Cervantes pasó por Granada, como cobrador de arbitrios, dejando estela desde Baza hasta Alhama

sta noche, cuando estrenamos solsticio, allí arriba estarán los mejores. El emperador Carlos pondrá su palacio, como anfitrión para ecos y reverberos. Cervantes extenderá la anécdota y escanciará sus hermosas palabras. Manuel de Falla animará con su original música. La familia Lanz, abuelo en el recuerdo y nieto en la modernidad, abrirán nuestros ojos al asombro. Y el Festival invitará a la OCG, dirigida por Aarón Zapico, para que ocupe la otra mitad del escenario.

El domingo próximo hará justo un siglo de que, recién estrenado aquel solsticio, también se estrenó ‘El retablo de Maese Pedro’, de Manuel de Falla, en el salón de la princesa de Polignac, en París. Los últimos y equinocciales retoques a la obra, se los había dado el gaditano en su casa de la Antequeruela. Y continúa siendo un enigma el por qué el compositor eligió este tema cervantino, ante la libertad, de argumento y orquestación, ofrecida por la princesa Singer, cuando le encargó la obra en noviembre de 1918. Yo creo que fue el amor que sentía Falla hacia Francia, donde vivió su juventud, aprendió nueva música, siempre conservó grandes amigos y, al final, estrenaría algunas de sus obras. Don Manuel, «puesta la imaginación en París», rebuscó en la literatura áurea española y encontró esta página del Quijote en la que, en lontananza, espejea la época más dorada de la antigua Francia: la de Carlo Magno.

Cervantes pasó por Granada, como cobrador de arbitrios, dejando estela desde Baza hasta Alhama. También la capital nombra lo cervantino en docena y media de títulos, desde el cuartel de la avenida de Pulianas, hasta el teatro inicuamente derribado, pasando por varios centros escolares, un barrio y la escalera del Ayuntamiento, donde campea la frase más laudatoria del genio nacido junto al Henares a la ciudad recostada junto al Darro.

Sin embargo don Quijote, en sus varias salidas, nunca atravesó Puerta Elvira. Por eso han sido varios los que lo han invitado a visitar nuestra ciudad. Y, ciñéndonos al Festival, cuya 72 edición comienza hoy, ya desde su inicio, en 1952, hizo sonar el ‘Don Quijote’ de R. Strauss, en el violonchelo de Gaspar Cassadó, junto a la ONE, dirigida por Ataúlfo Argenta. Luego, en varias ocasiones, se ha bailado el ‘Don Quijote’ de Petipa y Minkus, por ser de repertorio. Y otras obras menores, inspiradas en Cervantes, han menudeado por el amplísimo programa que pronto abarcará tres cuartos de siglo. Para completar la nómina, esta noche también escucharemos la ‘Burlesque de Quichotte’ de Telemann y ‘Don Quichotte chez la Duchesse’ del menos conocido Bodin Boismortier, piezas que corroboran la universalidad del personaje en la música.

La ‘pequeña locura’ escrita por Cervantes en Madrid, ocurrida en un lugar de la Mancha de Aragón, ambientada a ambos lados de los Pirineos, recreada por Falla en la Antequeruela y estrenada en París, ha viajado al Festival de Granada en diversas ocasiones. La primera fue el 28 de junio de 1953, de nuevo con Argenta dirigiendo a un grupo de la Nacional y Lola Rodríguez Aragón como soprano. Una década más tarde, el 2 de julio de 1962, Rafael Frühbeck de Burgos, también en el Carlos V, dirigió a Isabel Penagos y Luis Villarejo con la renovada ONE, versión que pasó sin pena ni gloria. El 4 de julio de 1976 fue de las primeras veces que ‘el retablo’ se representó con marionetas en el Carlos V. Volvía Isabel Penagos, esta vez con la Agrupación Española de Cámara, dirigida por Odón Alonso, y los títeres eran de Francisco Peralta, con dirección escénica de Rafael Pérez Sierra.

Le siguió una rareza: la representación de esta pieza en el Auditorio Manuel de Falla, en octubre de 1980, durante la asamblea anual de la Asociación Europea de Festivales. Jesús Sanz Ramiro dirigió a la soprano Young Hee Lee y al tenor Pedro Gilabert, ante títeres diseñados por Soledad Sevilla y Lupe Ríos. De nuevo el Auditorio se abrió el 25 de junio de 1986 para ver un peculiar montaje de la obra de Falla por la orquesta Sinfónica de Karlovy Vary, en versión de Radomil Eliska, con el discutible vestuario de los protagonistas como los de Tip y Coll, dúo que por entonces arrasaba. Sin embargo el Auditorio también sirvió para la presentación del Josep Pons más escénico en Granada. Allí, al frente de su orquesta del Teatro Lliure, el día 17 de junio de 1989, nos ofreció una impecable versión del ‘retablo’ con dirección teatral de Carme Portaceli.

El 22 de junio de 1996 las paredes del Carlos V se salpicaron de imágenes translúcidas e inusitada frescura en el trato de este clásico. Por primera vez la obra era interpretada por nuestra OCG, en este caso dirigida por José Ramón Encinar. Ariel García Valdés fue director de escena y toda la responsabilidad visual fue de Javier Marsical, que recibió más elogios que reproches.

Tras transverberar un siglo al otro y ver el montaje de El Tridente, llegó el 25 de junio de 2019 cuando el Festival programó la versión de títeres Etcétera, con la OCG, en el Parque de las Ciencias, donde Enrique Lanz y Yanisbel Martínez echaban el resto celebrando los 30 años de su compañía. Una versión similar a aquella será la que esta noche rubrique en el Carlos V el suma y sigue.

Para el estreno de 1923 no fueron ajenas las rentas generadas por las máquinas de coser Singer. Para esta noche tres rostros serios nos harán reír: Cervantes tan severo en su apócrifo retrato, Falla de sonrisa esquiva en las fotos, Enrique de responsable a circunspecto. Porque de locura hablamos: un titiritero ambulante representa, en una venta, la historia de la princesa Melisendra, prisionera de moros en Sansueña, lejos de Francia, donde Carlos Magno reprende la pasividad de su yerno Gaiferos que no corre a salvarla. Tras compungirnos viendo a esta otra princesa de cartón, triste, ‘mirando el camino de Francia’, llega Gaiferos, pasando los Pirineos, a liberar a la cautiva –cautiverio y Cervantes, inseparables–; los huidos son perseguidos por el rey Marsilio y ahí Alonso Quijano, espectador de la farsa, no puede más y participa en la acción. Acaso no es el sueño de todos nosotros: imaginar que participamos, personalmente, en la historia que un día nos contaron, o en esa que nosotros mismos nos creamos y creemos que pudo haber sucedido.

Andrés Molinari

https://www.ideal.es/opinion/andres-molinari-antequeruela-paris-vuelta-alhambra-20230621230438-nt.html

FOTO: https://scherzo.es/comienza-la-71a-edicion-del-festival-internacional-de-musica-y-danza-de-granada/

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