Granada ya produce con energías renovables más del 70% de la electricidad que consume
Es la provincia andaluza que más ha incrementado su potencia de ‘energías limpias’, con casi el 50% en un solo año, y apenas han empezado a operar una mínima parte de los proyectos planteados.
La provincia de Granada ya es capaz de producir más del 70% de su consumo de electricidad a través de energías renovables, gracias a las nuevas plantas solares fotovoltaicas que empezaron a operar el año pasado.
Según los datos de la Agencia Andaluza de la Energía, la provincia cerró 2022 con una potencia eléctrica renovable de 1.208 megavatios (Mw). Un año antes tenía 808 Mw.
Hasta el año pasado, Granada generaba en torno al 50% de su consumo eléctrico con fuentes renovables. El consumo eléctrico de la provincia se sitúa en torno a los 3.000 gigavatios/hora (GWh), aunque ha ido descendiendo en los últimos años (como sucede a nivel nacional) y en 2021, último año con datos disponibles, fue de 2.974 GWh. Con los 1.208 Mw de potencia eléctrica renovable instalada puede generar más de 2.200 GWh al año -según el promedio de generación de los últimos cinco años-, lo que supone un 74% del consumo eléctrico total que tuvo la provincia en 2021.
La tabla de arriba muestra la evolución de la potencia eléctrica renovable de Granada, que es la provincia andaluza que más incrementó su capacidad renovable en 2002, según la Agencia Andaluza de la Energía, con casi un 50% más de potencia instalada (de 808 a 1.208 Mw).
Un aumento que ha producido casi exclusivamente a través de la energía fotovoltaica, cuya potencia se ha más que triplicado durante 2022, y ha pasado de 157 Mw a casi 553 tras la apertura de varias macroplantas como las tres de Pinos Puente promovidas por la eléctrica austriaca Verbund, que aportan en conjunto más de 140 Mw de potencia, casi equivalente a todo lo que había ya instalado en la provincia.
En la tabla sobre estas líneas aparecen las plantas fotovoltaicas con más de 10 Mw con que cuenta Granada. Todas empezaron a operar el año pasado. Se trata de instalaciones inferiores a 50 Mw, que son las que tramita la Junta de Andalucía, mientras que a las superiores a esa potencia tiene que aprobarlas el Ministerio de Transición Ecológica. Aunque las empresas suelen hacer la ‘trampa’ de trocear sus proyectos para que cada uno no supere esos 50 Mw y así evitar la tramitación estatal, si bien en la práctica se trate de una única instalación.
Las plantas abiertas en 2022 suman 365 Mw y suponen una mínima parte de los proyectos en marcha, ya aprobados o que se están evaluando. Por ejemplo, solo en los primeros meses de este año Junta y Ministerio han dado el visto bueno ambiental a 2.373 Mw de potencia fotovoltaica y eólica, entre los que se incluyen la macroplanta que promueve Iberdrola en Cacín, con 330 Mw de potencia instalada (275 Mw nominales, los que podrá verter en la red eléctrica). Y esperando su aprobación hay otra macroplanta aún más gigantesca, en Ventas de Huelma, con 600 Mw de potencia máxima, más que todo lo que hay ahora mismo implantado en la provincia.
Varias veces más capacidad de la necesaria
Es decir, si ahora mismo Granada puede generar más del 70% de su consumo eléctrico con los 1.208 Mw instalados, de implantarse los proyectos previstos multiplicará por varias veces sus necesidades de consumo eléctrico, con lo que se convertirá en lo que ya se ha denominado como territorio de sacrificio, destinado a exportar electricidad a los grandes centros de producción o al extranjero, o bien para otros usos como el llamado ‘hidrógeno verde’, a costa de destruir grandes áreas de su territorio, con graves perjuicios medioambientales y únicamente el beneficio de los puestos de trabajo creados durante su construcción, ya que las plantas requieren escaso personal para su mantenimiento.
