Un repartidor encuentra a un joven muerto en un portal de Atarfe: «Hubo gente que lo vio y no hizo nada»

A pesar de realizar labores de reanimación, siguiendo las instrucciones del 112, no pudo hacer nada para salvarle la vida

E. L., repartidor de 32 años, llevaba a cabo sus labores profesionales como cada semana este domingo. Tenía que entregar un paquete en el número 1 de la avenida Aragón de Atarfe. Cuando llegó a su destino vio a una persona tirada en el suelo. Un hombre de unos 30 años de edad. No se movía. No es la primera vez que ve a gente tirada en el suelo y «siempre procuro asegurarme de que están bien«. Por eso, dio un pequeño portazo con la puerta del portal para comprobar «si reaccionaba«.

Al ver que no se movía, empezó a hablarle, pero no contestaba. «Me di cuenta que no tenía pulso ni respiraba. Me alteré mucho», relata. Inmediatamente llamó al servicio de emergencias 112, desde el que le dieron las instrucciones pertinentes para practicar las maniobras de reanimación, pero no daban sus frutos. Mientras tanto, otro testigo «llamó a la policía». El 112 ya había movilizado tanto a la Guardia Civil como a los servicios sanitarios. Tardaron unos 15 minutos en llegar, según relata este testigo. Cuando se personaron en el lugar de los hechos, agradecieron el esfuerzo al repartidor y siguieron con las maniobras de reanimación, pero no pudieron más que certificar la muerte de este joven.

La Guardia Civil confirma que el fallecido es una varón de 28 años de nacionalidad marroquí perfectamente identificado. La autopsia desvelará las causas de la muerte, pero, según confirman desde el cuerpo armado, aparentemente no presenta signos de violencia.

Los hechos han marcado a E. L., el repartidor que dio la voz de alarma. Asegura que, aunque hubo gente que sí se interesó, fueron varios los transenúntes que pasaron por allí y no hicieron nada. «Hubo gente que lo vio y no hizo nada. La gente pasaba del tema», insiste. Incluso va más allá y cuenta que hubo gente que comentaba que el joven fallecido llevaba «desde las cinco de la mañana allí tirado».

Se trata de una vía donde hay ubicados varios comercios, pero al ser domingo muchos de ellos estaban cerrados. Sin embargo, el repartidor que trató de reanimar a este joven al verlo en el suelo insiste en que hubo gente que «podía haber hecho mucho más por ayudar». Antes de marcharse pudo comprobar que se había certificado el fallecimiento de este hombre de nacionalidad marroquí.

CAMILO ÁLVAREZ