LA ATARFEÑA ANA MARIA RECLAMA AL «SAS» POR LA MUERTE DE SU MADRE

A Ana María, atarfeña de 53 años, no le diagnosticaron el cáncer hasta 16 días antes de morir, pese a un periplo por los hospitales: «Pasó un infierno». Reclama al SAS por la muerte de su madre en Granada tras 22 visitas a Urgencias en un año

Si Ana María López (1970-2023) hubiera sabido que padecía un agresivo cáncer, su último año de vida hubiera sido muy diferente. Y no solo por la oportunidad que habría tenido de recibir cuidados y tratamiento médico, también a nivel emocional, sus cuatro hijos la habrían acompañado mejor y «se habría evitado mucha angustia». «Mi madre vivía sola, si lo hubiéramos sabido habría estado siempre acompañada. La habríamos hecho disfrutar más la vida y sin embargo sufrió un infierno», explica desconsolada una de las hijas de Ana, de 32 años, que también lleva el nombre de su madre.

Ana María López, vecina de Atarfe, murió el pasado 23 de septiembre, 16 días después de que le diagnosticaran un cáncer cérvico uterino con metástasis óseas, que le provocó dolores agudos y le había llevado hasta en veinte ocasiones a visitar las urgencias de su centro de salud y el hospital durante el último año. Tenía solo 53 años.

Limpiadora de profesión, Ana María, estaba separada, vivía en Atarfe y sus hijos la definen como una mujer enérgica y llena de ganas de vivir. Se ganaba el cariño de todo el mundo. «Era puro nervio y energía, por eso aguantó tanto a pesar de lo que estaba sufriendo», apunta su hija. Su infierno comenzó en junio de 2022, cuando comenzó a sufrir dolores abdominales y sangrados vaginales que en principio achacó a la menopausia y que le llevaron a acudir a Urgencias de su centro de salud y del Virgen de las Nieves hasta en veinte ocasiones en un año. «Llegaba doblada de dolor, con dolores de metástasis y le daban el alta. En una consulta de urgencias le llegaron a decir que lo que tenía era gases, que eso se quitaba con un peo, dos peos, tres peos», relata con rabia su hija.

Y es que al dolor por la pérdida de una mujer tan joven, añaden la impotencia y la frustración de no haber llegado a tiempo para aliviar el sufrimiento que la tenía destrozada física y psicológicamente, por lo que la familia ha presentado una reclamación de responsabilidad patrimonial a la administración pública, la fase administrativa previa a la vía judicial, en el caso de que el SAS no la atendiese.

El documento, al que ha tenido acceso IDEAL, expone que pese a la persistencia del cuadro clínico, «no se le prescribió la realización de un TAC hasta agosto de 2023, catorce meses después de la primera visita a Urgencias, cuando el cáncer estaba totalmente extendido, con metástasis, lo que le causó la muerte a la paciente a los 16 días».

La reclamación, presentada por el abogado especialista en Derecho de Tráfico, Responsabilidad Civil y Seguros Joaquín Perales, cree evidente «el error en el diagnóstico, el déficit asistencial que motivó un retraso de catorce meses en el diagnóstico y con ello una pérdida de oportunidad». Por tanto solicita una indemnización económica de 251.000 euros para la familia, que incluye los daños morales.

«Cuando por fin la ingresaron ella sabía que ya era tarde. El oncólogo se lo dijo todo con la mirada. Mi madre estaba ya en los huesos y con la barriga inflamada, sabía lo que le iba a pasar y fue ella misma la que me animó a denunciarlo. Lo que no sabía la pobre es que iba a durar 16 días», relata Ana.

Tanto a ella como a sus hermanos le pesan la angustia de los días en los que su madre estuvo sola porque no sabían de su gravedad y de no haberla hecho pasar más buenos momentos. «No sé si se hubiera podido salvar si la hubieran cogido a tiempo, pero lo que sí sé es que se le podría haber quitado el dolor, que no habría estado penando en sus últimos meses. Si lo hubiéramos sabido, la hubiéramos llevado más días a la playa que le encantaba, hubiéramos disfrutado más momentos simples con ella. Sin embargo mi madre se murió penando, sin poder comer ni beber», continúa Ana, rota de dolor.

«Reclamamos por ella y por nosotros, porque se nos ha quedado una pena y un cargo de conciencia con el que tenemos que vivir para siempre y reclamamos para que las cosas cambien, para que esto no le vuelva a pasar a nadie en el Servicio Andaluz de Salud», sentencia.

Tras la reclamación, el Servicio Andaluz de Salud se ha puesto en contacto con la familia y le ha comunicado un cambio de diagnóstico a un tumor de vejiga con componente genético. «El apellido que le pongan al cáncer no es definitivo, la cuestión es que no se le practicaron las pruebas diagnósticas y la pérdida de oportunidad es evidente», concluye el letrado Joaquín Perales.

Mercedes Navarrete 

FOTO : Ana María Aguado mira un retrato de su madre Ana María, que falleció el pasado 13 de septiembre. Alfredo Aguilar

https://www.ideal.es/granada/reclama-sas-muerte-madre-granada-tras-visitas-20231226235639-nt.html

 

 

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