Tecnológicas y sanitarias garantizan empleo, pero descuidar la vocación es arriesgado

Las advertencias que lanza el mundo empresarial desde hace meses sobre la falta de profesionales del campo de las tecnologías y del sector sanitario, en los que no se cubren los empleos, ha puesto de nuevo encima de la mesa el debate sobre si los jóvenes deben elegir los estudios por vocación o por sus salidas laborales. Y saca a la palestra otro asunto, si los estudiantes tienen una buena orientación en colegios e institutos para acertar al matricularse en grados universitarios. Algunos expertos nos dan las claves para no cometer errores en una decisión que marcará su futuro.

Si no lo tienes claro…

Muchos jóvenes no tienen una vocación clara sobre la carrera que quieren estudiar o la profesión que les gustaría desempeñar. «En ese caso, son una buena opción grados que dejan abiertas muchas posibilidades profesionales, como los de Administración y Dirección de Empresas (ADE) y algunas ingenierías más generalistas, como la industrial», señala Nagore Rubio, directora de Spring Professional zona norte, una consultora del grupo Adecco dedicada a la selección de personal.

En la oferta universitaria han cogido fuerza en los últimos años dobles grados que amplían las posibilidades de empleo: Derecho y ADE, Economía y Filosofía o Ciencia Política y Gestión Pública con Sociología –muy dirigido a puestos de la Administración–. «La especialización se consigue con los másteres, cuando ya el estudiante tiene más claro lo que le gusta», añade. Por ejemplo, ahora que el ‘big data’ y la inteligencia artificial tienen tirón, han surgido muchos cursos de posgrado de ese área. De hecho, los másteres suelen ajustarse a las necesidades del mercado laboral.

Mirar la inserción laboral

«Es importante conocer la empleabilidad que tienen los grados porque la elección de la carrera es una decisión que marca el futuro laboral», apunta Yolanda Rodríguez Luengo, de la Facultad de Empresa y Comunicación de la UNIR. En la actualidad, ese ranking de carreras en las que el trabajo está garantizado lo lideran las ingenierías informáticas y de telecomunicaciones, especialidades relacionadas con el análisis de datos y la inteligencia artificial, Medicina, Enfermería, Biomedicina y Marketing Digital.

Prioridad a la vocación

Pero, ¿debemos dar prioridad a las salidas laborales frente a la vocación? «Un joven solo brillará, solo tendrá éxito en un trabajo para el que tiene vocación», comenta Nagore Rubio. «Si tiene la suerte de que le gusten esas especialidades sanitarias o tecnológicas pues fenomenal, una suerte, pero si elige otras con menos empleabilidad por vocación luchará el doble y saldrá adelante», apoya. Si solo tenemos en cuenta la inserción laboral a la hora de elegir un grado, «podemos acabar desempeñando un trabajo que no nos motive en absoluto, nos provoque una gran insatisfacción o incluso no lleguemos a terminar la carrera», advierte Javier Rubio Donzé, responsable de una academia especializada en preparar el acceso a la universidad. Apunta, además, que para carreras tecnológicas hay que tener «capacidad analítica» porque, en caso contrario, «puede ser un fracaso».

Mira las asignaturas de la carrera

Comprobar las asignaturas de la carrera que queremos cursar es otra de las recomendaciones de los expertos. Evita sustos. Por ejemplo, el grado de diseño y creación de videojuegos tiene un enorme ‘gancho’ entre los jóvenes con destrezas artísticas, pero muchos ‘pinchan’ con las materias de matemáticas y física que forman parte del programa de estudios y acaban por abandonar.

Comprueba cuál será tu trabajo

En muchas ocasiones, hay una distancia enorme entre lo que imagina el estudiante que es la profesión a la que aspira y el trabajo que haría en realidad. «No se les explica a qué tipo de tareas deberán hacer frente. Por ello, al terminar de estudiar una carrera, el desempeño de la profesión puede darnos muchas sorpresas y no todas necesariamente buenas», precisa el docente de Academia Play. La especialista de la UNIR aconseja «no fiarse» de la imagen que dan las redes sociales de muchos empleos. Universidades y centros de trabajo suelen organizar jornadas de puertas abiertas y toma de contacto con diferentes profesiones. Pueden ser muy útiles.

Rankings de universidades

Existen varios rankings de prestigio, como Shanghai, QS World University, Times Higher Education, U-Multirank o el U-Ranking, que se publican todos los años y nos sirven de guía. «Pero cada vez más las empresas lo que valoran no es tanto haber estudiado en una u otra universidad, sino la actitud del joven y su capacidad para desenvolverse en el mundo laboral», coinciden los expertos.

En el caso de que el joven esté trabajando o no pueda cursar una carrera porque no se imparte en su provincia o su comunidad, debe tener muy en cuenta la oferta de grados ‘online’, que se ha multiplicado. De hecho, el gran reto que se marcan las universidades tradicionales es sacar al mercado carreras que se puedan estudiar a distancia.

Con notas de corte más altas

  • Biosanitarias Los grados en Medicina, Enfermería, Biomedicina, Bioquímica y Biología Molecular, y Biotecnología.

  • Ciencia y Tecnología Doble grado en Matemáticas y Física; doble titulación en Informática y Matemáticas;ingenierías Física y Aeroespacial

FOTO: leal
https://www.ideal.es/vivir/relaciones-humanas/elegir-carrera-20220610121601-ntrc.html
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