La Big Band de Atarfe puso a bailar al Festival del Lago
La segunda jornada ofrece el clasicismo de etiqueta de la australiana Hetty Kate, y la musculosa versión funk de la Orquesta ‘residente’
Desde las antípodas, se presentó una divertidísima cantante de voz fresca, afinación perfecta, sutilidad de cristal de Bohemia, y con maneras de entretenedora y locuaz comunicadora, cuya simpatía contagió a pesar de no saber decir en castellano más que «horchata», «churro» y «hombres peligrosos». Con nueve discos publicados y muchos escenarios pisados, su dominio del los resortes escénicos impregnó su actuación, con un swing elegante y cristalino, casi de representación de teatro musical.
La ambientación la pusieron, sobre todo, el tenorista de voz redonda Enric Peidro (escuchado ya en el perdido Festival de Swing, y con Celia Mur), y un delicado emulo de Joe Pass como el chileno Fabian Barranza, pura ‘old school’. A la segunda pieza ya estaban varias parejas de ‘locos del swing’ animando. Y es que, sin alharacas, su sesión fue una delicia de sutil perfección. Agotó los CDs que traía, y, buena compañera, se quedó haciendo videos de la posterior actuación.
Repertorio arrasador
A la Big Band la hemos escuchado de todo, desde haciendo swing a hard rock, pasando por estándares navideños… Pero esta vez han elegido un repertorio arrasador: el funk, y los bailables de pata de elefante, desde Herbie Hancock a Amy Whinhaouse, puro funk machine. Material sudoroso redimensionado con unos metales cegadores y un director/tenorista arrebatador en esos parajes.
La carnosa voz de Sandra Morales, una auténtica Tina Turner atarfeña en Street LIfe y Rehab coronó la fiesta. A destacar la dificilísima interpretación del original de los hermanos Brecker Some Skunk Funk, con enrevesadísimo pasajes todos a uno en tromba, que resultó abrumadora. A las 2 de la madrugada Atarfe parecía el Apollo de Harlem.