La primera abogada española fue la valenciana Ascensión Chirivella (y no Victoria Kent)
Fue la primera en estudiar Derecho y colegiarse en una época en la que tenía que examinarse por separado de sus compañeros hombres
“Tuvo que ser una mujer fuerte, con carácter y muy decidida”, destaca la profesora de Historia del Derecho Pilar Hernando, que recuerda que la profesión, entonces, era muy machista
Aunque muchas publicaciones actuales siguen recogiendo que la primera abogada española fue Victoria Kent, cada vez son más las voces que tratan de reparar un olvido histórico: en realidad fue una valenciana, María Ascensión Chirivella, la primera que se licenció en Derecho y que se colegió como abogada en enero de 1922 (la política lo haría en enero de 1925). ¿Quién fue esta mujer, también estrechamente vinculada a la República española?
Ascensión Chirivella Marín nació en València el 28 de enero de 1893. Hija del procurador Manuel Chirivella y de Ascensión Marín, una mujer de fuerte carácter que, como cuenta la profesora de Historia del Derecho de la Universitat de València (UV), Pilar Hernando, habría “inspirado a su hija en que tenía que hacer lo que quisiera”
Chirivella se convirtió ya en la primera licenciada en Filosofía y Letras de la UV con 22 años, en 1915. Tres años después, se lanzó a estudiar Derecho, de lo que se licenciaría en 1921 e ingresaría en el Colegio de Abogados el 12 de enero de 1922.
Hernando explica que “en esos momentos empieza a haber un movimiento feminista importante, muy minoritario comparado con el de ahora”. El sufragio femenino logrado en Reino Unido en 1918 creó un caldo de cultivo que “inspiró a algunas mujeres españolas para pedir una cierta igualdad y acceso a la educación universitaria”.
Se encontró con «hombres y más hombres» y «de buena familia, porque son los que podían estudiar y llegar a la universidad»
Pese a ese contexto, no hay que pensar que Chirivella lo tuvo fácil. En 1922, cuando se colegia como “abogado” -entonces todavía no se usaba la variante de género “abogada”- se encuentra con “hombres y más hombres, además de buena familia, porque son los que podían estudiar y llegar a la universidad de la Restauración”. Especialmente en la carrera de Derecho, ya que la abogacía se consideraba “una profesión masculina”.
“A partir de 1910 pueden entrar las mujeres en la universidad y lo hacen poco a poco. Ser médico también era bastante masculino, pero entraron antes las mujeres porque curar era algo más cercano a su rol habitual. Igual que ser maestras. Pero la profesión jurídica, los jueces, los abogados o los políticos, que en su mayoría eran juristas, era muy masculina”, explica la titular de Historia del Derecho.
De hecho, Chirivella se fue a estudiar Derecho a la recién creada Universidad de Murcia (nació en 1915), porque “era mucho más pequeña”, solo había 32 alumnos, por lo que “probablemente era más fácil” para ella. Acabó el último año en València.
No obstante, la pionera no iba a las clases, estudiaba por libre y luego se examinaba. Ojo, que lo hacía aparte, “no en la misma aula que sus compañeros hombres”, como explica Hernando: “Tenía que ir acompañada por una criada o por otra persona. Así que no tendría mucho trato con los compañeros, prácticamente no les dejarían hablar con ella”.
En sus primeros encuentros con abogados, todo eran risitas y comentarios del estilo: «Qué hace aquí esta»
Cuando se colegió, la situación no mejoró mucho en una sociedad tan patriarcal. “Ella contó que, en sus primeros encuentros con abogados, todo eran risitas y comentarios del estilo ‘qué hace aquí esta’. No creo que estuviera muy bien aceptada, era un mundo machista y una profesión especialmente machista. Aunque sorprende que el Colegio de Abogados no puso ninguna traba”, observa Pilar Hernando. En este contexto, subraya que Chirivella “tuvo que ser una mujer fuerte, con carácter y muy decidida”.
