La reina de Granada
Tras la última restauración, la colosal estatua que corona el edificio Isabel la Católica luce en todo su esplendor, como se observa en las espectaculares fotos inéditas tomadas a 30 metros de altura que aparecen en este reportaje
José Manuel, portero del edificio Isabel la Católica desde hace más de veinte años, escuchó en 2019 un estruendo y se asomó raudo a la calle. Un pequeño fragmento se había precipitado desde algún lugar de la fachada. «Comprobé que no había ningún accidentado y avisé a la arquitecta», recuerda. Tras una primera inspección, no tardaron en confirmar la sospecha: el ‘aerolito’ procedía de la escultura de la reina que corona este inmueble construido entre 1946 y 1952 para albergar, entre otras dependencias, el teatro Isabel la Católica.
Se había desprendido un dedo de la colosal estatua de 4,5 metros de altura esculpida por Nicolás Prados López en 1948. Hay una fotografía, realizada el 18 de enero de 1949 por el gran Manuel Torres Molina, donde se ve a cuatro hombres rematando el tallado y donde se observan también las dimensiones hercúleas de la obra. Rápidamente se instaló un mallado para evitar nuevos incidentes y la comunidad de propietarios puso en marcha el proceso de restauración, que se acometió en el verano de 2022.
IDEAL ha logrado, gracias a la colaboración de la Policía Local de Granada, unas imágenes nunca vistas de esta Isabel la Católica que desde hace setenta y cinco años ‘vigila’ la capital desde más de treinta metros de altura. Tomas en alta resolución obtenidas gracias a un dron de última generación operado por el agente Jorge Bolívar, de la Unidad Halcón, que permite apreciar todos esos detalles que, desde abajo, son completamente inapreciables para los viandantes. Detalles como los exornos florales de la corona, la ondulación del cabello, el medallón que cuelga del pecho, los remates del báculo, el anillo… además del rictus hierático de la mujer poderosa que tomó Granada en 1492 y cuyos restos yacen en la Capilla Real junto a los de su esposo Fernando.
«Esta figura simboliza el señorío de un edificio en el mismo corazón de Granada» Celia Correa, Presidenta de honor del Centro Artístico
¿Qué otea Isabel I de Castilla desde el cielo? Pues básicamente todo Granada –no hay ninguna construcción que entorpezca su visión–. Ya se pueden hacer una idea. Todo el centro histórico, la Catedral, la Vega de Granada, la Torre de la Vela, Sierra Nevada, las calles más comerciales… una panorámica de 360 grados que tiene mucho de emblemático. «Esta figura simboliza el señorío de un edificio enclavado en el mismo corazón de Granada y que alude, al mismo tiempo, al espacio escénico más representativo de la ciudad, el teatro Isabel la Católica», comenta la presidenta de honor del Centro Artístico, Celia Correa.
«Desde la cercanía te sorprende la grandeza de esta estatua»
Jorge Bolívar, de la Unidad Halcón de la Policía Local de Granada, lleva desde el año 2015 volando drones por la capital granadina. «A pesar de acumular tantas horas de vuelo –asegura– todavía me fascina la perspectiva a vista de pájaro». «Esta estatua de Isabel la Católica te sorprende desde la cercanía porque, desde abajo, desde la posición de los viandantes, es completamente imposible observar todos los detalles», asegura. Según Jorge Bolívar, este tipo de operaciones no son las habituales que realiza la Unidad Halcón. «Tan solo hacemos aproximaciones así cuando colaboramos con los bomberos para analizar un tejado o algún elemento de un edificios», dice. Lo normal, por las necesidades de la propia Policía, es que el aparato se pilote para la obtención de perspectivas más generales, muy útiles, por ejemplo, en caso de agloremaciones. La Policía Local utiliza máquinas de alta tecnología que permiten obtener imágenes de altísima resolución.
Este monumento a Isabel la Católica fue realizado por Nicolás Prados con la técnica del vaciado. Utilizó hormigón con carga de árido grueso y restos cerámicos. Posteriormente, aplicó un revestimiento de color crema con textura rayada para imitar la terminación pétrea. Según las fuentes documentales consultadas por Celia Correa, Prados tenía su estudio en el ático del propio edificio Isabel la Católica, por lo que tuvo que trabajar ahí. Antaño existía un acceso a la cubierta del torreón donde se asienta la estatua, que posteriormente fue cegado. Por este agujero se introdujeron los diferentes bloques que luego se ensamblaron ya en la cúspide. Es imposible hacerlo de otra manera.
