Dos años de protección contra la COVID

«Aún estamos haciendo el seguimiento de esta cohorte y vemos que se mantienen los anticuerpos hasta 20 meses después de haberse infectado. Pocos estudios han descrito el mantenimiento de la inmunidad en un período tan largo», ha explicado a SER Catalunya Gemma Moncunill, una de las coautoras del estudio del ISGlobal, centro impulsado por La Caixa.

El estudio se ha realizado con personal sanitario que aún no se había vacunado cuando se infectó y que presentó síntomas. «Hay algunas variantes para tener en cuenta, una de las cuales estamos hablando de personas relativamente jóvenes y mayoritariamente sanas. Por tanto, estos resultados no se pueden extrapolar a colectivos como la gente mayor o enfermos crónicos o inmunosuprimidos, porque su respuesta inmunitaria suele ser más débil. Lo mismo ocurre con las personas contagiadas que han sido asintomáticas, que generan menos inmunidad que las sintomáticas».

La investigación se ha basado en personas infectadas con las variantes Alfa y Delta del SARS-COVD-2, NO con las variantes dominantes ahora mismo en Cataluña, que son diferentes linajes de Òmicron. «Sabemos que las subvariantes de Òmicron escapan mejor a la inmunidad que las anteriores. Por tanto, es probable que los anticuerpos que genera duren menos», matiza Moncunill. «Pero también es verdad que en nuestro país tenemos un volumen de personas vacunadas muy grande, y las vacunas refuerzan la inmunidad, la hacen más robusta y, en principio, duradera». La investigadora del ISGlobal confirma que la combinación de infección natural y vacunas es la que genera la protección más completa.

El ensayo concluye también qué factores como la obesidad, la edad alta y el tabaquismo se asocian a una menor respuesta de anticuerpos.