En 2014, el Tren de la Libertad fue el punto de inicio de una onda expansiva que ha ido transformando a la sociedad española
De la lucha que nació entre flores a la resistencia en redes: una década del despertar social al feminismo
Ocurrieron infinidad de cosas en 2014 como ocurren infinidad de cosas cada día de cada año. En España, entre todas, sucedió sobre todo una: El Tren de la Libertad, una manifestación masiva para frenar el recorte en el derecho al aborto que el Gobierno de Mariano Rajoy pretendía hacer. Ahora, con perspectiva, aquel momento puede verse con claridad como el punto de partida de una década que ha supuesto el despertar social al feminismo. Diez años en los que el movimiento se ha extendido de forma más rápida y transversal, ha escalado de la teoría y las organizaciones a la calle, ha llegado a la conversación en las cocinas y en los bares.
Con turbulencias y con amenazas, pero sin replegarse.
Dice la teórica y socióloga Rosa Cobo que “sin ningún lugar a dudas, es la cuarta ola”, que ”el corazón” de esa ola es la denuncia de la violencia sexual —como la interseccionalidad de clase, raza o religión, entre otras cuestiones, es el eje principal de la tercera—, y que es “una vindicación feminista que han puesto en la agenda las mujeres: no hay ninguna que no pueda verbalizar de una manera u otra que alguna vez ha sentido la violencia sexual como algo propio en su cuerpo”.
Aquí, un recorrido por estos 10 años que han ido transformando a la sociedad española.
2014
El Tren de la Libertad
Empezó en una floristería en Gijón. En una que ya no existe “por la crisis” y también “porque dar la cara pasa factura”, dice Begoña Piñero, la dueña de aquel local en el que, desde detrás y delante del mostrador, se gestó El Tren de la Libertad. Ella es, desde entonces, portavoz de ese movimiento.
Llegaron a Madrid el sábado 1 de febrero, decenas de miles de personas de toda España —y Francia— para intentar impedir que Alberto Ruiz-Gallardón, ministro de Justicia, llevara al Congreso una reforma de la ley para permitirlo solo en casos de violación o riesgo grave para la salud física o psicológica de la mujer.
—¿El mejor momento? Entregar en el Congreso el manifiesto [Yo decido]. Le dije a una de las compañeras “esto hace no que nos montemos en un tren, sino que seamos capaces de pararlo si se nos pusiera delante” —recuerda Piñero.
En cierta forma lo pararon.
—Tenéis mi compromiso personal que no habrá ni un grito ni ningún insulto que a este ministro le vaya a hacer abdicar del compromiso de cumplir el programa de regular los derechos de las mujeres y del concebido —dijo ese fin de semana Gallardón en una convención del PP en Valladolid.
La reforma jamás salió adelante, Gallardón dimitió siete meses después.
El acuerdo europeo y un hito judicial
Entre El Tren y la caída del ministro, España ratificó el Convenio de Estambul —el acuerdo del Consejo de Europa contra la violencia machista—, y Leonor —la niña de siete años a la que su padre asesinó en una de las visitas que el juez fijó— fue la primera menor víctima de violencia machista reconocida por la Justicia.
2015
Los menores como víctimas de la violencia machista
El caso de Leonor cambió la perspectiva judicial. Y la legislación: el 18 de agosto de 2015 entró en vigor la Ley de modificación del sistema de protección a la infancia y a la adolescencia que avalaba a los menores como víctimas de violencia machista.
7-N
El sábado 7 de noviembre de 2015, decenas de miles de personas se manifestaron en Madrid en la Marcha Estatal contra las Violencias Machistas, pedían que fuese “una cuestión de Estado”. Se sumaron todos los partidos. Recuerda Rosa Cobo que “la idea de que la violencia sufrida a diario era insoportable ya estaba ahí”.
