«LAS EMOCIONES DE UN ROBOT» por José Vaquero
REPRODUCIMOS LA CARTA QUE NUESTRO COLABORADOR ENVIÓ A IDEAL DE GRANADA EL 3 DE MARZO DE 2020 PORQUE SIGUE SIENDO DE ACTUALIDAD
Amigos de IES “Ilíberis” : ¿Avanzará tanto la tecnología que algún día seremos capaces de crear robots que piensen y sientan como nosotros? Este es el tema de la carta que hoy me publica Ideal y que os inserto seguidamente junto a una imagen del robot Affetto:
Sr. Director de Ideal: en la contraportada de Ideal del pasado 26 de febrero leí una información titulada “Los replicantes de “Blade Runner” ya están aquí” y firmada por José Antonio González. En ella se afirma que un grupo de investigadores nipones ha creado un robot que reproduce gestos y expresiones humanas y que es capaz de sentir emociones. Bautizado con el nombre de Affetto, sus creadores aseguran que inicia una nueva era robótica.
Me pregunto si llegará el día en que podamos conversar con robots de forma inteligente, de modo que ellos también sepan gestionar y expresar sus sentimientos. Movido por dar respuesta a esta pregunta, indagué en Internet y encontré un vídeo de YouTube que muestra las habilidades de Affetto. Me llevé una decepción. Y la respuesta que me di, al observar las imágenes del robot nipón, es negativa. Veo en ellas unos comportamientos muy mecanizados y fríos. Más parecen escenas de una película de terror que respuestas de un niño a una serie de estímulos. Deduzco de ello que jamás un robot podrá sentir como sentimos los humanos. Nosotros manifestamos nuestras emociones y sentimientos interactuando con los demás. Nuestras respuestas pueden ser inesperadas y distintas para cada persona. Y lo hacemos porque nuestra esencia y naturaleza es diferente a la de una máquina.
La diferencia fundamental es que al hombre podemos educarlo, a la máquina no. Ésta actuará siempre de la misma forma y siguiendo las mismas pautas para las que la hemos programado. La persona, no. Pensemos en el ámbito educativo, que es el que yo conozco. Supongamos una clase en la que el profesor es sustituido por un robot. ¿Podemos dotar a éste de las capacidades necesarias para educar a los alumnos? La respuesta es no, porque educar es mucho más que formar. Los alumnos deben sentir que se les valora, se les respeta y se les quiere, que su vida nos importa. Y Pienso que jamás podrá fabricarse un robot que transmita estos sentimientos. Porque en el acto docente es básico conectar con el corazón, y una máquina, por muy perfeccionada que la hagamos, nunca lo tendrá.
Como señalaba Aristóteles, 350 años antes del nacimiento de Cristo, “educar la mente sin educar el corazón no es educar en absoluto”, y como afirmaba la escritora estadounidense Maya Angelou, “las personas olvidarán lo que dijiste y lo que hiciste, pero nunca olvidarán cómo las hiciste sentir”. Y, jamás una máquina podrá hacer sentir a los alumnos como los hace sentir un buen maestro.
FOTO: EL ROBOT AFFETTO