El negocio más antiguo de Guadix cierra tras más de 150 años de historia
El comercio, que se ubica en la calle Tárrago y Mateos, ha ido pasando de generación en generación y es el único que actualmente vende productos a granel
Encarni mira a su alrededor con nostalgia y se detiene para contar la historia de su vida, la historia del negocio familiar de Guadix que atiende a los habitantes del municipio desde hace 153 años en un antiguo local, pero que en apenas un mes cerrará y dejará de desprender un olor que emana de la mezcla entre canela, café y otras especies que se ubican en su interior y que todo accitano puede apreciar en su paso por la calle Tárrago y Mateos, donde se ubica. Después de que su bisabuelo fundara el negocio, este pasó a su abuelo, después a su madre y sus hermanos hasta que, finalmente, lo adquirió ella hace ocho años. «Somos los únicos que ofrecemos especies, legumbres y tés a granel. Además, molemos nosotros mismos la pimienta, la canela y el café», explica Encarna.
Mientras responde a algunas preguntas, para un segundo para atender a unos clientes que le preguntan cómo preparar una infusión de jengibre y sobre algunos productos que alivian el dolor de garganta. «Los clientes me conocen a mí y a mi familia de toda la vida, quieren cercanía y delegan en ti cierta confianza. Algunos son compradores asiduos y otras, no tanto. Pero entre todos hay siempre un factor común, les gusta que les aconsejes, que les indiques la cantidad de pimentón que necesitan para una receta o el truco con alguna especia para que la comida quede con el gusto clave. Eso a nosotros nos llena de orgullo», añade.
Por este motivo, guarda tras el mostrador un libro que perteneció a su abuelo con las cantidades necesarias para elaborar alguna comida o las recomendaciones que año tras año se han ido incluyendo por parte de todos los miembros de su familia que han dirigido el negocio.
El local actual está sin reformar desde hace más de 40 años, por lo que cuando uno entra en su interior parece trasladarse a los 70. Algunos cortadores de madera antiguos, una máquina de moler café tradicional y diversos carteles del negocio de hace décadas decoran el espacio, y justo detrás del mostrador, en la parte superior, el documento que indica que se trata del comercio más antiguo perteneciente a la misma familia de la comarca de Guadix.
Sin embargo, sus clientes no son solo de la comarca, también de otras zonas mucho más alejadas. «Gente de otras partes de España que viene aquí en verano, pasa cada año a comprar especias en grandes cantidades. Algunos llevan incluso 20 años viniendo», asegura.
«Tenemos productos claves, como son el bacalao o el café. Empezamos a ofrecer este último en paquetes de distintas marcas, pero los clientes lo siguen queriendo molido por nosotros». Más allá de los productos que ofrece, la ultramarinos, más conocida en el municipio como ‘Hija de Antonio Sierra’, compone un símbolo emblemático del comercio local en Guadix. «Hay quien solo pasa por la puerta y, por el olor que sale, me pregunta si puede entrar a ver el interior y disfrutar de la esencia, y yo los recibo encantada».
Sin embargo, la tienda no compone simplemente un negocio familiar, es también la historia de una vida, la suya y la de sus hermanos. «Hemos crecido aquí porque nuestra casa está justo en la planta superior. Hemos mamado el oficio desde pequeños, y ya de grandes, si nuestros padres lo necesitaban, les echábamos una mano», explica. Por ello, cuando recuerda que en apenas un mes tendrá que cerrarla por motivos de salud, se le humedecen los ojos y le cambia la expresión del rostro. «Si decidimos traspasar el local, nos gustaría que fuese a alguien que mantenga la tradición de los productos. Estamos dispuestos a aconsejarlos y ayudarlos en todo lo que necesiten. Pasar por esta calle y ver la tienda no es solo nuestra historia, es también la historia de Guadix, de su gente y de sus comercios», concluye.