2016
La Manada
El 7 de julio de 2016: esa madrugada La Manada perpetró una violación múltiple que provocó el estallido social. El punto de inflexión. La filósofa Ana de Miguel afirma que ”con la violencia sexual, el caso de La Manada vino a explicar que lo que afecta a las mujeres es un problema social, como había sucedido antes con El Tren de la Libertad con el aborto”.
2017
“Un movimiento global”
“Lo que ha ocurrido en los últimos diez años no ha sido solo en España, ha sido un movimiento clarísimamente global”, apunta Rosa Cobo. De India a Polonia, Latinoamérica o Estados Unidos, “en la última década algo se ha movido”. Enero de aquel año empezó con La Marcha de las Mujeres contra la misoginia de Donald Trump.
Weinstein y el Me Too
The New York Times hizo estallar la industria del cine y la sociedad estadounidense cuando destapó la violencia sexual cometida durante décadas por el intocable, hasta entonces, Harvey Weinstein. El tuit de la actriz Alyssa Milano inició la evolución más rápida y extensiva del feminismo.
Una bola de nieve que provocó desde el #YoTambién en España y Latinoamérica al #BalanceTonPorc en Francia, #MujeresBoicoteanTwitter o #WeAreNotSurprised (y que no ha parado, al menos hasta ahora).
En ese contexto, que ya no respondía a una latitud concreta, en España empezó en noviembre el juicio a La Manada. Fue también el año en el que todos los partidos excepto Unidas Podemos —se abstuvo porque consideró que no era “suficiente”— firmaron el Pacto de Estado contra la violencia de Género.
Aquel año, el diccionario estadounidense Merriam-Webster declaró “feminismo” la palabra del año.
2018
Una movilización histórica
Fue el año de la huelga. Fue el año en el que cientos de miles de mujeres, y también de hombres, llenaron las calles desde el mediodía y hasta la noche en más de 120 ciudades de España. Fue el 8-M que colocó a España como epicentro del feminismo.
Abuso, no violación
Abuso, no violación. Eso decidió la Audiencia Provincial de Navarra. Lo ratificó después el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Foral. La Manada quedó en libertad provisional. Esas decisiones judiciales entre el 26 de abril y el 5 de diciembre desataron una oleada de concentraciones, manifestaciones y protestas.
No solo fue la calle: políticos, juristas, teólogos, psicólogos, de Jessica Chastain a Patricia Botín se posicionaron. Aquello, explica Ana de Miguel, fue mostrando “cómo el feminismo estaba creando en España una nueva autoconciencia: quiénes somos, qué debemos hacer y cómo debemos relacionarnos”.
#Cuéntalo
Un tuit de la periodista Cristina Fallarás el mismo 26 de abril produjo una cascada en la que, solo entre ese día y el 9 de mayo, alrededor de 790.000 mujeres escribieron casi tres millones de posts contando sus propias experiencias. Nació el #Cuéntalo. El torrente cruzó a América Latina.
Cambios en la Justicia
El tsunami social contra las decisiones judiciales sobre La Manada hizo que el Gobierno y la Justicia se abrieran a revisar los delitos sexuales; hubo pasos en la jurisprudencia, como las órdenes de alejamiento para el maltrato sin lesiones físicas; y el Consejo General del Poder Judicial empezó a hablar de feminicidios.
2019
Los primeros datos oficiales de violencia sexual en grupo
El caso de La Manada también conllevó cambios en la estadística. Interior publicó por primera vez el informe específico sobre delitos sexuales en 2017 con una llamada inicial que comenzaba así: “La realización del informe viene motivada por el reproche social y penal que merecen la comisión de estas formas delictivas”.
En 2018 se empezó a hacer referencia a las agresiones cometidas en grupo y en 2019 se comenzaron a incluir datos concretos en las tablas estadísticas.
Porno, y más cuestiones
Desde que se recogen datos, los hechos conocidos de estos delitos crecen, y lo hacen cada vez más entre menores: tanto víctimas como perpetradores. José Luis García, psicólogo clínico, ha estado 30 años en el servicio de salud navarro pasando consulta: “Y llevo 46 años reivindicando la educación sexual y afectiva”.
