21 noviembre 2024
Debemos desnudar el conjunto de la Alhambra de los bosques que
 lo rodean, ya que son un contrasentido para la defensa militar en
caso de asedio,  dominando la llanura granadina desde la Sabika
protegida por empinadas pendientes

 

Alcazaba de la Alhambra iluminada
vista desde el Albaicín 

 

La Alcazaba de La Alhambra que podemos actualmente contemplar y visitar es el resultado de siglos de construcciones y modificaciones que complican el deshojar de elementos posteriores al reinado de los nazaríes. La importancia defensiva de sus murallas y torres configuran la imponente proa de su forma de barco que tiene el conjunto siendo la prueba evidente de que ante todo es eso, una fortaleza. Gracias a estas reconstrucciones posteriores, la Alcazaba se ha mantenido en pie durante siete siglos.
 
En este post trataré de despojar al conjunto militar de los añadidos posteriores al siglo XV para tratar de llegar más cerca de la imagen que posiblemente tuvieron los hispanomusulmanes de la Alcazaba pues son muchas las transformaciones que han sufrido las torres y murallas de la Alhambra.
 

Alcazaba de la Alhambra vista
desde la ciudad de Granada 

Como dice Juan Antonio Vilar Sánchez, «los elementos poliorcéticos de la Alhambra, i.e. sus murallas, torres, fosos y baluartes, son quizá los elementos arquitectónicos más abundantes y visibles del conjunto monumental, a la par que los menos accesibles, los más desconocidos y los más olvidados». Aunque no son accesibles al público en general, los visitantes que pueden hacerlo quedan sorprendidos por su contenido, así como por sus vistas pues son miradores desconocidos hacia la ciudad, la Vega y Sierra Nevada (Yabal al-Talch).

Según las primeras descripciones documentadas dejadas por los conquistadores cristianos y algunos textos andalusíes, como los de Ibn al-Jatib, pudiendo ser el color exterior de la muralla de la Alhambra blanca. Según las palabras de Ibn al-Jatib de «Historia de los Reyes de las Alhambra (Al-Lamha al-badriyya):
 

«La ciudadela de la Alhambra, corte real, domina la población en la dirección del mediodía, coronándola con sus blancas almenas y sus elevados alcázares que deslumbran los ojos y asombran las inteligencias. El agua que sobra en ella y la que se desborba de sus estanques y albercas cae formando arroyuelos, cuyo rumor se oye desde lejos. Rodean la muralla de la ciudadela vastos jardines y espesos bosques del patrimonio particular del sultán, de forma que, detrás de esa verde barrera, las blancas almenas brillan como estrellas en medio de un cielo oscuro. Ni una sola de sus zonas está desnuda de huertos, cármenes o jardines.»

 
Según las memorias del rey zirí Abd-Allah, el Puente del Cadí era un elemento
que unía el antiguo fortín que ocupaba la actual Alcazaba en el siglo XI
con la muralla de la ciudad zirí a la vez que servía de coracha para subir agua
 
Cuando Mohammed I es nombrado rey de Granada busca un lugar seguro donde proteger a su familia, los nazaríes, del avance cristiano y de los momentos convulsos que se viven entre los hispanomusulmanes. Encuentra una fortaleza construido años antes por una dinastía anterior, un viejo castillo en el cerro de la Sabika, el emplazamiento perfecto para una fortaleza. La Sabika es una colina de casi cien metros de altura, protegida por la parte posterior por las últimas colinas de Sierra Nevada (Yabal al-Talch), por la que ningún ejército puede acceder. 
Según la leyenda, Mohammed I probó el agua del pozo de esta zona castrense tras una agotadora jornada de caza y la encontró tan deliciosa que decidió construir en aquella colina su residencia y trasladar su capital a Granada.

La Alcazaba defiende los palacios que alberga La Alhambra a la
vez que es un mensaje para musulmanes y cristianos: los nazaríes son
poderosos y desde La Alhambra pueden proteger a sus súbditos y
atacar a sus agresores

La Alcazaba es la parte más antigua de toda la Alhambra, embrión silencioso de toda una ciudad aristocrática; una imponente fortaleza militar de muros gruesos de argamasa, jalonada por nueve torres defensivas de diferente altura y tamaño, tiene forma triangular de base hacia el este y vértice en el oeste. Una zona que sirvió de vivienda a los primeros reyes granadinos y que tenía funciones militares, como el resto del conjunto de La Alhambra, no sólo en esta zona del recinto. Durante mucho tiempo fue un castillo exento, separado por un barranco de la meseta que había al este (donde se encuentran los palacios reales nazaríes) que se rellenaría en 1494 por el Conde de Tendilla, creando la plaza que hoy conocemos como Plaza de los Aljibes.

