El salario camina hacia Europa
La subida del 5% del SMI beneficia a dos millones y medio de personas, especialmente a las mujeres,
El Gobierno ha pactado con los sindicatos una subida del salario mínimo interprofesional (SMI) del 5% para 2024 hasta los 1.134 euros brutos en 14 pagas. Continúa así la senda de cumplimiento de la Carta Social Europea, que sitúa el SMI en el ámbito del 60% del salario medio, y en línea con lo establecido por el grupo de expertos que recomendó el ritmo de convergencia.
La subida recoge no solo la convergencia recomendada, sino que también intenta paliar la subida de la inflación a lo largo de 2023, evitando de esta manera que el SMI se viera afectado por la erosión de su poder adquisitivo. Cabe recordar que más de dos millones y medio de personas cobran esta cuantía, de manera que su efecto es de la mayor importancia para garantizar a muchos trabajadores en España una remuneración razonable. Además, el SMI impacta fundamentalmente en las mujeres —lo son dos de cada tres de las personas que lo cobran— y genera un efecto de arrastre sobre los salarios marcados por convenio, que en algunos casos se han quedado atrasados respecto de las subidas de los últimos años.
Con esta decisión, el SMI ha crecido más de un 54% desde 2018, un incremento inédito en la historia reciente de España que busca reducir la desigualdad salarial y evitar la caída de los asalariados más vulnerables por debajo del umbral de la pobreza. España ha reducido poco esta tasa —desde el 13% en 2018 al 11,8% en 2022—, que sigue siendo una de las más altas de la Unión Europea. Frente a los vaticinios de que la subida del SMI produciría destrucción de empleo, los análisis muestran por ahora un impacto muy poco significativo en un tiempo de fuerte crecimiento de la afiliación y de reducción del desempleo. Se trata, por lo tanto, de una medida positiva en términos netos.
La subida ha sido aprobada sin el acuerdo de las organizaciones empresariales, que han preferido no participar en el pacto en una situación particularmente complicada. España ha logrado en los últimos años grandes acuerdos basados en el diálogo social y a todos interesa que ese diálogo se refuerce en un contexto de dificultades económicas como el que ha supuesto la crisis de precios de la que aún no hemos terminado de salir. Con su negativa, la patronal lanza un mensaje poco comprensible en un momento de reducción del poder adquisitivo de los salarios más bajos y, por lo tanto, de la capacidad de consumo de muchos hogares. Sería por lo tanto preferible que los empresarios españoles retomaran cuanto antes la vía del acuerdo, para beneficio propio y del conjunto de la economía y la sociedad.
EL PAIS EDITORIAL
FOTO: Una mujer trabaja este viernes en la habitación de un hotel de Sevilla.PACO PUENTES