Asegura que “no hay manera. Han pasado 46 años y nuestros adolescentes siguen aprendiendo sexo a través de formas que no tienen ninguna ventaja y sí muchos inconvenientes. Ahora, con el porno violento”.
Pero hay más cuestiones. Porque “el porno por sí solo no lo explica”, apunta García. La ausencia de educación sexoafectiva en los currículos escolares y en los hogares, o una regresión a las ideas conservadoras y tradicionales son algunas de las cuestiones que especialistas de distintos ámbitos apuntan.
La ultraderecha llega al Congreso
En abril de 2019, Vox entró en el Congreso con dos millones y medio de votos, 24 escaños. Para Kika Fumero, la exdirectora del Instituto Canario de Igualdad, “la mayor amenaza es que el negacionismo haya entrado de la mano de la ultraderecha. Que estén ahí sentados está haciendo que se legitime su discurso”.
El histórico fallo del TS: violación múltiple, no abuso sexual
El Tribunal Supremo elevó el 21 de junio de 2019 la condena a La Manada a 15 años. Determinó que fue una violación múltiple, no un abuso sexual. Aquello, dice la abogada especializada en género Amparo Díaz, “generó muchísima conciencia”.
Para ella fue un hito: “En los últimos diez años muchísimas personas desde distintas posiciones jurídicas reclamamos la perspectiva de género en los tribunales”. Asegura que cada vez “hay más sentencias con perspectiva de género, importante para que sea una herramienta que se aplique de manera sistemática”.
2020
La pandemia y el parón
El confinamiento “tuvo cara y cruz” según Rosa Cobo. “Fue un golpe. En España hay un tejido asociativo feminista muy repartido territorialmente, con un funcionamiento cotidiano de reuniones, debates, etc.”, explica. ¿La cruz? “Se fortaleció el ciberactivismo, las luchas políticas y las ideas feministas encontraron otro canal”.
De Calvo a Montero
El 13 de enero de 2020 Carmen Calvo entregó la cartera de Igualdad a Irene Montero. Aquel momento fue el inicio de una batalla interna dentro del Gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos que había empezado ya en la negociación para formar Ejecutivo.
Para finales de año, ya estaban sobre la mesa los borradores de las dos leyes que iban a hacer que ese conflicto se visibilizara y agudizara: la de Libertad Sexual y la trans.
2021
Los tentáculos virtuales de la violencia
Elche acogió el primer congreso internacional sobre vigilancia informática y atención a víctimas de acoso sexual en redes y apps. Estudios y análisis empezaban a incidir en ello; la ley del solo sí es sí ya contemplaba la violencia digital; y en abril se aprobó la Ley de protección a la Infancia y la Adolescencia.
La ruptura
Ese 8-M el feminismo caminó separado por primera vez en la historia. La abolición de la prostitución fue la cara visible de la división. ¿De fondo? La libre autodeterminación de género, la incorporación de las demandas de las identidades sexuales minoritarias, y los choques de poder en el movimiento y en la coalición.
Luz verde a la ley del ‘solo sí es sí’
El 25 de agosto, el Congreso aprobó la ley del solo sí es sí, que consagró el consentimiento afirmativo como clave de la libertad sexual. Con 201 votos a favor, 140 en contra y tres abstenciones, la norma recogió las reivindicaciones sociales que habían comenzado con el caso de La Manada.
El terremoto de las rebajas de penas y excarcelaciones
Apenas dos meses después, comenzaron las rebajas de penas y excarcelaciones a reos de delitos sexuales tras la entrada en vigor de la norma. El terremoto se produjo en el Congreso, en el Gobierno de coalición y en el movimiento feminista.
Cuando llegó el Día Internacional contra la violencia machista, la división se repitió con dos marchas en la capital, y fue tan explícita como para que una de las dos manifestaciones llevara pancartas en uno de sus bloques con “Montero, dimisión”.