La Torre del Homenaje, a la izquierda de la imagen, se accede a ella por un
portón de entrada semioculto para evitar que nadie controlase los cambios
de turno de la guardia que por allí deambulaba

Constituida por varias torres unidas por gruesos muros defensivos y hasta tres lienzos de murallas superpuestas: el más elevado pertenece al siglo XI, el intermedio (con alambores o escarpas, es decir refuerzos del muro en plano inclinado para dificultar el asalto) es donde se sitúa el adarve de la ampliación nazarí y el inferior es un antemuro que protege la amplia calle por la que los ciudadanos de Granada accedían a La Alhambra, recibió el nombre de Qasba Yadida o Fortaleza Nueva.

Utilizando unicamente herramientas primitivas, se construyó la Alcazaba,
utilizando el conocido «conglomerado Alhambra» un material mezcla
de arcilla, arena y piedra que mojada era fácil moldear, disponiendo
in situ una fuente inagotable de recurso de construcción como aún
puede verse en la brecha que se abrió a modo de cantera
Desde el revellín de artillería, construido por Mohammed I o Mohammed II según Antonio Fernández Puertas, se accedía a la alcazaba por la Puerta de Giafar, de época zirí y sustituida por los nazaríes y que conectaba con la fortaleza del Mauror (Torres Bermejas) por encima de la puerta de Bib Handac –o  Puerta del Foso-, sustituida en 1536 por la Puerta de las Granadas de Pedro Machuca, un artista toledano formado en Italia por Miguel Ángel.

Cara interna de la Puerta de las Granadas
y que ocupa el lugar de la puerta nazarí
del Foso o Bib Handac

En el interior de la alcazaba había otras dos puertas en recodo: una bajo la Torre de la Vela, la de Giafar y otra bajo la torre del Homenaje por la que se accedía desde el adarve bajo de la muralla al sótano, en la primera planta, utilizado como prisión y a los pisos superiores de la torre del Homenaje.

Puerta de las Granadas que sustituyó a la Puerta del Foso o Bib Handac
 
La torre de la Tahona, flanqueada en época nazarí por una torre hoy desaparecida, tuvo una utilidad doble: acceso bajo su arco a la calle de circunvalación del adarve bajo que conduciría a la población civil desde la medina de Granada a las dependencias administrativas del Palacio de Comares y por otro lado hacer de puente para la ronda militar sin descender del adarve alto, accediendo a la muralla anterior a la torre de las Gallinas cuya función era vigilar la entrada principal al palacio.
 
Reproducción de una vista aérea actual de la Alcazaba de La Alhambra en
la parte oeste de la colina de la Sabika, la más cercana a la ciudad de Granada,
donde los nazaríes construyeron en el siglo XV un baluarte, proa de la alcazaba
para emplazar la artillería mirando a la ciudad, a la que las intrigas dinásticas
parecía temerse más que a los enemigos del exterior
Hoy en día, oculta en el interior de la Alcazaba encontramos una puerta, aparentemente anodina pero que resulta ser la primitiva puerta de acceso construida por Mohammed I como entrada al primitivo patio de armas, al primer circuito de murallas y a la primera línea de torres de la Alcazaba de la Alhambra, hasta llegar a la antigua entrada de la Torre de la Vela, en un nivel inferior. En la primera pintura conocida sobre Granada, probablemente del pintor flamenco Petrus Cristus (hacia 1500). aparece una puerta de acceso a la Alcazaba que fue tapiada en época cristiana cuando perdió importancia. Analizando el cuadro, Gómez Moreno la descubrió en 1894 y fue excavada por Torres Balbás en 1906, despojándola del tapiado.

