ATARFE INTENTA RESUCIRTAR MIL VIVIENDAS EN MEDINA ELVIRA Y CONSTRUIR MÁS
El Ayuntamiento, de la mano de los bancos propietarios, inicia los trámites para legalizar la macrourbanización llena de desmanes de los años del pelotazo
Los años del urbanismo salvaje y del pelotazo dejaron España plagada de cadáveres inmobiliarios que en Granada tienen la urbanización Medina Elvira de Atarfe como máximo exponente. El estallido de la crisis del ladrillo en 2008, la quiebra de las promotoras y los procesos judiciales en los que se vio envuelto dejaron abandonado este residencial con seis urbanizaciones y 1.008 viviendas construidas, que catorce años después están destrozadas por el vandalismo y la falta de mantenimiento.
La macrourbanización de lujo, punta de lanza del boom del ladrillo en Atarfe que, por entonces quería doblar su población con este residencial rodeado por un campo de golf, comenzó a levantarse en 2005 y se abandonó en 2010, inmersa en la polémica. Donde estaban proyectadas casas unifamiliares se construyeron macroedificios, se dieron licencias de primera ocupación sin agua potable y sin sistema depuración y se denunciaron irregularidades de todo tipo, como la construcción en zonas protegidas. La cascada de denuncias contra los promotores y el propio Ayuntamiento de Atarfe derivaron en procedimientos judiciales que se han ido cerrando sin condenas, según explican desde el Ayuntamiento de Atarfe, dispuesto ahora a coger el toro por los cuernos y regularizar Medina Elvira.
Las últimas sentencias de 2020 eximieron al ayuntamiento de responsabilidad civil y abrieron la puerta a la regularización de las viviendas construidas, que son legales pero hay que meter en el ordenamiento.
El anterior equipo gobierno de Atarfe ya intentó impulsar una innovación para empezar a adaptar construcciones al ordenamiento urbanístico, pero con los cambios normativos, el Ayuntamiento ha tenido que iniciar de nuevo el camino y va a poner orden a través de un Plan de Reforma Interior (PRI), el nuevo instrumento que contempla la Ley de Impulso para la Sosteniblidad de Territorio (LISTA) andaluza.
Catorce años después, la alcaldesa de Atarfe, Yolanda Fernández, confía en que este instrumento urbanístico sea por fin la llave para resucitar la urbanización, de la mano de sus dueños –principalmente seis entidades bancarias pero también particulares– agrupados en la entidad de propietarios ‘Proyecto Medina Elvira 2020’. El Plan de Reforma Interior que tendrá que reordenar todo el sector en el que se encuentra Medina Elvira comenzó su camino administrativo el pasado mes de septiembre en la Junta, que es la responsable de emitir los informes preceptivos, aunque la aprobación definitiva cuando obtenga todas las bendiciones ambientales y urbanísticas, corresponderá al pleno de Ayuntamiento de Atarfe.
El problema
El gran problema que se presenta es que al haberse excedido el número de viviendas edificadas en estos seis solares donde se concentran las mil viviendas, el resto de parcelas residenciales aledañas no pueden levantar ya las que le correspondían, porque se supera el cómputo global de inmuebles por hectárea. Para que los propietarios de esos suelos puedan resucitar la urbanización y hacerla viable económicamente necesitan reordenar los usos (viviendas, zonas verdes, equipamientos…) y que se aumente la densidad de viviendas por hectárea. Según explica la alcaldesa, arropada por su equipo de técnicos de urbanismo, la propuesta presentada por los propietarios «no agota la edificabilidad máxima prevista para el sector» pero sí la aumenta desde las 18 viviendas por hectárea actuales a 37 viviendas por hectárea. Esto supone construir otras mil viviendas nuevas más en todo el sector, además de zonas verdes y equipamientos, para poder hacer rentable y el rescate de toda la urbanización deteriorada y volver a sacarla al mercado, junto con nuevas promociones.
La nueva Medina Elvira tendría 2.200 viviendas, el doble de las actuales, pero la densidad quedaría lejos del límite legal de 90 viviendas por hectárea, y añadirían nuevos equipamientos y zonas verdes en este medio millón de metros cuadrados. Una solución que la alcaldesa apoya como salida viable y «sostenible» para devolver la vida a la urbanización y que genere riqueza y turismo para su municipio.
«Estas tramitaciones son lentas, pero tenemos la esperanza de que vaya bien y que al final del mandato podamos ver avances. Necesitamos que Medina Elvira vuelva a tomar vida porque es un sitio precioso y estratégico para nuestro municipio y para Granada. Si se vuelve a poner a la venta tiene muchas posibilidades», valora la alcaldesa.
FOTO: Uno de los bloques de viviendas que quedaron sin terminar. Pepe Marín
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