«MUCHOS HOMBRES SE SIENTEN DISCRIMINADOS» por Juan Santaella

La historia de la humanidad se ha escrito en masculino

En la última encuesta del CIS sobre igualdad de género, el 44,1% de los hombres (jóvenes de 16 a 24 años, el 52%), y el 32,5% de las mujeres entienden que el feminismo ha ido demasiado lejos y que, hoy, están discriminados los hombres. Sin embargo, los propios hombres reconocen que a ellas les cuesta más acceder a puestos de trabajo y de responsabilidad, que dedican el doble de tiempo al cuidado de los hijos y del hogar (780 horas más al año, según la Caixa). Además, hay una brecha salarial del 20%; la conciliación de la vida familiar es mucho más difícil para ellas… Y lo más grave: el año pasado, 56 mujeres fueron asesinadas, siete más que en 2022.

¿Qué está pasando? Según la pedagoga del Equipo Ágora, Alba Martínez, muchos hombres, discriminados por razón de clase, se sienten agraviados al ver que a las mujeres se les reclaman más derechos, mientras que de su discriminación nadie se acuerda. Además, según ella, siempre hay personas reaccionarias que nunca entienden las políticas compensatorias: si las becas sirven para lograr una mayor igualdad de oportunidades, las políticas compensatorias para la mujer son, igualmente, necesarias, por la discriminación que padecen.

Hay, a mi entender, una razón más contundente, según recoge la propia encuesta: las opiniones difieren según sean las convicciones ideológicas. Solo el 13,8% de hombres de izquierdas consideran estar discriminados (18% PSOE, 8,3% Sumar); en tanto que sí lo sienten el 74,4% de derechas (87% Vox, y 60% PP); en mujeres, la proporción es similar: 11% izquierdas, y 58,6% derechas, es decir, las respuestas se explican más por orientación política partidista que por las ideas sobre el género.

En España lo hemos politizado todo, y basta que un sector defienda algo, para que el contrario piense lo opuesto. Esto nos obliga a una educación crítica, basada en hechos y argumentos, y no en bulos y sentimientos. Manuel González de Molina, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad Pablo de Olavide, entiende que “la economía capitalista se ha basado en tres  explotaciones: la del trabajo asalariado, la del trabajo no remunerado de la mujer y la de la naturaleza”. Para él, el trabajo de la mujer, durante el siglo XX, fue siempre subalterno y confinado al ámbito doméstico, siendo expulsada del mercado de trabajo, papel que el Estado ayudó a consolidar, creando un modelo de familia y unas relaciones sociales severamente patriarcales. Y ese tipo de sociedad, de tanto arraigo masculino, cuesta transformarlo en nuestros días. Es decir, el capitalismo no hubiera persistido sin el trabajo no remunerado de la naturaleza y de las mujeres, pues solo pagaba parte del engranaje del sistema, como muy bien afirma Jason Moore.

En definitiva, la historia de la humanidad se ha escrito en masculino, y es hora, aunque a algunos les rompa esquemas y confort, de que la historia la escribamos conjuntamente, como hemos empezado a hacer, pero aflorando ya el trabajo y los derechos femeninos, su importancia, y su colaboración imprescindible para el desarrollo de la humanidad, en igualdad con el hombre. Las democracias se consolidarán solo si se respeta el medio ambiente, el Estado de Derecho, y las mujeres logran la plena igualdad. De esos tres grandes retos depende, en gran parte, el futuro de la humanidad.

Juan Santaella  Ideal, 25-I-24

FOTO: https://forbes.es/empresas/42016/formas-de-mostrar-respeto-a-las-mujeres-en-el-trabajo/

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