Granada registra los terremotos más potentes de la Península a 600 kilómetros de profundidad
Una investigación revela que desde 1954 se han producido cinco grandes sacudidas, una de 7,8, en las inmediaciones de la capital granadina
El periódico IDEAL del 30 de marzo de 1954 recogía como noticia destacada que el día anterior, el 29, el Observatorio de Cartuja había detectado un «fuerte terremoto» a las 7 horas, 19 minutos y 20 segundos de la mañana. Según este artículo, el epicentro se situó a unos 200 kilómetros de Granada en dirección hacia el Norte y tuvo una duración de seis segundos. «Por la violencia de la sacudida saltaron las agujas de los sismógrafos». La crónica decía que fue de «grado tercero». Esa misma jornada de lunes se produjo a la altura Dúrcal el mayor seísmo de la historia de Granada, de 7,8, pero curiosamente no salió en los periódicos porque se produjo a más de seiscientos kilómetros de profundidad. La ciencia aún no ha definido si existió relación entre el uno y el otro.
Lo que la ciencia sí ha desvelado es que Granada no solo es el territorio con mayor sismicidad de la Península Ibérica –no tiene más que echar un vistazo a las estadísticas del Instituto Geológico Nacional (IGN) para comprobarlo–, sino también donde se producen los movimientos más potentes de la Península Ibérica. ¿Por qué no nos percatamos de ellos? Por eso, porque se generan a más de seiscientos kilómetros bajo nuestros pies. Y esto es noticia ahora por los resultados de una investigación realizada por los geólogos Daoyuan Sun de la Universidad de Ciencia y Tecnología de China y Meghan Miller de la Universidad Nacional de Australia.
Según estos dos señores, desde 1954 hasta nuestros días se han producido cinco importantes terremotos de «foco profundo» en las proximidades de la ciudad española de Granada, cada uno a más de seiscientos kilómetros hacia dentro. Hablamos de la distancia que separa Granada de Soria, por ejemplo. De esos cinco, lo más fuertes se produjeron en 1954 –citado unas líneas más arriba– y otro más reciente, de 6,3 grados, el 12 de marzo de 2010.
El dato
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1954 Según la investigación de los geólogos Daoyuan Sun y Meghan Miller, el terremoto de mayor intensidad en la Península se produjo el 30 de marzo de 1954 en las inmediaciones de Granada. Fue de una magnitud de 7,8 grados a 600 kilómetros de profundidad.
Para que se hagan una idea, el sismo de Marruecos del pasado 8 de septiembre de 2023, de 6,8, en el que fallecieron tres mil personas –los edificios se vinieron abajo como un castillo de naipes–, se produjo a una hondura de 18,5 kilómetros. Los de Granada, a más de seiscientos kilómetros, pasan completamente desapercibidos… por fortuna. No nos enteramos porque entre donde vivimos, la litosfera, y esos más de seiscientos kilómetros hay millones, y millones, y millones, y millones de toneladas de peridotitas, unas rocas compuestas de olivino que absorben todo ese ‘escape’ bestial de energía. Si tienen curiosidad por ver unas peridotitas, no tienen más que darse una vuelta por la Serranía de Ronda, donde afloraron.
¿Por qué se producen?
Jesús Galindo Zaldívar es catedrático del Departamento de Geodinámica de la Universidad de Granada y vicedirector del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra. «Estas sacudidas tienen su origen en el hundimiento de una placa de la corteza en el manto, que es el estrato de la Tierra que va de los treinta y tres kilómetros hasta los 2.900, donde empieza el núcleo», dice Jesús Galindo Zaldívar.
«Este fenómeno –prosigue– se produce porque esta losa de subducción pesa más que la continental y, en consecuencia, se hunde». El experto afirma que la coincidencia de estos eventos con la falla de Nigüelas es casual. «No existe ninguna relación».