Relación con la familia de Vicente Blasco Ibáñez
Cuando empieza a ejercer como abogada, Chirivella se incorpora al despacho de su padre. Dejaría el trabajo en 1927, un año después de casarse con el también abogado y político Álvaro Pascual-Leone Forner, de Vinaròs, con quien tuvo una hija, Blanca. Era miembro del Partido de Unión Republicana Autonomista (PURA) de Vicente Blasco Ibáñez, “que en ese momento era el factótum de València”, y de cuya familia era muy amiga la de Chirivella.
Ella, aunque dejó de ejercer la profesión, mantuvo un activismo político relevante. En diciembre de 1935 fue invitada por el Colegio de Abogados a dar un aplaudido discurso en el paraninfo de la Universidad Literaria de Valencia, donde dijo: “No traigo a esta tribuna más mérito que el de haber abierto las puertas de la abogacía a la mujer española, por ser la primera que en España ejerció la profesión”.
Al desatarse la Guerra Civil tras el golpe de estado fascista, Chirivella y su marido permanecen fieles a la República. Él fue diputado en Cortes y nombrado magistrado del Tribunal Supremo, por lo que pasaron a vivir a caballo entre València y Madrid. Ante el peligro de los bombardeos, buscaron poblaciones más seguras como Calp, Finestrat, Terrassa o Puigcerdà. Cuando las tropas franquistas llegaron a Catalunya, se exiliaron a Francia en 1939.
Exilio a México, donde al principio «pasan bastantes penurias»
De allí, pronto se embarcaron hacia México DF, donde inicialmente “pasan bastantes penurias”. Álvaro Pascual-Leone empieza vendiendo libros de una editorial de Derecho. Ocho años después empezó a trabajar como asesor jurídico en el Instituto Mexicano del Seguro Social y mejora la situación económica de la familia.
María Ascensión Chirivella solo volvió a España, desde el exilio, en una ocasión: fue en 1952, en plena etapa oscura del franquismo, con un permiso para poder entrar que consiguió gracias a excompañeros de la universidad y de profesión, que recogieron firmas.
El año siguiente, la mujer pionera en Derecho recibió un gran golpe: la muerte de su marido, que le sumió en una profunda depresión que le acompañaría hasta su muerte con 87 años en 1980 en México DF. “Siempre se ha dicho que, desde la muerte de su marido, no volvió a ser la que era”, observa Pilar Hernando.
¿Por qué es tan desconocida Ascensión Chirivella?
Una vez recorrido el resumen de la trayectoria vital de María Ascensión Chirivella, cabe preguntarse: ¿Por qué es tan desconocida esta mujer, si fue la primera licenciada en Derecho y abogada en España?
“A los pocos meses de colegiarse en València, se colegia Victoria Kent. Como Chirivella no tiene una vida pública de la relevancia de Kent, pasa al olvido”, explica la titular de Historia del Derecho. Así que, en este caso y al contrario de lo que es habitual, “es una mujer la que le hace sombra”.
Otro motivo que apunta Pilar Hernando podría ser la invisibilización de los logros de los valencianos y valencianas: “Reivindico mucho lo que pasa en la España que no es Madrid, que parece que solo existe Madrid y nada más. Creo que eso también tiene algo que ver. Seguramente el dato sería conocido si Chirivella se hubiera dedicado a la política activa, pero todo influye, también que Kent estuviera en Madrid y Chirivella en València”.
Iniciativas para rescatarla del olvido
Ahora la historia va cambiando y varias personas se han unido para devolverle a esta mujer valenciana el mérito que tuvo y se merece. A finales de año se estrenará el documental sobre su historia, La primera toga, de Almudena Verdés y José María Villagrasa.
También se está preparando una exposición para la Facultad de Derecho y para la Universitat de València. Además, desde 2012 la Associació de Juristes Dones d’Alzira (AJUDA) le organiza homenajes y concede el Premio AJUDA a la Igualdad Ascensión Chirivella Marín tomándola como ejemplo de gente que trabaja por la igualdad con convicción. Diferentes iniciativas para rescatarla del injusto olvido.