22 noviembre 2024

Hay trampas que, además de engañar, buscan hacer sentirse idiotas a quienes van dirigidas.

En el SAS las están poniendo en práctica. No entro en la subida de los cortes en listas de aspirantes a trabajar, jugando con la vida de quienes se han esforzado en llegar a una puntuación mínima y ahora ven cómo se esfuma. Los suben en medio del proceso y dejan sin opciones a muchos aspirantes que llevan años luchando, aprobando oposiciones para alcanzar esos mínimos que ya no existen porque a algún iluminado se le ha ocurrido cambiarlos de la noche a la mañana; ni entro en la desaparición del equipo móvil de cuidados avanzados; tampoco entraré en las citas previas, con las que se tarda tanto tiempo en conseguir una fecha que para cuando llegas al médico ya no recuerdas para qué. Si con suerte la consigues, es difícil que tardes menos de medio mes en lograrla.

Es una forma de hacer una selección natural de la especie: te mueres antes.

O una selección social y económica de la gente, solo tienes que pasarte por una clínica u hospital privado antes o después de acercarte a un centro de salud. Los resultados son visibles. Menos mal que el Partido Popular iba a resolver esto de la sanidad pública andaluza; en una legislatura y media está a punto de cargarse el sistema andaluz de salud. Eso sí, quien no contempla este sistema en su día a día, por las circunstancias que sean, vive ajeno a esta lamentable realidad en la que se ha transformado algo que funcionaba meridianamente bien.

La calidad está perdida, como la vergüenza de los dirigentes políticos que sirven a su amo.

foto: https://nuevarevolucion.es/evolucion-de-la-sanidad-espanola-en-la-crisis-una-comparacion-internacional/