Además, hay que tener en cuenta que las energías fotovoltaica y eólica solo son ‘limpias’ y ‘renovables’ en cuanto a la fuente de donde proceden -sol y viento-, pues su implantación requiere un gran consumo de combustibles fósiles, tanto para la minería necesaria para extraer los materiales que utilizan -muchos de ellos metales y tierras raras cada vez más escasos- como para su transporte y construcción sobre el terreno. Y la duración de estas plantas es limitada: 20 o 25 años, y con un complicado reciclaje, aún sin resolver, especialmente en el caso de los aerogeneradores.
Junto a las instalaciones fotovoltaicas, Granada cuenta con casi 150 Mw de energía termosolar (generan energía eléctrica mediante el calentamiento de agua a través de sus paneles), mediante las tres centrales de Andasol implantadas desde hace décadas en la comarca del Marquesado, una tecnología en la que la provincia fue en su día fue pionera.
La eólica apenas crece
Por su parte, la energía eólica, que hasta 2022 era la predominante en la provincia, apenas ha crecido en el último año. De los 402 Mw de potencia instalada se ha pasado a 407, y ya está por detrás de la fotovoltaica.
La provincia cuenta con 23 instalaciones eólicas, distribuidas principalmente por las comarcas del Marquesado y la zona del Valle de Lecrín y Lanjarón, donde se sitúan la inmensa mayoría de los parques. Pero están pendientes de aprobar multitud de nuevos parques más, tanto en el noreste de la provincia, sobre todo en la comarca de Baza, y también más en el Valle de Lecrín, como los tres que está previsto que se sitúen en la zona quemada del devastador incendio de Los Guájares (su tramitación comenzó mucho antes de que se produjera el fuego).
Solo en la comarca de Baza hay en trámite al menos 11 proyectos de parques eólicos que supondrían en conjunto 431 Mw de potencia, más que los 407 actualmente en funcionamiento en toda la provincia.
28 minicentrales hidroeléctricas
Junto a las plantas solares y eólicas, Granada dispone de una extensa red de minicentrales hidroeléctricas. Es la provincia andaluza que cuenta con mayor número de instalaciones que aprovechan el agua de sus ríos para generar elecricidad. Hay en funcionamiento 28, con una potencia total de 96,33 MW, lo que supone casi un 15% del total andaluz.
Se trata de minicentrales con poca capacidad de generación eléctrica. En 2021, último año con datos disponibles, esos 96 megavatios de potencia generaron 138 GWh de electricidad, por detrás de las plantas solares y los parques eólicos. Y su aportación disminuye notablemente en años secos. Por ejemplo, en 2010, uno de los más lluviosos de las últimas décadas, el conjunto de minicentrales hidroeléctricas generaron casi 300 GWh de electricidad, mientras que en 2012 no llegaron a los 100 GWh.
Pero la situación de las centrales hidroeléctricas granadinas cambiará radicalmente si se aprueban las tres grandes centrales reversiles (de bombeo) proyectadas, dos en el embalse de Rules y una en el Negratín, ubicada en el cerro Jabalcón. Entre las tres sumarían nada menos de 1.680 megavatios de potencia eléctrica, más que todas las instalaciones eléctricas (renovables o no) ubicadas actualmente en la provincia.
Centrales de cogeneración
Además de la instalaciones de energía renovable, Granada también genera electricidad mediante combustibles fósiles a través de 19 plantas de cogeneración que usan gas natural, fuel-oil o gasóleo. En total suman 137 Mw de potencia que en 2021 generaron 675 GWh de electricidad, el 22,5% del consumo eléctrico de la provincia. Las plantas de cogeneración, como sucede con las de ciclo combinado (usan gas natural), son imprescindibles para el sistema eléctrico, ya que permiten suplir la intermitencia de las renovables (cuando no hay sol ni viento, o escaso caudal en los ríos) y dan estabilidad al suministro.
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