Dos oftalmólogos granadinos realizan 360 operaciones de cataratas en Honduras

En este país, únicamente cuentan con tres oftalmólogos y además la operación es tan cara que la gran mayoría de la población aunque pudiese acceder al servicio no podrían costearlo

Perder la visión para muchos, es perder su vida. En países como Honduras, tener cataratas es sinónimo de convertirte en un desplazado, un inadaptado. No puedes trabajar y, en uno de los países más peligrosos del mundo, salir a la calle sin tener todos tus sentidos al cien por cien es una temeridad. En este país, únicamente cuentan con tres oftalmólogos y además la operación es tan cara que la gran mayoría de la población aunque pudiese acceder al servicio no podrían costearlo. Francisco Manuel Hermoso y Joaquín Fernández son dos oftalmólogos granadinos que sacrifican sus vacaciones para realizar estas operaciones de forma completamente gratuita.

Este ha sido el primer viaje de Francisco, natural de Atarfe, con la Fundación Elena Barraquer, pero asegura que no será el último. En la semana en la que han estado en Honduras, han realizado 360 operaciones de cataratas a personas sin recursos del país. «Hemos recibido a una mujer que llevaba tres años sin salir de casa porque no veía». Tras una operación de quince minutos, esta mujer pudo ver de nuevo.

Las cataratas no son una operación fácil, pero si rápida. «Le puedes cambiar la vida a la gente en solo quince minutos –explica Joaquín, como jefe de la expedición–. Si no ven no pueden trabajar y si no trabajan no viven».

Y es que como ambos explican, de esto trata la vocación. «Cuando uno decide ser médico es porque quiere ayudar a la gente. Por suerte en España existen unos principios de equidad y un gran sistema público que permite que todo el mundo sea atendido, pero hay muchos países que no tienen esa suerte», incide el médico.

De ahí que Joaquín realizase durante 2022 hasta cuatro expediciones distintas, mientras que Francisco se acaba de unir pero seguirá participando en el futuro. «Es super reconfortante. Aunque es muy cansado físicamente vuelves con más energías, revitalizado», comenta Francisco. De hecho, este viaje ha hecho que varios de sus compañeros le hayan preguntado cómo unirse. «Más de diez médicos me han escrito para saber si ellos pueden participar». Porque no solo es estar una semana entera empezando a las seis de la mañana y terminando a las ocho de la tarde, es que además es sacrificar parte de tus vacaciones para, en vez de descansar, ayudar a gente en situación de extrema pobreza.

La expedición la han conformado diez personas, y aparte de Francisco y Joaquín había otro oftalmólogo más, dos instrumentistas y cinco ayudantes de campo. Joaquín Fernández ha sido el jefe de la expedición, que ha durado siete días, desde el 16 al 25 de julio.

Las expediciones siempre tienen el mismo modus operandi: el primer día se dedica íntegro a montar todo el quirófano. Aunque cuentan con el apoyo de los médicos locales, la mayoría del trabajo y el material lo aporta la Fundación. El último día lo dedican también exclusivamente a desmontar el equipo y a revisar a los pacientes operados el día anterior, por lo que la proeza es mayor, pues solo realizan operaciones durante cinco días, por lo que sale a una media de 72 operaciones diarias. Este viaje, que ha sido organizado junto con el consulado de Honduras en Valencia, ha supuesto, según cálculos del gobierno hondureño, 750.000 dólares de ahorro en operaciones gracias a las 360 intervenciones realizadas por el equipo de la Fundación Elena Barraquer.

Aparte de las 360 operaciones, este equipo ha realizado entre 150 y 180 consultas diarias. «El problema de la ceguera evitable es el mejor porque es el que tiene solución, pero también acude gente con glaucoma que necesita que le alivies de alguna manera y para eso estamos también», finaliza Francisco Hermoso. Y es que, como dice Elena Barraquer: «Si todos los oftalmólogos del mundo dedicáramos una semana de nuestro tiempo a los demás, se solucionaría el problema de la ceguera evitable», afirma.

La Fundación Elena Barraquer se ha convertido en una referente en el tratamiento de las cataratas en todo el mundo. Solo en España, esta fundación es por volumen de operaciones, la quinta del país que más intervenciones realiza, incluyendo todos los hospitales del país, aunque la gran mayoría de las operaciones las realiza en países en desarrollo. La doctora Elena Barraquer fundó la fundación en el año 2017, aunque ella llevaba ya años realizando por su cuenta estos viajes solidarios.

Joaquín Fernández ya realizaba estos viajes con ella y actualmente, aparte de su profesión también cumple la función de patrono de la fundación. Actualmente la asociación tiene planeados siete viajes más antes de terminar 2023, cinco de ellos a África (Congo, Ghana, Madagascar, Botsuana y Cabo Verde), uno a Argentina (Taco Pozo) y otro a Guatemala.

Álvaro Garrido