23 noviembre 2024

Casa del Ingeniero

Se trata en realidad de un conjunto de viviendas adosadas que junto con la ermita forman una unidad estilística. Son construcciones, en general de una planta, salvo el torreón externo, con escalera exterior y ventanas con arco de medio punto. Todos sus paramentos están enfoscados y pintados en color crema; aleros, recercados y zaguán en blanco.

Como la mayoría de las edificaciones del pantano fue construida en la década de los 40, siendo diseñada por Francisco Prieto Moreno.

Reseña Histórica

Estas viviendas son las que componen el poblado del Embalse, y fue construido al comienzo de las obras del mismo (aproximadamente en 1948) con la finalidad de ofrecer alojamiento próximo al personal adscrito a la obras durante toda la construcción y para su posterior mantenimiento. Se edificaron viviendas para ellos y sus familias, además de una clínica de urgencias con enfermería, una escuela y la capilla.

Jardines del Pantano de Cubillas

Jardín de trazado geométrico al estilo de los nuevos jardines del Generalife. Están formados por pequeñas paratas y setos de Arrayán, la glorieta de los Cipreses y demás arbolado.

Todo ello integrado con la edificación de la ermita y casa del ingeniero. Forma parte del conjunto edificado junto a la presa del pantano, perteneciente a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. Se asimila a un elemento edificado, aunque realmente no lo sea.

Puente sobre el aliviadero del Embalse

Construido en 1954, está situado sobre el canal del aliviadero del embalse de Cubillas, en la variante de la carretera de Jaén a Granada.

La solución adoptada es un arco tímpano de 49 m de luz, de directriz circular y con un espesor en clave estricto. La estructura está formada por cuatro cuchillos longitudinales equidistantes 3 m; cada cuchillo se compone de dos partes: un arco inferior rectangular sobre el que se conecta y hormigona el tabique superior que constituye el tímpano. Estos tabiques se unen con la losa del tablero que refuerza y da rigidez al conjunto.

Los arcos son prefabricados y triarticulados en fase de construcción. Se prefabricaron en dos semiarcos independientes sobre una cama, bajo su posición definitiva. Se elevaron con una grúa, situada a los cuartos de la luz, y se apoyaron en los salmeres y en un castillete central de madera para soportar los semianillos hasta cerrar la clave.

Una vez cerrados los arcos se arriostraron con vigas transversales, también prefabricadas, y se retiró la torre central. A continuación se hormigonaron los tímpanos, unidos a los arcos prefabricados, y después se hormigonó la losa del tablero. Ésta se hizo por fajas transversales, de 2,5 m de ancho, siempre de manera simétrica y controlando que en la estructura inferior no se produjeran flexiones inadmisibles.

Fernández Casado resuelve de este modo y en una misma operación la supresión de la cimbra —cara, incómoda y molesta— y la ejecución de la obra mediante prefabricación.