«Los teatricos de Chari en Pinos Puente» por Juan de Dios Villanueva Roa
Hay pueblos que están marcados por la historia. Pinos Puente es uno de ellos.
Entre Colón y sus aconteceres históricos, este pueblo vive, late y tiene su propia sangre que le vuela por las venas. En Pinos uno se encuentra, entre mil cosas, con los latidos de la cultura por las calles. La cultura envuelve a esta ciudad que cuando aparece en la prensa parece maldita. Nada más lejos de la realidad, Pinos Puente es uno de los principales activos culturales de la provincia granadina.
Su ubicación, no obstante, también ayuda a otros estereotipos, que están en todos sitios, pero que aquí parecen resaltar más. Y sin embargo, es difícil encontrar una mayor
implicación y participación que los pineros en la vida de su pueblo. García Lorca lo vivió, impregnó estos campos y casas de letras, de música y de versos. Supo encontrar en ellos páginas eternas para la literatura española y, por ende, universal. Sus certámenes literarios, conferencias y muestras de teatro son clásicos en la cultura granadina.
Este mes acaba de celebrarse la XXXII Muestra de Teatro, y hemos podido asistir a representaciones de una calidad excelente, cerrando la maravillosa Rapsodia de los sonidos oscuros, obra en la que más de setenta pineros han representado fragmentos de la obra lorquiana, con sus duendes, con sus sonidos y llantos, con sus bailes y aires llenos de fuerza y tragedia, con tres asociaciones, tres, que han puesto sobre el escenario la visión lorquiana de Chari Sánchez, (¡Ay sus teatricos!), obteniendo un éxito de representación y público solo al alcance de un pueblo volcado en el amor a su cultura. Quién da más.
