Provoca un ‘chute’ de azúcar que favorece la obesidad, la diabetes, el colesterol…

Los científicos han colocado a los refrescos azucarados en esa lista negra de alimentos, bebidas y hábitos de vida que incrementan el riesgo de cáncer. Las últimas investigaciones realizadas advierten de que el abuso de estas bebidas azucaradas aumenta las muertes por causas relacionadas con la salud. Uno de estos trabajos concreta que las mujeres que toman un refresco al día elevan sus posibilidades de sufrir un cáncer de hígado. Los médicos y los nutricionistas hace tiempo que les han declarado la guerra y piden descartarlos de las dietas, mientras que la Organización Mundial de la Salud reclama medidas eficaces a los países para limitar su consumo.

La investigación realizada por la Universidad de Harvard hizo un seguimiento a más de 90.000 mujeres postmenopáusicas de 50 a 79 años durante cerca de dos décadas. Alrededor de un 7% de las participantes indicaron que ingerían una o más bebidas azucaradas al día. Los resultados mostraron que las que tomaban al menos un refresco diario tenían un riesgo un 73% más alto de sufrir cáncer de hígado, en comparación con las que nunca los bebían o ingerían menos de tres al mes. Los autores del trabajo sacaron una conclusión: reducir el consumo de bebidas azucaradas sirve como estrategia de salud pública para rebajar la incidencia del cáncer de hígado.

Científicos del Instituto Catalán de Oncología (ICO) y del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) completaron otro estudio en el que tomaron parte 452.000 personas de ambos sexos, de diez países europeos. Tras un seguimiento de más de quince años, los investigadores comprobaron que las bebidas endulzadas aumentan la incidencia de la obesidad y la diabetes tipo 2, «factores de riesgo del cáncer de hígado». Los resultados, publicados en la revista ‘JAMA Internal Medicine’, sostienen que tomar refrescos a diario –tanto azucarados como edulcorados de forma artificial– se relaciona también «con un mayor riesgo de muerte por enfermedades circulatorias o digestivas».

Efectos en el organismo

Pero, ¿cuál es el efecto que producen en el cuerpo para que sean tan dañinas? «Cuando tomamos una bebida azucarada inundamos nuestro tubo digestivo de fructosa disuelta en agua, que es absorbida rápidamente por las células intestinales, hasta el punto de desbordarlas. Entonces llega al hígado, donde se transforma en grasa», describe Marta Alegret, doctora en Farmacia e investigadora.

El hígado se encarga de repartir este exceso de grasa por todo nuestro organismo. «Si esto sucede de forma aislada, no tiene mayor importancia. Pero si el consumo se hace de forma abundante y frecuente, a la larga tendremos problemas de salud. El exceso de grasa depositada en nuestro organismo causa obesidad, diabetes, colesterol alto…».

Con el tiempo, «los trastornos del metabolismo aumentarán el riesgo de que padezcamos un infarto o, incluso, un proceso canceroso», añade. Recuerda la investigadora que los estudios científicos «asocian una mayor incidencia de cáncer cuanto mayor es el consumo de azúcares». Y advierte de que los zumos de frutas naturales también provocan similares efectos negativos para la salud. «Al beber un zumo ingerimos mucha más cantidad de fruta que si la tuviéramos que pelar y masticar. Además, como no tomamos la fructosa en su envoltorio natural, se absorbe de golpe, y llega rápidamente al hígado», añade. Y desencadena ese proceso dañino para la salud.

Daños similares al alcohol

«El consumo habitual de los azúcares añadidos tiene efectos tóxicos en el hígado, similares a los que produce el alcohol. Los peligros para la salud que conllevan en especial los azúcares añadidos son de tal calibre que justifican un control similar al de la bebida», apoya el especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública Miguel Ángel Martínez. «Algunos estudios relacionan el abuso del azúcar, además de con el cáncer, con problemas cognitivos prematuros», incide.

1.800 millones de litros de refrescos y bebidas gaseosas se consumen al año en los hogares españoles –más en los que hay niños–. Son cerca de 40 litros por persona. Los preferidos son los de cola. A la cabeza están Castilla La Mancha, Andalucía, Murcia y Baleares. Ylas comunidades con menos consumo son La Rioja y Navarra.

En los últimos años, el consumo de bebidas azucaradas se ha sustituido en parte por otras edulcoradas, pero no es una solución. La Organización Mundial de la Salud ha publicado recientemente una recomendación en la que desaconseja el uso de edulcorantes, ya que no ofrecen beneficio a largo plazo en la reducción de la grasa corporal y elevan el riesgo de sufrir diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y mortalidad en adultos.

La OMSha pedido elevar los impuestos sobre los refrescos . El Ministerio de Consumo planteó en 2020 subir el IVA de estas bebidas del 10% al 21%, dentro del plan de acción contra la obesidad infantil. Sin embargo, las patronales del sector se echaron encima de la decisión del Gobierno, y finalmente solo afectó al comercio y no a la restauración. Aún así, logró reducir el consumo.

Marta Fdez. Vallejo

https://www.ideal.es/vivir/salud/refresco-dia-eleva-riesgo-cancer-higado-20230922192401-ntrc.html

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