24 noviembre 2024

Décimo aniversario de esta iniciativa que lleva a cabo un grupo fieles de la parroquia de Atarfe.

Un centenar de vecinos protagonizaron el domingo de Ramos el Vía Crucis viviente por las calles de Atarfe, que se ha convertido en el principal atractivo de los actos que se celebran en el municipio con motivo de la Semana Santa.

Desde hace diez, un grupo de fieles de la parroquia de Atarfe llevaron a las calles de su pueblo los misterios de Cristo en su Pasión, muerte y Resurrección, en el via crucis viviente que celebró el Domingo de ramos, a las 18 horas, desde la ermita de Santa Ana.

Esta iniciativa se inició en la Cuaresma del año 2014 y, desde entonces, ha recorrido algunos pueblos donde ha sido solicitada su representación, como Nívar, Cogollos, Peñuelas y Láchar. También, en Granada, donde se representó por primera vez en 2015, en la Plaza de las Pasiegas, ante la majestuosa catedral y en sus alrededores.

“Quisimos hacer realidad una idea que venía del consejo parroquial dando vueltas. En un mes lo montamos entero para poder representarlo en esa Cuaresma. Nuestra idea fundamental era orar como un via crucis viviente por las calles de nuestro pueblo, invitando a todos los cristianos y personas de buena voluntad a revivir y a vivir la Pasión, muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret”.

  

Una semana antes de su representación en Atarfe estuvo en la residencia de ancianos de las Hermanitas de los pobres, manteniendo su recorrido completo, pero más corto.

Este año, X aniversario, «hemos querido acercarnos a quienes, por distintas circunstancias como edad, enfermedad, etc., no pueden vivirlo.  Por ello el domingo, 17 de marzo lo vivieron con ellos en la Residencia de Ancianos de las Hermanitas de los Pobres de Granada. Cada año ponemos en marcha este Vía Crucis con muchísima ilusión, alegría y un cuidado trabajo. Es una iniciativa en crecimiento y abierta a niños, jóvenes, mayores y “a todo el mundo” y que esperamos poder seguir viviendo muchos años porque el único protagonismo en este acto religioso es el encuentro con el amor de Dios».