Por qué salen pecas: cómo sacarles partido o fingirlas si no se tienen
Refrescar la piel, utilizar protector solar y aliarse con exfoliantes químicos o vitamina C es clave para tener unas pecas luminosas, nítidas y definidas. Y para las que carecen de ellas, expertos nos aclaran cómo fingirlas de forma natural
El amor incondicional que despiertan las pecas es digno de estudio. Si hace unas décadas eran motivo de vergüenza y los cuidados se centraban en aclararlas o esconderlas a base de capas de maquillaje, ahora son objeto de deseo símbolo de juventud, dulzura y belleza. Y es que pocas cosas son tan atractivas como una constelación de pequeños grupos de pigmentos por el rostro. Cuanto más densas sean, menos maquillaje se necesita porque destacan y cubren por sí solas. Modelos como Carissa Pinkston, Adwoa Aboah y Jing Wen destacan por lucir esa tez limpia e imperfectamente hiperpigmentada que causa furor en la juventud. El filtro de TikTok Real freckles ha viralizado la tendencia con más de 280 millones de vídeos en la red social. Eso sí, además de salpicar el rostro de pecas también alarga la cara, aumenta los labios, aclara el tono de los ojos y multiplica las pestañas. Y como ya pasó con los foxy eyes y con los labios voluminosos, las pecas que gustan en redes se intentan llevar a la vida real a base de horas de sol o maquillaje. El amor que causan las pecas tiene su porqué “son atractivas y reflejan un rostro saludable. La tendencia es resaltar su singularidad sin ocultarlas ni eliminarlas, como sí ocurre con los léntigos y las manchas”, dice el doctor Javier Capote, médico estético de Clínica Premium Marbella.
Para empezar, es necesario aclarar qué son y por qué no están presentes en todas las pieles. “Las pecas, también llamadas efélides, son manchas pequeñas de color marrón claro que aparecen en las zonas más expuestas al sol como cara, pecho, brazos y piernas. La predisposición para tenerlas es genética debido a la presencia del gen receptor de la melanocortina-1, también conocido como MC1R. Son más frecuentes en mujeres y disminuyen con la edad”, explica Karen Valera, médico estético de Tacha Beauty. Estas pequeñas hiperpigmentaciones son concentraciones de melanina que aparecen en verano y suelen desaparecer en invierno, aunque muchas personas las tienen todo el año en mayor o menor intensidad. “Se multiplican en la época estival porque la piel recibe una radiación alta que activa sus sistemas de defensa y, aunque no implican daño, indican que esa piel no se defiende de forma adecuada ante el sol o es muy sensible a la radiación”, añade Sara Carrasco, dermatóloga del Gedet, grupo español de dermatología estética y terapéutica.
Nadie nace con ellas. Como explica la doctora Mar Mira “ningún bebé tiene pecas porque las células de pigmento suben a la superficie con la edad, normalmente a partir de los dos años”. Aproximadamente el 25% de la población tiene pecas y suele darse en personas de pieles blancas y cabello claro, en especial los pelirrojos. “Suelen tener un fototipo I y II (muy blancas) no se broncean nunca y se queman con facilidad. Por tanto, deben tomar medidas especiales para protegerse del sol como limitar el tiempo de exposición solar, usar ropa que proteja la piel, sombreros y filtros de protección solar de amplio espectro durante todo el año”, comenta Geo Logusso, medical manager de Isdin. Si en verano se oscurecen y comienzan a estar muy abarrotadas es porque hay exceso de sol. A las que tienen pecas permanentes (o estacionales), les resulta complicado mantenerlas nítidas y contenidas. Expertos nos dan las claves para sacarles el máximo partido o fingirlas si careces de ellas.
Frente al calor: agua, agua y agua
Para mantener bien la tez pecosa el primer paso es evitar que salgan más, y el sol y el calor activan la melanina. Por eso es tan importante hidratar como evitar que la piel se sobrecaliente. Sin hidratación, la dermis se debilita y se vuelve más propensa a sufrir los rayos del sol. En cosmética, hay varias opciones para dar de beber a la piel “los activos estrella son la urea, el pantenol y, cómo no, el ácido hialurónico, un activo capaz de atraer hasta 1.000 veces su peso molecular en agua, no solo hidrata, sino que atrae la humedad del medioambiente”, explica Elisabeth San Gregorio, directora técnica de Medik8. Para refrescar la piel “recomiendo que además de reaplicar el SPF, la equilibremos añadiendo unas gotas de suero hidratante o una bruma fresca”, comenta Marta Agustí, experta en cosmética de Pure Niche Lab.
La doble limpieza marca la diferencia
Todos los expertos consultados coinciden en que la esencia de una piel bonita pasa siempre por realizar una correcta limpieza. “Recomiendo hacerla en dos pasos porque la piel tiene dos tipos de impurezas, de base oleosa y de base acuosa, y cada una necesita un limpiador afín con más capacidad de arrastre. Por eso, usamos un limpiador oleoso para eliminar maquillaje y SPF, y otro en espuma o gel para terminar de limpiar el resto de suciedad”, añade Sonia Ferreiro, cosmetóloga y biotecnóloga en Byoode.
Exfoliación suave: un reseteo imprescindible
Una piel pulida y suave permite que las pecas destaquen. «Una exfoliación suave mejora la pigmentación, unifica el tono, promueve los mecanismos de hidratación y aporta brillo y luminosidad. Se puede exfoliar dos o tres veces a la semana con una mascarilla, o a diario con un tónico, que suele llevar menor carga exfoliante para no irritar la piel con un uso tan continuado”, dice Natalia Abellán, directora técnica de Ambari. Los expertos de Paula’s Choice recomiendan utilizar exfoliantes químicos que no requieren fricción “es un producto que, mediante la acción de diferentes ácidos, desprende las células muertas sin necesidad de ejercer una acción física. Hay dos grandes grupos: los que están formulados con AHAs (alfahidroxiácidos) y los formulados con BHAs (betahidroxiácidos). El ácido glicólico y el ácido láctico son ejemplos de AHAs, mientras que el ácido salicílico es probablemente el BHAs más conocido”.
