres décadas en la EASP».