Esta puerta es sin duda la más antigua de la Alcazaba,
siendo en su día puerta exterior en disposición L
En la imagen, el abovedado de la puerta de
acceso al recinto alto de la Alcazaba
En esta puerta se pueden observar en la misma profundidad
tres tipos de arcos: de herradura, de herradura apuntado y
de medio punto, aportando un dato más a esta curiosa puerta

Es difícil imaginarlo hoy en día, pero cuando se construyó era una puerta exterior, sin alardes monumentales, con la típica disposición en recodo, y un dispositivo de atranque con materiales de relleno, así como un revellín exterior que reforzaría aún más la defensa. Se construyó en un contexto histórico de coyuntura excepcionalmente bélica, incluso interesando disimular su localización para dificultar el acceso al enemigo. De ahí su extraordinaria austeridad y solidez arquitectónica, sus pequeñas dimensiones horadadas en el paño norte del recinto alhambreño.

Los huecos de las cajas laterales para el retranqueo 
de las hojas de la puerta llamadas quicialeras son aún visibles

Tras cruzar esta primera puerta, el camino de ronda de la guardia se encuentra protegido por una muralla exterior, donde hay restos de un aljibe y tal vez de un silo, hasta llegar a la Puerta de las Armas, llamada así porque en ella se debía de deponer cualquier armamento antes de pasar al interior.

Restos del camino de ronda que transcurre tras la
Puerta de acceso al recinto alto de la Alcazaba

La construcción de la Torre y Puerta de las Armas por Yusuf I según algunos autores o por Ismail I según otros, así como las murallas asociadas a ellas, conformarán definitivamente el complejo sistema defensivo de la Alcazaba y del resto de La Alhambra, definiendo el inicio de la construcción urbanística en el conjunto monumental.

La Alcazaba está reforzada por tres murallas siendo la más elevada la más
antigua con pequeñas torres macizas salientes de origen zirí
El camino de ronda discurre elevado sobre el foso y camino a La Alhambra
La Puerta y Torre de las Armas es una torre albarrana
que se convirtió en el principal acceso a la ciudad palatina
desde la medina de Granada a través de un camino que
ascendía zigzagueante por la falda de la Sabika desde
la Carrera del Darro

Tras cruzar la Puerta de las Armas se llegaban a dos caminos: el de la derecha conducía a la Alcazaba, mientras que a la izquierda aparece una calle, que conduce a la ciudad áurea, defendida por la construcción de una cerca exterior convirtiéndolo a la vez en un foso en caso de asedio. De ahí su doble función, civil y militar, justificando su monumentalidad y decoración exterior, tapizado de azulejos en época nazarí.

Rebasada la Puerta de las Armas, existía dos alternativas,
un camino hacia la alcazaba a la derecha o un camino
a la izquierda para dirigirse a la ciudad palatina
Desde las murallas
de la alcazaba los
arqueros podían
disparar a los
desarmados viajeros
que accedían a la
medina palatina

Una vez que se cruzaba y se tomaba el camino de la izquierda, el viajero se sentiría desprotegido de armas e intimidado, extraño a La Alhambra, sintiendo la amenazante muralla jalonada de torres desde las que se sentiría la presencia de los vigilantes que observaban el río de gentes que subían desde Granada, encauzados como un río -esto no ocurriría sin embargo en la Puerta de los Siete Suelos, más lejana, reservada a los vecinos que tenían el privilegio de residir en la propia Alhambra-. Posteriormente se llegaba a un nuevo control al ciudadano en la esquina suroeste bajo la Torre del Homenaje: la Puerta de la Tahona.

La Puerta de la Tahona se encuentra envuelta por la
Torre del Cubo, siendo una evocación de dos mundos,
el musulmán y el cristiano
La Puerta de la Tahona quedó empotrada en la Torre del Cubo (en la imagen)
construida en época cristiana para la artillería, cegando el camino salvo por el
adarve superior de la muralla hasta que Prieto Moreno abrió este túnel
Tras la Puerta de la Tahona se llegaba a una plaza, frente a la Torre de
las Gallinas, desde donde surge una red de calles que llevaban a diferentes
partes del conjunto desde la Calle Real o el camino de Ronda

Volviendo a la Puerta de las Armas y tomando el camino de la derecha, el inicio del recorrido que sube al recinto alto de la Alcazaba, el visitante se encontraba un itinerario para los soldados, que dejarían sus caballos en las cuadras existentes nada más flanquear la muralla.