11 asesinadas en 28 días
Diciembre de 2022 ac abó con 11 mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas. Aquello provocó la alarma del Gobierno y se creó el comité de crisis, una reunión entre el Ministerio de Igualdad, Interior, Justicia y las autonomías cada vez que en un mes se cometen cinco o más.
2023
La ley trans y la reforma del aborto
En 2023, y aún con el desgaste de la tramitación parlamentaria de la ley de Libertad Sexual, las rebajas de penas y excarcelaciones y el cisma de la ley trans, el Gobierno consiguió aprobar las dos leyes sociales que fueron normas estrella para Igualdad en esa legislatura: la del colectivo LGTBIQ y la reforma del aborto.
#SeAcabó
El 25 de agosto a las 12.34, la futbolista Alexia Putellas publicó un tuit en apoyo a Jenni Hermoso tras el beso que, sin su consentimiento, el ya expresidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, le plantó pocos segundos después de que de su cuello colgara la medalla de campeona del mundo de fútbol.
Como el Me Too dio luz a agresiones y abusos más fáciles de identificar por su gravedad, el Se Acabó lo hizo sobre actuaciones menos evidentes que demuestran el machismo y la violencia sexual, más leve, pero cotidiana.
Ana Redondo, nueva ministra de Igualdad
La herida en el feminismo no cerró: el 8M y el 25N de aquel año la división se mantuvo. Cuando llegó la hora de formar gobierno tras las Elecciones Generales de junio, Pedro Sánchez decidió relevar a Irene Montero y nombró a la socialista Ana Redondo nueva ministra de Igualdad ante la sorpresa, sobre todo, del movimiento.
2024
Acción, contrareacción y resistencia
Javier Milei en Argentina, la reaparición de Donald Trump, Giorgia Meloni en Italia, los últimos datos del CIS sobre el porcentaje de hombres que creen que el feminismo ha ido demasiado lejos (44,1%) en España, Nayib Bukele en El Salvador…
El avance del feminismo en los últimos años ha provocado un movimiento reaccionario y antifeminista concentrado en la ultraderecha en el mundo para una generación de mujeres que, dice Ana de Miguel, “quieren ser Ulises: coger el barco, viajar, ver quiénes son, qué desean, descubrirse en situaciones nuevas”.
Raquel Pérez, la vicepresidenta de la Federación de Mujeres Jóvenes, ha visto crecer “la ola antifeminista” con su propia ola: “Una respuesta por parte del patriarcado brutal. En las mujeres jóvenes donde más se ve reflejado es en redes sociales, un estallido que pide la vuelta a los roles conservadores”.
El reto es contrarrestar esas ideas muchas veces basadas en datos falsos y fake news: “El patriarcado intenta renovarse e intentar colar su discurso a través de las nuevas formas de comunicación que son las redes sociales”.
Júlia Salander, politóloga, es una de las ciberfeministas que ha visto crecer su comunidad de 10.000 a más de 100.000 seguidores en Instagram en un año, acaba de publicar Tu argumentario feminista en datos con Penguin, y habla de “misoginia pura” en internet.
“Niños de 19 años subiendo vídeos a TikTok diciendo que las mujeres tienen más valor cuando son vírgenes. Hace tres años era políticamente incorrecto decir esto, ahora sienten que se rebelan contra el sistema. Ya no se esconden. Nuestra mayor amenaza son ellos, el machismo, no nuestros debates internos”.
A través de esos canales, exactamente los mismos que incels y antifeministas usan, las mujeres también mantienen la resistencia.
FOTO: Ilustración: FERNANDO HERNÁNDEZ / Foto: MASSIMILIANO MINOCRI
https://elpais.com/sociedad/2024-03-03/de-la-lucha-que-nacio-entre-flores-a-la-resistencia-en-redes-una-decada-del-despertar-social-al-feminismo.html