La CHG proyecta obras de «emergencia» en los pozos de la Vega de Granada para garantizar el suministro de agua ante la sequía

El proyecto de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir se iniciará «en breve» . Los embalses que gestiona el organismo del Ministerio están, de media, a prácticamente un cuarto de su capacidad total. Se incrementarán los análisis de las aguas para consumo humano para hacer un seguimiento «más exhaustivo» de su calidad ante la falta de precipitaciones y necesidad e nuevas captaciones

La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) ha anunciado que, en un plazo «breve» de tiempo, se comenzarán las obras de «emergencia» para garantizar el abastecimiento de agua en el subsistema Colomera Cubillas, que es el que surte a la capital granadina y parte del Cinturón. Según indicó la CHG, se prevé poner en marcha en breve las obras de emergencia para la garantía del abastecimiento en el este subsistema, mediante la conexión a los pozos de sequía de la Vega de Granada. Se trata de una de las actuaciones previstas por el organismo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico que tiene como finalidad capear la situación de sequía que ya se padece desde hace tiempo y que podría recrudecerse si no llegan las lluvias el próximo otoño.

 

La CHG no adelantó en qué consisten estos trabajos de conexión a los pozos ni concretó plazos de esta obra, que sí se calificó como de «emergencia» en el comunicado remitido tras la Comisión Permanente de Sequía celebrada recientemente en Sevilla. En este encuentro se resaltó de nuevo la «extraordinaria» de escasez que vive la cuenca desde hace meses. La ausencia de lluvias obligó a que el pasado 2 de noviembre se declarase la situación excepcional de sequía. Esta declaración conlleva una serie de medidas, entre las que está la planificación de obras para garantizar el suministro mientras dure la carestía. Una de esas obras se desarrollará en Granada y tendrá como objeto la conexión de los pozos de la Vega. 

 

La zona de la Vega está sobre un acuífero que es explotado mediante pozos. Algunos de ellos únicamente se emplean en época de sequía. Las perforaciones se extienden de forma estratégica por el Cinturón y son una de las vías de suministro de agua potable para la población de Granada además de ser una vía alternativa cuando, como ahora, falta el agua de las precipitaciones que son las que, en buena medida, permiten la recarga de embalses y pantanos. 

La situación actual no tiene más adjetivos que la de preocupante. Por unidades territoriales, el último informe de sequía indica que tanto la Hoya de Guadix como la regulación General (que incluye parte de la zona norte de la provincia de Granada) están en situación de alerta, mientras que bermejales y Vega Baja se hallan en prealerta. Únicamente la Vega Alta y Media está en los parámetros que se consideran de normalidad, gracias a las lluvias de la pasada primavera y a los aportes de la nieve fundida de Sierra Nevada. De media, en el macizo llegan a acumularse 20 hectómetros cúbicos de agua en forma de nieve que, con el deshielo, permiten mejorar las reservas de embalses como el de Quéntar. En el caso de la UTE de la Hoya de Guadix, ésta ha estado en situación de emergencia prácticamente todo el año hidrológico. Únicamente pudo alcanzar la situación de alerta (que implica una situación algo más favorable) en junio. La misma situación se ha dado con la UTE de Regulación General, que no ha levantado cabeza hasta el mes de abril, cuando pudo escalar desde la situación de emergencia a la de alerta.

Las obras anunciadas en los pozos de sequía de la Vega de Granada no son las únicas que acometerá a cuenta de la sequía la CHG. Así, se ha licitado, por parte de la Dirección General del Agua, la toma de muestras de agua destinada a consumo humano en este periodo de escasez. Según el pliego que especifica las cuestiones técnicas del contrato, la cuenca padece desde 20213 una merma en cuanto a las precipitaciones. Esta situación se ha agravado en los tres últimos años, alega la documentación elaborada por la CHG, que recuerda que la cuenca está cerca del umbral de emergencia. Por ello se estableció instar a la tramitación de un Real Decreto ley que adopción de medidas urgentes para paliar los efectos de la falta de lluvias así como hacer actuaciones. Entre estas está el incremento del muestreo en las redes para «un seguimiento más exhaustivo de la calidad del agua».

Se harán así controles analíticos adicionales «dado que la situación de sequía incrementa el riesgo de deterioro de la calidad del agua en las captaciones para abastecimiento existentes» y esto, además. «obliga» a disponer de «nuevas captaciones que no formaban parte de las redes de control». Por ello se realizarán más análisis, para «controlar la calidad de las aguas destinadas a abastecimiento humano, la cual corre mayor riesgo de verse afectada como consecuencia de la actual situación de sequía». Se determinará la presencia de plaguicidas, los parámetros físico-químicos, los metales y también los nuevos abastecimientos. Este contrato tiene un plazo de ejecución de doce meses y el valor estimado es de 137.343,85 euros.

Los embalses de la provincia gestionados por la Confederación (todos menos Béznar y Rules) están a un 26,17% de su capacidad, cuando hace justo doce meses se encontraban diez puntos por encima de ese valor, al 36,70% de su capacidad. Precisamente el análisis de la capacidad real de los embalses es objeto de otra de las actuaciones de la CHG, que ultima las balimetrías de los embalses de la cuenca. Esto permitirá conocer cuánta agua puede recoger y calcular de forma más precisa con qué recursos se cuenta realmente en el medio centenar de infraestructuras que se estudian.

Con los datos del Servicio Automático de Información Hidrológica (SAIH) del Guadalquivir se establece que San Clemente está al 14,28% de su capacidad, Portillo al 55,96%, Negratín al 27,35%, Francisco Abellán al 21,61%, Colomera al 10,12%, Cubillas al 43,44%, Quéntar al 68,75%, Canales al 83,89% y Bermejales al 20,52%. Los datos apuntalan lo delicado de la situación, que puede agravarse en el caso de que no llueva en los próximos meses. El balance, a estas alturas de año hidrológico (que comienza el 1 de octubre) es de un déficit de lluvias del 27% con respecto a la media de los últimos 25 años en toda la cuenca.

Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) El consumo medio de agua de los hogares fue de 133 litros por habitante y día, el mismo que en 2018. El coste unitario del agua subió un 0,5%, hasta 1,92 euros por metro cúbico.

A. A. 

Canales, en una imagen de arhivo. / Archivo

https://www.granadahoy.com/granada/obras-emergencia-pozos-Vega-Granada-sequia_0_1706229882.html

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