La Alcazaba, en concreto el patio de armas aún conserva su estructura

 

En el interior se hallaba el barrio castrense y en su patio de armas podían verse distintas construcciones dedicadas a los servicios auxiliares de la tropa. El vecindario interior se agrupaba en tres manzanas de casas, entre las que discurrían una estrechas callejuelas ocupando un espacio de forma triangular o trapezoidal estando el vértice occidental más cercano. En los castillos medievales a este espacio se le denomina plaza de armas, pero aquí es conocido como barrio castrense, pues en realidad se trata de una minúscula ciudad -estable a diferencia de los campamentos que se montaban en las explanadas cristianas-, un barrio para la tropa organizado urbanísticamente, una zona de intendencia que llevaría personal civil y artesanos por los restos de hornos, herrerías y almacenes que se han descubierto durante las excavaciones.

 
El barrio castrense de la Alcazaba no era lo suficientemente
grande como para albergar las viviendas de todos los soldados
de la guarnición, que vivirían fuera de las murallas, por lo
que seguramente estas casas se reservarían a oficiales y veteranos
Plano del barrio castrense de la alcazaba de La Alhambra

Originariamente se llegaba desde un punto situado al pie de la Torre de la Vela (a la que trataré un merecido post a parte) y desde allí enfilaba una calle dividiendo el barrio en dos sectores: el de la izquierda donde se adosaban las viviendas de la oficialidad y el baño, y el de la derecha con edificaciones más amplias, correspondiendo posiblemente a cuarteles donde los soldados dormirían en esteras, así como los lugares destinados a las gentes que desempeñaban oficios de asistencia a la tropa, tales como armeros, silleros, zapateros, herreros, cantinas, etc. Se trata de una anastilosis, es decir, de la recuperación arquitectónica por medio del arranque de los muros de los restos arqueológicos que conformaron el barrio castrense en época nazarí que quedó sepultado hasta principios del siglo XX.

 
En la imagen, tomada cerca de la Torre de la Vela,
se puede ver la calle principal del barrio castrense
que lo dividía en dos: uno de viviendas y
otro de barracones y espacios artesanales
Al igual que cualquier casa hispanomusulmana del reino de Granada, las casas del barrio castrense se repartían en torno a un patio central, donde las dependencias eran utilizadas para usos múltiples. En algunos casos se pueden aún observar el arranque de las escaleras para acceder al segundo piso, así como pequeños cubículos para retretes de agua corriente con darro al exterior.

Como ejemplo del urbanismo del barrio castrense, indicar que se han hallado
letrinas en las viviendas que disponían de desagüe como la de la imagen
Croquis de la casa principal de la alcazaba, intimista, sin alardes
exteriores en fachada o portadas y un zaguán que impedía la
visión directa del interior, organizado en torno al patio

 

De las viviendas, destaca una más principal por su amplitud, que posiblemente sirviera para alojar al Jefe de la Guarnición, con acceso en recodo, una buena alberca y hasta un hipocausto para caldear el inmueble. Se supone que sirvió además como palacete para Mohammed I durante la construcción de un palacio más regio. Asociada a esta vivienda se encuentra la Torre del Homenaje, comunicada por una salida secundaria que daba a un callejón semioculto que conducía directamente al pie de la torre siendo utilizada como último fortín en caso de peligro.

 
Imagen de la casa principal del barrio castrense, posible palacete de Mohammed I

 

 
Una vez construida la Torre del Homenaje (reconstruida sobre las ruinas de una torre más antigua que muy bien pudiera pertenecer al siglo IX) en el frente norte de la muralla, además de cumplir con funciones defensivas, servía como torre vivienda, pero al ser la más primitiva no llega a alcanzar la riqueza decorativa de otras como la Torre de la Cautiva. La Torre del Homenaje domina todo el perímetro de La Alhambra como si fuera la centinela de todo lo que sucede en el interior de la medina. Su terraza es el punto más elevado de la fortaleza permitiendo el contacto visual con las atalayas diseminadas por las montañas del entorno, tal vez mediante espejos o señales de humo para obtener información de los movimientos de tropas enemigas.
 
La Torre del Homenaje conserva su estructura y
apariencia primitiva, pudiendo ser utilizada por
Mohammed I como refugio en momentos de peligro.
 
