Un aula pionera acerca la formación académica a mayores de 50 años a través de LaCaixa, Diputación y la UGR

Un convenio entre la Fundación LaCaixa, la Universidad de Granada (UGR) y la Diputación de Granada permitirá expandir la actividad de un aula virtual pionera que hace accesible la formación abierta y superior a personas mayores de 50 años. Este acuerdo ha sido rubricado entre Pilar Aranda, rectora de la UGR, Juan Ignacio Zafra, director territorial de CaixaBank en Andalucía oriental, y José Entrena, presidente de la Diputación de Granada, según han informado este martes sus promotores.

Aranda ha destacado la importancia de este aula virtual que permitirá poner en marcha un proyecto pionero para acercar la institución académica y permitir el acceso a su formación e investigación a más personas que hace tiempo querían formar parte de su comunidad.

Según Entrena, el convenio materializa el objetivo estratégico de poner en marcha servicios y programas para fomentar la participación social y la autonomía personal de los mayores, así como la creación de espacios comunes de convivencia.

El aula virtual permitirá llevar el programa de mayores más allá de las seis sedes que tienen en la actualidad en Granada, Guadix, Baza, Motril, Ceuta y Melilla.

Gracias a este nuevo proyecto muchos hombres y mujeres que no podían acudir a estos centros o que, dadas las actuales circunstancias sanitarias, tenían reparos a asistir a aulas con más gente, puedan ahora participar en el proyecto formativo.

El aula virtual es el primer objetivo que se pretende con este convenio que permitirá, además, celebrar actos académicos de inauguración y clausura del curso académico, desarrollar un encuentro anual y poner en marcha labores de investigación.

También finalmente se desarrollará y difundirá el Aula Lorquiana y el proyecto Aula Lorca-Falla, que incluye talleres de arte y creatividad, teatro y coro, así como el Seminario de Música o el Club de lectura «Lo que vale una vida».

El Aula Permanente de Formación Abierta es una iniciativa que se puso en marcha en 1994 y que tuvo un carácter especialmente innovador y novedoso, con el objetivo de atender la demanda educativa de las personas mayores de 50 años, a las que se admite en la universidad sin ninguna otra exigencia previa más que haber cumplido esa edad.