Es el margen que supuestamente se concede a todo gobierno cuando llega y expira el 25 de septiembre para los nuevos alcaldes. Era en otros tiempos. El PSOE andaluz busca ya candidatos para las capitales en 2027. Marifrán Carazo intensifica sus contactos con empresas y acelera la gestión para que se visualice el cambio

Cien días fue el periodo de confianza que tuvo el presidente Roosevelt para poner en marcha sus primeras políticas intervencionistas con las que combatir los efectos de la Gran Depresión. Cuando la política guardaba algo de sosiego y la crítica del adversario tenía más argumentos que adjetivos zafios, cien días era también la tregua no escrita que la oposición daba al nuevo gobierno para que aplicara sus medidas y marcase el rumbo de su gestión. Ahora, en cien días se pueden celebrar dos sesiones de investidura y aprobar una ley de amnistía por la vía de urgencia.

Los cien días para los nuevos alcaldes se cumplen el 25 de septiembre, pero el PSOE ya calificó de «lamentable» la gestión de Marifrán Carazo cuando apenas llevaba una semana en la alcaldía. En los últimos días la ha acusado en cambio de «parasitación» por valerse de los proyectos que dejó Paco Cuenca. Y es difícil deducir si para los socialistas esas iniciativas ‘parasitadas’ son buenas o lamentables. La portavocía de facto la ha ejercido Jacobo Calvo, hasta que hace unos días reapareció Paco Cuenca con los vecinos de Albayda para afirmar que sus sucesores pasan más tiempo en los despachos que en las calles. Algo que –de ser cierto– no es necesariamente negativo; depende de lo que se haga en los despachos y en las calles.

Marifrán Carazo arrancó su primer curso político al cien por cien hace dos semanas y pretende acelerar algunos trámites para que se perciba la imagen de «gestión» que arrastra desde su paso por la Consejería de Fomento. Recientemente se ha reunido con el Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Granada –preparan una nueva ordenanza– y, aunque haya pasado desapercibido, estuvo en la inauguración del curso en las escuelas infantiles. Esa fotografía se la han hecho todos los alcaldes, pero Marifrán quiere tener presencia permanente en los colegios para llegar a los vecinos más pequeños y sensibilizar en cuestiones como la limpieza o el agua –por cierto, está garantizado el suministro doméstico–. También tendrá la alcaldesa más influencia en Madrid, donde la sevillana Tita Astolfi acaba de suceder como delegada de la Junta en la capital de España al ahora senador granadino Vicente Azpitarte, persona del entorno de Carazo y con una buena agenda de contactos. Otro de los empeños de Marifrán es involucrar a la Junta en todos los proyectos relevantes de Granada. El próximo viernes, el presidente andaluz, Juanma Moreno, realizará la visita institucional al Ayuntamiento.

EL PSOE ACELERA

No quiere el PSOE andaluz que este nuevo curso sea cómodo para Juanma Moreno. Es decir, que también lo sea. Los socialistas –desnortados en la oposición– no han encontrado aún una línea realmente de desgaste al gobierno de la Junta y andan obcecados con debates de micropolítica que difícilmente trascienden los muros del Parlamento. Saben que hay problemas con la atención primaria, cosa distinta es como armar un discurso sin resultar sospechosos y que enganche con los ciudadanos.

El lunes celebraron en Sevilla la interparlamentaria y Carmen Calvo fue quien tomó la palabra en representación de Granada. La exvicepresidenta fue la primera que se vio envuelta en un absurdo dialéctico en noviembre de 2018, cuando para justificar el cambio de opinión en Cataluña dibujó un alambicado desdoblamiento entre el candidato Pedro Sánchez y el presidente del Gobierno, también llamado Pedro Sánchez.

El termómetro de la investidura varía por semanas. Los socialistas granadinos de primera línea mantienen que habrá Gobierno antes de noviembre. En el sanedrín de los históricos, muchos comparten las últimas reflexiones de Felipe González y Alfonso Guerra. Y en el PP –que empezaban a asumir su rol de oposición– ahora intuyen que «toma cuerpo» la repetición electoral.

Sin embargo, el PSOE andaluz está en otro escenario. Ya ha puesto en marcha la maquinaria para armar candidaturas sólidas en las ocho capitales y en los pueblos mayores de 10.000 habitantes para 2027. Los informes están pedidos y Juan Espadas quiere empezar a tomar decisiones a partir de enero. Y entre ellas figura Granada. Paco Cuenca se mantiene en la plaza del Carmen y lo compatibiliza con un extraño rol en Diputación –aún por definir–. Entre los pueblos que le ha encomendado el partido hay alguno de la Contraviesa. Le ha penalizado demasiado su enfrentamiento al Gobierno por la chapuza de la agencia de inteligencia artificial. Un ejemplo de que, en política, a veces, es más rentable hacer lo que te conviene en lugar de lo que corresponde. Casi siempre es así.

Quico Chirino  Granada

https://www.ideal.es/granada/final-tregua-cien-dias-20230910002445-nt.html

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