MEDINA ELVIRA y Granada, dos ciudades ‘enfrentadas’
¿Cuál es el verdadero origen de la Granada romana? Un combate dialéctico que continúa hasta nuestros días
Para conocer la transición entre la Granada romana y la refundación que se hizo en el siglo XI d.C. es necesario hablar de Medina Elvira. Medina Elvira fue una ciudad árabe que se fundó en el siglo VIII d.C. y que tuvo su periodo de máximo esplendor durante los doscientos años siguientes, siendo abandonada a principios del siglo XI por la decisión de los ziríes de trasladar la capitalidad del distrito a la vecina Granada. Por tanto, la historia y el nombre de ambas ciudades se entrelazan de una manera tan compleja, precisamente en uno de los periodos de la historia más difíciles de estudiar, de forma que el mito y la polémica acompaña este asunto casi desde el principio.
Hasta mediados del siglo XIX la existencia de la ciudad de Elvira se conocía únicamente por las fuentes árabes, pero fue gracias a la arqueología, primero unos hallazgos casuales en Atarfe, en el pago del Cortijo de las Monjas y en el de Marugán, y luego al trazar la actual carretera de Córdoba en el tramo que va de Atarfe a Pinos Puente, cuando se consiguió rescatar del olvido esta ciudad. Y casi desde el principio, a la par que las excavaciones iban desenterrando no solo la ciudad árabe sino también los vestigios romanos de Sierra Elvira, la polémica sobre el origen romano de Granada se planteó con fuerza. El combate dialéctico entre ilbiristas frente a alcazabistas, es decir, entre los que sostenían que la antigua Ilíberis, la del concilio del siglo IV d.C., era las ruinas de Atarfe, frente a los que mantenían todo lo contrario –la identificación de la ciudad romana con Granada–, tuvo su punto álgido planteándose incluso hipótesis bienintencionadas para mediar entre ambos pero disparatadas, como por ejemplo la identificación en el mismo solar de Ilíberis, Medina Elvira y Granada. No crean los lectores que esta polémica era una manía de eruditos decimonónicos porque ha llegado hasta nuestros días, condicionando de forma muy importante la arqueología granadina.
¿Cuándo pierde Granada su importancia frente a Medina Elvira? Es uno de los asuntos sobre los que más se ha discutido. La cuestión entre historiadores y arqueólogos es determinar si coexistieron ambas ciudades a la vez o si la única ciudad era Media Elvira, mientras que Granada había quedado relegada a un pequeño asentamiento fortificado. Lo que sabemos con certeza, tanto por la historia como por la arqueología, es que el germen de la ciudad fue un asentamiento llamado Castilia, de origen Tardo Antiguo (siglos V-VII d.C.) del que, según la información de Gómez Moreno, se excavaron más de mil doscientos enterramientos en el pago de Marugán, en el interior de Sierra Elvira.
Ciudad de muladíes, su mezquita mayor se fundó en el siglo IX, entre los emiratos de Abd al-Rahman II y Muhammad I. Durante la guerra civil de ese mismo siglo, mantuvo su independencia, aunque fue tomada durante un tiempo por Omar ibn Hafsun, al que se le opusieron los árabes encabezados por Sawwar, que se hicieron fuertes en la vecina Granada. En el siglo X, en el año 929 d.C., Abd al-Rahman pacificó al-Andalus y se proclamó califa, inaugurando un siglo de prosperidad para Media Elvira que se prolongó hasta que a principios del siglo XI, con la desaparición del califato de Córdoba, los beréberes ziríes consolidaron un reino de taifa y trasladaron su capital a Granada.
Datos técnicos
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Localización. Atarfe y Pinos Puente.
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Descripción. Yacimiento arqueológico de más de 350 hectáreas, con una fase tardorromana y otra de época medieval que arranca en el siglo VIII d.C. El asentamiento se convirtió en ciudad en el siglo IX con la fundación de la mezquita aljama. Las excavaciones han identificado la alcazaba y zonas urbanas.
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Cronología. Siglos III-VI d.C. para las fases más antiguas. Siglo VIII d.C. hasta 1010, fecha de abandono y traslado de la población a Granada.
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Tipo de protección. Resolución 11 de diciembre de 2014 por la que se incoa la inscripción en el Catálogo General de Patrimonio Histórico Andaluz, como BIC, con la tipología de zona arqueológica. Existe un proyecto general de investigación dirigido por la UGR.
Desde que Gómez Moreno terminara sus excavaciones, desarrolladas entre 1872 y 1878, enterrando luego los restos de la gran mezquita que había descubierto, no se volvió a excavar nunca más en este sitio. Casi cien años más tarde tuve la oportunidad de hacer las primeras excavaciones de nuevo, en 1998, lo que derivó en la reactivación del interés por el yacimiento, su protección y el desarrollo de un proyecto de investigación que desde mediados de la década del 2000 ha ido desarrollando distintas campañas arqueológicas. Quince años después ¿qué sabemos de la mítica ciudad de Elvira?
Lo primero es que su extensión es mayor a lo que se pensaba, superando incluso las primeras estimaciones, alcanzando una superficie de más de trescientas cincuenta hectáreas. En segundo lugar, la arqueología demuestra que su origen en el siglo VIII es el resultado de la concentración de la población de distintas alquerías en este punto concreto, que se transformó en ciudad y capital del distrito en el siglo IX.
Fue una ciudad establecida en el llano, con distintos barrios dispersos por toda la llanura que con el paso del tiempo y el crecimiento urbano pudieron ir colmatándose en algunos puntos. A diferencia de otras ciudades, Medina Elvira no estuvo amurallada en todo su perímetro, salvo en la parte más alta –en el Cerro del Sombrerete– donde parece que se estableció la alcazaba. En este caso, aunque sus murallas se encuentran arrasadas, se ha podido conocer parte de su trazado, posiblemente jalonado por torres de planta cuadrangular, existiendo un camino de ronda perimetral separado de las casas, tal como se pudo ver en algunos sondeos de la campaña de 2005. Se conocen numerosos restos de casas, normalmente de planta cuadrangular, construidas en mampostería, de calles empedradas, espacios de almacenamiento. Un sistema de abastecimiento de agua por medio de una compleja red de canales subterráneos y la existencia de varias zonas de cementerio, tanto de población muladí como mozárabe. Uno de los motivos de su abandono y ruina fue precisamente la ausencia de unas defensas que garantizaran la protección de la ciudad, argumento esgrimido por los ziríes para promover el traslado a la vecina Granada en el año 1010.
La arqueología aún tiene que aportar mucho sobre Medina Elvira, porque a pesar de los trabajos desarrollados en la última década quedan muchas incógnitas por resolver, y lo más importante, su recuperación efectiva para el disfrute general de la sociedad porque de lo contrario volverá a ser solamente un mito para los arqueólogos.