Nicolás Prados López, pintor, escultor e imaginero, nació en Granada en 1913 y murió en Granada en 1990. Empezó a formarse junto su padre Nicolás Prados Benítez. Estudió, entre otras instituciones, en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid, donde obtuvo el título de profesor de dibujo, y se desplazó a Italia y Francia para estudiar a maestros como Miguel Ángel o Rodin. Ejerció en la Escuela de Artes y Oficios de Granada y en el Centro de Formación Profesional Virgen de las Nieves, donde se jubiló en 1973. Tras la Guerra Civil, hizo numerosos tronos y tallas. En Granada ejecutó varios conjuntos escultóricos en el cementerio de San José y entidades como el colegio Niño Jesús. De él también son los murales del pantano de los Bermejales.
Pero volvamos a la rehabilitación de la escultura, realizada por dos profesionales de larga trayectoria: Luis Alberto Carretero y Pilar Aragón. «El estado de conservación era aceptable, aunque había faltas de soporte como el dedo índice de la mano derecha», explica Carretero. «También nos encontramos con desplacados y fisuras que no se corresponden con la unión de las piezas», añade Carretero, quien también refiere «los ataques biológicos con presencia de líquenes y musgos generalizados».
¿Otras patologías? Básicamente grietas en los revestimientos, aunque no se aprecian faltas de adhesiones. «Sí ciertos movimientos en los morteros de rejuntado y costra negra en algunas zonas». Y es que estamos ante un elemento patrimonial situado a treinta metros de altura, expuesto a las inclemencias del tiempo durante décadas –las lluvias que se hielan son especialmente lesivas– y que sufren los efectos de los múltiples terremotos que se producen en Granada.
La intervención realizada por Carretero y Aragón consistió en la limpieza con agua del polvo superficial con brocha y cepillos y herramientas punzantes para quitar los depósitos. Además, aplicaron biocidas y eliminaron todos los líquenes. La parte trasera estaba bastante afectada por los episodios de calima de los últimos años. A todo ello hay que sumar otras actuaciones como la eliminación de disgregaciones, inhibición de los hierros de la estructura que no son visibles y erradicación de toda la costa negra provocada por la polución. Se ha reconstruido el dedo perdido, se ha inyectado resina acrílica en los desplacados y se ha implementado una pátina de protección con silicato de etilo y de hidrofugante para salvaguardar la superficie.
Un edificio emblemático
Celia Correa, presidenta de honor del Centro Artístico, es una de las personas que mejor conoce la historia del edificio Isabel la Católica. El papeleo para su construcción comenzó en 1946, aunque no se finalizó hasta 1952. Hablamos de la Manigua, una zona de Granada que en esa época se estaba revitalizando demoliendo viviendas antiguas y edificando sobre los solares. Esta finca fue promovida por la empresa Arrendamientos Urbanos de Granada. El arquitecto encargado fue Miguel Olmedo Collantes. El diseño combina elementos clásicos (arcos, balconadas, columnas…) con toques modernistas. Tiene siete alturas, bajos y trasteros, aunque la joya de la corona es el teatro Isabel la Católica –de ahí la estatua–. Las viviendas tienen una superficie de 200 metros cuadrados. Parte de la finca fue adquirida por el Ayuntamiento en los años ochenta por unos sesenta millones de pesetas para agrandar el teatro, que se había quedado pequeño. El Consistorio también se quedó con las tres primeras plantas. El Centro Artístico se quedó en la tercera a cambio de la cesión de los derechos históricos. Entonces se acometió una gran reforma.
FOTO: Imagen de la escultura de Isabel la Católica donde se observan sus dimensiones reales, 4,5 metros de alto, con la Acera del Darro y Sierra Nevada en planos posteriores. Imágenes cedidas por la Policía Local de Granada
https://www.ideal.es/culturas/reina-granada-20240107233657-nt.html