La mitad de los viajes de las mujeres a la farmacia se hacen para cuidar a otras personas

Las mujeres son las principales cuidadoras en la salud y, desde luego, también en la enfermedad. Un estudio presentado hoy por el Consejo General de Colegios de Farmacéuticos, en el que han participado farmacias comunitarias de toda España, indica que, en la mitad de las ocasiones, cuando las mujeres van a la farmacia a por medicamentos lo hacen para cuidar de otras personas, como hijos o mayores a su cargo. Solo el 30% de los hombres que acuden a la farmacia lo hacen en nombre de otras personas.

Además, en los casos en los que las mujeres van a la farmacia por ellas mismas, es más probable que lo hagan por patologías relacionadas con la salud mental, infecciones del tracto urinario, artrosis, osteoporosis, migraña o enfermedades de transmisión sexual. Por ello, el Consejo General de Colegios de Farmacéuticos, ha puesto en marcha, junto a la compañía farmacéutica Organon, una campaña para concienciar a la población y los profesionales sanitarios sobre las diferencias en salud por sexo y género. En palabras de Jesús Aguilar, presidente del consejo, una atención sanitaria que tenga en cuenta estas diferencias “y luche contra posibles sesgos será una atención sanitaria más equitativa”. Según detalla la guía La farmacia por la salud de la mujer, cuidando de ti, cuidando de todas, estas diferencias influyen tanto en la incidencia de determinadas enfermedades, en los síntomas que presentan, los tratamientos que suelen recibir y la adherencia y respuesta a dichos tratamientos.

“Hay que tener en cuenta que hay patologías o procesos vitales como la menopausia que son exclusivos de mujeres; pero también hay enfermedades comunes mucho más frecuentes en las mujeres, como la depresión (hasta 1,5 veces más frecuente en mujeres que en hombres) o la migraña, pues el 80% de los pacientes con migraña son mujeres”, explica Juan Vera, director general de Organon. “Ser conscientes de los aspectos específicos de estas enfermedades en las mujeres es de gran importancia para mejorar su diagnóstico, tratamiento y evolución. Por ejemplo, en las enfermedades cardiovasculares, que son la primera causa de muerte de las mujeres: los infartos tienen algunos síntomas distintos en ellas, como el dolor de mandíbula o de espalda, muy infrecuentes en los hombres”.