Protector solar: la prioridad número uno para las pecas
Lo que convierte una piel pecosa de encantadora a dañada es cuando comienza a adquirir lentigos. Porque las pecas son adorables, pero manchas no lo son. ¿Cómo diferenciarlas? “Las pecas se vuelven más oscuras en el verano y se desvanecen o se vuelven más claras en invierno. Los léntigos mantienen su tono durante todo el año. Para proteger la piel de los efectos dañinos del sol, es importante tomar medidas de preventivas, como aplicar protector solar de amplio espectro, usar sombreros y evitar la exposición durante las horas en las que la radiación solar es más elevada”, aclara el Dr. Javier Capote, médico estético de la Clínica Premium Marbella. Para la Dra. Karen Valera “la exposición solar directa, sin ningún tipo de protección, con la intención de estimular la melanina y provocar que salgan pecas es una práctica peligrosa. Aunque las pecas son lesiones benignas, la presencia de este gen sumado a la exposición solar directa, puede facilitar la aparición de melanoma”. Sara Carrasco, dermatóloga del grupo Gedet recomienda apostar por la triple protección “las pieles con pecas se defienden peor de la radiación ultravioleta y si se exponen al sol tienen mayor probabilidad de desarrollar a edades precoces carcinomas basocelulares y carcinomas espinocelulares, que se relacionan con la radiación crónica. Por eso, además de la protección tópica y física deben incorporar protección oral. Existen preparados nutricionales con demostrada eficacia para proteger en los meses de alta radiación”.
Invierte en vitamina C
Rostros con pecas: el mejor ingrediente para cuidarlas en verano es la vitamina C. Este activo ayuda a suprimir las células de melanina y mantiene las pecas bajo control. “La vitamina C unifica el tono, trata las manchas y es capaz de inhibir la producción de melanina. Además, es un muy buen antioxidante y revierte los signos de envejecimiento”, remarca Natalia Abellán, directora técnica de Ambari. Solo tienes que encontrar el producto más adecuado para tu tipo de piel y su estado. “Es apto para todas las edades y lo puedes encontrar en farmacias en forma de serums, cremas, esencias y fórmulas aptas para pieles grasas, secas y sensibles”, señala Lorena Escrivá, directora técnica de Mabo-Farma, laboratorios de SkinRoutine by Paloma Sancho.
Vigila tus pecas
Y recuerda: para que las pecas estén bien cuidadas es importante prestarles atención. “Lo importante es intentar que no se activen, ya que cuando salen la piel ya ha recibido demasiada radiación. Si aparecen nuevas o cuando una peca modifica su tamaño o cambia de color debemos acudir a un dermatólogo. Una buena regla es el ABCDE en la que se valoran los cambios en el tamaño, bordes, color, diámetro y síntomas de lesiones pigmentadas”, dice Sara Carrasco, dermatóloga del grupo Gedet.
Aumenta el consumo de carotenos
Una buena dieta puede beneficiar al estado de las pecas. “Recomiendo aumentar el consumo de carotenos, ya que estos activos se depositan poco a poco bajo nuestra piel y ayudan a lograr un color más homogéneo, sano y radiante. Los encontrarás en zanahorias, calabazas, tomates, fresas, y todo tipo de frutas y verduras amarillas, naranjas y rojas”, dice Silvia Oliete, directora de los centros Blauceldona.
Maquillaje: el aliado para lograr pecas naturales
Si se carece de pecas la mejor opción para tenerlas pasa por recurrir al maquillaje y recrearlas en aquellas zonas más expuestas al sol: mejillas y nariz. Suelen ser de color marrón café o marrón rojizo y tienen diferentes tamaños. “Las piden mucho las actrices que buscan un look fresco, veraniego y juvenil porque realmente da un aspecto naíf y aniñado”, dice la maquilladora Noemí Nohales. Y continua “se pueden hacer de muchas formas. Un truco para maquillar pecas es utilizar un lápiz especial para ellas. Para que queden reales hay que hacerlas de diferentes tamaños y utilizando la parte más gruesa del lápiz, y también el canto para que no se vean tan marcadas. Un tip muy viral y más complicado consiste en pulverizar un spray de color de cabello, tipo castaño, a unos 50 centímetros de distancia y posicionarlas a toquecitos con una esponja. Quedan bien a base de mucha práctica y experiencia.
Independientemente del método elegido, lo más importante es hacerlas siempre después de la base y del colorete y tener en cuenta el color de la piel. Si es más clara, utilizar un tono rubio y si es más oscura, un tono más tipo marrón”, insiste Noemí Nohales. Si no tienes a mano un lápiz específico para pecas, Junior Cedeño, maquillador de Dior apuesta por “escoger uno de cejas ultrafino porque tienen una textura mucho más seca que los lápices de ojos y evitan que el dibujo se desplace”. El último truco que causa furor en redes, explican los expertos de la firma St. Tropez “consiste en depositar una pequeña cantidad de espuma autobronceadora en un recipiente y mojar con cuidado las puntas de las cerdas un cepillo de dientes. Después presiona levemente el cepillo sobre la zona alta de las mejillas y el puente de la nariz. Termina retirando el exceso con un pañuelo de papel. Para que esta técnica resulte se debe exfoliar el rostro al menos 24 horas antes, y trabajar siempre sobre la piel limpia y seca”.
FOTO: Se estima que el 25% de la población tiene pecas. Foto: launchmetrics
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