«Un toque de nostalgia: IGNACIO CARVAJAL» por Teresa Gª del Moral y Manuel Codina
Todas las personas mayores e incluso de mediana edad de Atarfe estoy segura de que recuerdan el cine Alhamar (antes llamado Ideal Cinema) hoy conocido por ANTIGUO CINE ( ya remodelado)en la calle Enrique Ruiz Cabello. Su propietario, Ignacio Carvajal Olmedo con su mujer Edelmira Morales Aguilar y Consuelo Ballesteros Morales supo inculcar el amor al cine a los niños, a los mayores, a las mujeres y a los hombres.
La suya fue una etapa de esplendor para el cine en Atarfe, gracias también a su buen hacer y a su talante tranquilo y abierto a la colaboración,
como así lo demostró trabajando codo con codo con las concejalías de Cultura y Servicios Sociales en la legislatura de 1983 a 1987. Los titulares
de dichas concejalías, Manuel Codina y Teresa Gª del Moral, al año siguiente de haber dejado ya sus laboes municipales, le dedicaron, a raíz de su fallecimiento, estas palabras que entregaron a su familia en su recuerdo y que aquí reproducimos, coincidiendo con la entrega en que se han concedido los mayores galardones del cine mundial:
El ÚLTIMO ÓSCAR
Te has ido y Hollywood no se ha enterado. Sí los fabricantes-copiadores-distribuidores-promotores de vídeos comunitarios, que ahora dormirán más tranquilos, aunque algunos también te echarán de menos. Porque si había alguien en el mundo que odiara esa nueva forma de reproducción de películas eras tú, pero no por gusto al odio en sí -tú eras incapaz de odiar nada ni a nadie- sino por rechazo: por tu amor hacia “EL CINE” con mayúsculas, hacia “su magia”.
Te has ido y Hollywood no se ha enterado. Sí tu mujer y tus hijos y todos cuantos de alguna manera hemos trabajado contigo y cerca de ti.
Te has ido y todos en el pueblo de Atarfe, tu pueblo de adopción, nos hemos enterado. Porque se nos ha ido un hombre grande: grande como su
cuerpo, pero nunca como su alma. ¿Recuerdas aquel pequeño homenaje que te rendimos desde el Ayuntamiento, próxima ya nuestra marcha? En él lloramos todos: Tú, el primero; Edelmira, tu mujer; Consuelo, tu socia inseparable, amante del cine más que del punto; nosotros… Allí te dijimos entre risas que “habías hecho por el cine más que la Marilyn Monroe”. Y también reímos ¿recuerdas? Porque te sentíamos cerca; sabíamos que por encima de cualquier ideología podíamos contar contigo.
Y por eso, cuando Atarfe carecía de equipamiento cultural, tú tenías siempre a nuestra disposición tu local, ese cine tuyo que aceptaste, incluso
que se le hicieran obras para eliminar barreras arquitectónicas, obras que luego no se llegaron a hacer por dificultades técnicas, pero tú siempre
quedaste abierto a cualquier solución que fuese más viable. Porque era tanto tu afán de acercar el cine a los viejos, a los niños, a las mujeres, a los minusválidos, a la humanidad entera, que tenían entrada gratuita permanente todos los minusválidos físicos, psíquicos o sensoriales,
fueran o no del pueblo; descuento a las personas mayores y los niños, casi siempre, y unos precios de risa para todos, tanto en verano como en
invierno.
Pese a todo, la gente no respondía a tu llamada como tú esperabas, aunque mantuvieras un nivel constante de calidad y de actualidad. Y tú creías que no te comprendían. Siempre pensaste que eras un incomprendido. Y es que ¿sabes? Es el progreso que, a veces, hace que muchas cosas importantes se olviden.
Pero nosotros, que te hemos querido y siempre te recordaremos, te comprendemos muy bien. Sabemos contigo que el cine nunca puede morir.
Y también lo saben nuestros hijos, que han entrado en ese mundo maravilloso de tu mano.
Por todo esto, Ignacio, en nombre de la cultura y del pueblo de Atarfe, por ese tu enamoramiento continuo del Séptimo Arte y por esa tu dedicación durante toda tu vida, queremos pedirte para ti el Óscar que te has ido ganando con tu amor y con tu esfuerzo; ese Óscar inusitado; para que te lo entreguen, cuando llegues al final de ese interminable viaje, tus artistas-ángeles-directores favoritos.
Y para que en Hollywood se enteren.
20 de noviembre de 1988
FOTOS CEDIDAS POR EDELMIRA MORALES