Localización

Acceso por la carretera nacional 432, Km 431, en la bifurcación de la entrada al núcleo de Atarfe. Se extiende por las laderas y pie de monte meridional de Sierra Elvira, descendiendo hasta la llanura aluvial del río Genil Se trata de una formación orográfica que adopta la forma de un hemiciclo natural abierto al sur y cerrado hacia el norte por las cimas de la sierra.

Medina Elvira es una zona arqueológica reconocida como Bien de Interés Cultural (BIC) por la Junta de Andalucía en el Decreto 514/2004 de 19 de octubre de 2004 y mediante Resolución de 11 de diciembre de 2014 fue inscrita en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz como BIC.

Es un yacimiento de gran relevancia historiográfica, histórica, arqueológica y patrimonial y fue lugar de asentamiento de la ciudad de Medina Elvira. El registro arqueológico es complejo y diverso, pudiéndose diferenciar dos fases cronológicas: Una de época romana y tardorromana y otra correspondiente a la época medieval.

La ocupación romana del yacimiento es aún mal conocida, siendo las principales evidencias al respecto los restos localizados en el siglo XIX, constituidos por la extensa necrópolis del Pago del Marugán y las estructuras localizadas junto a los Baños de Sierra Elvira.

De la ciudad islámica de Medina Elvira se tiene más información gracias a las excavaciones del siglo XIX. La ciudad de Medina Elvira fue capital de la kura del mismo nombre y el núcleo de la Vega granadina y la Andalucía oriental, durante el emirato y el califato de Córdoba, siendo una extensa ciudad que se desarrolló desde el siglo IX hasta su abandono a principios del siglo XI.

El elemento nuclear del asentamiento está constituido por la alcazaba localizada en el Cerro del Sombrerete, donde se han hallado estructuras defensivas de gran entidad, aunque muy afectadas por la fuerte erosión debido a la elevada pendiente del cerro, como los lienzos de muralla que recorren sus laderas delimitando la alcazaba o la puerta de entrada flanqueada por torres. También se han localizado estructuras de habitación al interior de la alcazaba, algunas de ellas de mayor entidad que otras, así como algún área de producción artesanal. La defensa de la ciudad se completaba con una pequeña estructura fortificada en el vecino Tajo colorado.

En la zona llana se localizaría el resto de la ciudad, de la que se ha recuperado restos estructurales de distinto tipo. Junto a las estructuras domésticas (viviendas) se han documentado igualmente talleres artesanales, calles empedradas y estructuras monumentales como los restos de la mezquita localizados en el siglo XIX. También se han localizado restos de las necrópolis, con algunas tumbas de carácter monumental.

En el cerro del Almirez, en la zona oriental del yacimiento, se han localizado restos de estructuras domésticas, así como una necrópolis, que vienen a corroborar los hallazgos del siglo XIX, entre los que hay que reseñar la existencia de una lápida funeraria con inscripción mozárabe. Para algunos investigadores, estos restos estructurales testimoniarían arqueológicamente la presencia de un poblamiento mozárabe que coexistió con la medina islámica, tal y como describen las fuentes árabes.

Finalmente en la zona de vega, más baja, se han localizado los restos de una trama urbana con viviendas y calles que se interpretan como arrabales de la ciudad.

Reseña Histórica

Las primeras investigaciones en Medina Elvira están indisolublemente ligadas a la polémica historiográfica que desde el siglo XVI se generó en relación con la localización de la ciudad romana de Iliberis bien en la actual Granada o bien en este yacimiento y la posible identificación del asentamiento romano de Sierra Elvira con la Qastili ya citada en las fuentes árabes.

La investigación arqueológica en el yacimiento se inicia en la segunda mitad del siglo XIX cuando la apertura de la carretera de Granada a Alcalá la Real y otras actuaciones permitieron documentar abundantes restos de época romana e islámica, como la extensa necrópolis del Pago del Marugán, con unas 1.200 tumbas romanas, o los restos que Gómez-Moreno identifica con la mezquita aljama de la ciudad islámica, entre los que destacan las lámparas en bronce. Tras estos años de investigaciones entre 1842 y 1878, el yacimiento no volverá a ser objeto de actuaciones hasta 1998, cuando se realizan las primeras excavaciones arqueológicas de carácter científico. La importancia de los hallazgos en estas actividades arqueológicas contemporáneas han justificado el desarrollo de un Proyecto General de investigación arqueológica entre 2006 y 2013, dirigido por don Antonio Malpica Cuello.

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