En esta imagen se puede observar la Torre del Homenaje que cuenta
con seis cuerpos organizados a partir de pilares y pasillos en forma
de cruz, con cubiertas de bóvedas de aristas, semiesféricas y
esquifadas sobre trompas, decoradas con ladrillos pintados y 
dividiéndose en sí misma según su función: mazmorra en el
subsuelo, plantas de almacenes, la vivienda con patio y terraza

 

Entre la ruinas arqueológicas del barrio castrense destaca un baño musulmán del que se conservan los arranques de los muros, parte del suelo e hipocausto. No profundizaré más sobre el baño de la Alcazaba ya que le dediqué un post que podéis leer en el siguiente enlace.

Sin embargo, un elemento que parece extraño que falte en este barrio castrense o en la propia Alcazaba es una mezquita, cuya ausencia se ha intentado explicar con la existencia de una primer oratorio al aire libre o musalla, junto a la Puerta de la Justicia.

A la izquierda de la imagen, en la explanada, sobresale la parte superior de
entrada a los silos o mazmorras, un estrecho cuello como único acceso
En la Alcazaba había dos silos, grandes cavidades bajo tierra utilizados
para guardar alimentos ya que el suelo mantiene la temperatura
más fresca que en el exterior durante el verano
La Alcazaba no disponía de fuentes naturales de agua para abastecer las
necesidades de la población por lo que se construyó una acequia para
llevar el agua desde el río Darro y almacenarla en un aljibe para el uso público
Finalizando la calle principal del barrio castrense, ramificada con otras más pequeñas como corresponde a un barrio musulmán, se llegaba hasta una gran mazmorra, usada también como silo en tiempos de paz.
 
En primer plano la Torre Quebrada, junto a la Torre del Homenaje; la Torre
Quebrada se llama así por la enorme grieta la señala de arriba a abajo.

 

En cuanto a los materiales de construcción de la Alcazaba a los que ya he hecho mención, a diferencia de los aparejos cristianos que se levantan a base de unas estructuras de ladrillo (ladrillos ricos en calcio posiblemente procedente de arcilla no sólo de la Alhambra sino de los Ogíjares o las Gabias como opina Juan Antonio Vilar Sánchez) entre las que quedan los cajetones que se observan de tierra apisonada, el muro medieval siempre conserva los mechinales restos del antiguo encofrado en que se fraguaba el hormigón musulmán y que al ser desmontado quedaban condenados los tirantes o palos, los cuales al perderse dejan en su lugar el agujero. Sólo las bases de los muros y los arcos fueron levantados en piedra, y a decir por algunos sillares, es posible que se aprovechara alguna antigua construcción romana.

 

Torres Bermejas, en la imagen, se enlazaba a través de la
cuesta de Gomérez hasta la Torre de la Pólvora del siglo XIII
La Torre de la Pólvora, construida en el siglo XIII y remodelada en el siglo
XVII, era una torre de vigilancia, así como el acceso al adarve nazarí
sobre la barbacana meridional
Finalmente, en cuanto a la Puerta de las Granadas del siglo XVI, sustituyó a otra de la época nazarí con torrecillas de guardia que servían para control de la ronda que por allí pasaba a través del adarve superior, asegurando el enlace de La Alhambra con Torres Bermejas, tras cruzar la cañada de la hoy Cuesta de Gomérez.

El recinto cerrado de La Alhambra queda enlazado con otros adyacentes a
través de corachas como el caso de Torres Bermejas y unidas por una
muralla almenada a la fortificación principal

Primitivamente, la citada Cuesta de Gomérez, fue un barranco que dividía las colinas de la Sabika y del Mauror, y que recogía las aguas de la ladera de la Alhambra para verterlas al río Darro a su paso por Plaza Nueva pero tras la conquista de la ciudad por los Reyes Católicos, el barranco comenzó a ser utilizado como un camino natural para acceder a la Alhambra. Su nombre puede que provenga de gomeles, palabra que deriva de Gomel, en referencia a los miembros de la tribu berberisca de Gomara, del Marruecos español, que se asentaron en Granada. En el siglo XVI se inició su urbanización, asentándose en ella la aristocracia castellana y donde se abrieron numerosas posadas para albergar temporalmente a los litigantes que se desplazaban a la Chancillería.

 
http://legadonazari.blogspot.com/2015/09/la-alcazaba-de-la-alhambra-al-qasba.html?m=1