El complicado paso de primaria a secundaria: la asignatura pendiente de la educación en España

Acoso y abandono escolar se gestan en esta etapa educativa en la que pasan de centros de primaria casi familiares a institutos como centros comerciales

Hemos empezado escuchando un fragmento del documental ‘No estás solo’ del fotógrafo y artista Diego Sanchidrián, en el que hablan víctimas de acoso, profesores, psicólogos, educadores sociales e incluso un acosador que, ahora de adulto, se arrepiente. El responsable de este proyecto quiere hacernos reflexiones desde todos los ángulos sobre este drama que viven día a día miles de menores y familias. Llevan 2 años trabajando en ello y han abierto un crowdfunding para acabar de darle el impulso definitivo.

Las medidas contra el acoso escolar funcionan

Esta semana se ha publicado una investigación, impulsada por la Fundación Cola Cao y realizada por la Unidad de Psicología Preventiva de la Universidad Complutense, que dice que 6’2% de los alumnos se reconocen como víctimas de acoso escolar. Es casi dos alumnos por clase. La doctora en psicología de la UCM, María José Díaz Aguado dice que los datos han mejorado respecto a los de hace 10 años, y eso demuestra que las medidas contra el acoso escolar adoptadas están funcionando.

Esto no quita que se tenga que seguir trabajando y la clave es dotar de medios «y empoderar a la comunidad educativa» en todos los centros para que puedan seguir trabajando, porque mientras haya una víctima hay que seguir trabajando. Queda mucho por hacer, pero que el 80% de los alumnos entre 4º de primaria a 4º de la ESO recuerda haber trabajado en su centro educativo el acoso y qué hacer para detenerlo. «Y eso significa menos acoso y menos acosadores». Hay un momento clave que es el tránsito de la primaria a la secundaria, cuando con 12 años cambian de centro.

En ese capítulo la doctora Díaz Aguado señala un sesgo de género interesante porque ese momento vulnerable en las niñas se produce un años antes, en sexto de primaria, cuando empieza su pubertad.

Pasar de un centro de primaria casi familiar a uno como un gran centro comercial

Esa es la reflexión que le hacen a nuestra compañera, Marta Centella, los educadores sociales del Instituto del barrio de Las Palmeras en Córdoba. Inmaculada Romero, Manuel Ríos y Diego Requena que trabajan en este centro, cuentan que casi el 100% de los alumnos no siguen estudiando al acabar la enseñanza obligatoria en 4º de secundaria. Eso si lo acaban, muchos se quedan por el camino.

Ellos tienen claro que es un trabajo complejo que tiene que implicar a todos los vecinos, profesores, familias etc. Y ponen el acento en el shock que supone pasar del entorno casi familiar de los centros de primaria a la despersonalización de los institutos como grandes centros comerciales. Esta imagen le parece muy acertada al profesor de pedagogía internacional de la Universitat de Barcelona, Enric Prats. «Hay lugares en los que se han integrado centros de secundaria y primaria para suavizar esa transición». Prats apunta que hay medias a corto y medio plazo que podrían funcionar.

Estamos pensando en lo de siempre: más recursos económicos y académicos, pero también más apoyo y más formación para sensibilización en los profesores de secundaria. «En la universidad formamos en la profesión, pero el oficio se aprende en las aulas» porque los docentes de secundaria muchas veces son licenciados, especializados en materias, que igual están ahí porque no han encontrado otro camino en su especialidad. Hacen un master para dar clases pero no están preparados para enfrentarse a los problemas que supone un aula llena de adolescentes.

 

Lourdes Lancho

 

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