Granada termina el quinto año hidrológico consecutivo con menos lluvia de lo normal
Se han registrado 348 litros/m2, casi un 5% menos que el promedio histórico, con precipitaciones muy irregulares: más de la mitad del agua cayó en solo dos meses.
Granada ha cerrado el año hidrológico, de octubre de 2023 a septiembre de 2024, con 348 litros por metro cuadrado de lluvia registrada por la estación de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en el Aeropuerto. Son un 4,7% menos precipitaciones respecto al promedio histórico del periodo 1981-2020, que se sitúa en 365 litros/m2.
Se trata del quinto año hidrológico consecutivo con menos lluvia de lo normal, lo que mantiene la grave situación de sequía que padece la provincia, con un volumen de agua embalsada que sigue bajo mínimos en buena parte de los pantanos.
Litros/m2 año 2023-2024 | Media 1981-2010 | |
Octubre 2023 | 49,2 | 40 |
Noviembre 2023 | 1,1 | 54 |
Diciembre 2023 | 17 | 56 |
Enero 2024 | 28,9 | 42 |
Febrero 2024 | 72,9 | 38 |
Marzo 2024 | 115 | 32 |
Abril 2024 | 37,9 | 36 |
Mayo 2024 | 2,4 | 28 |
Junio 2024 | 1,4 | 11 |
Julio 2024 | 0 | 2 |
Agosto 2024 | 7,6 | 4 |
Septiembre | 14,6 | 19 |
Total 2023-2024 | 348 | 365 |
Fuente: Agencia Estatal de Meteorología
La lluvia caída en el año hidrológico, además de escasa, ha sido muy irregular. De los 12 meses, en cinco ha habido más precipitaciones que el promedio histórico y en siete, menos que la media, y más de la mitad de las lluvias se ha concentrado en solo dos meses, febrero y marzo.
El año comenzó con algo más de lluvia de lo habitual en octubre, pero le siguió un mes prácticamente sin agua, noviembre, con solo 1,1 litros, cuando se trata del segundo mes con mayores precipitaciones históricas, 54 litros de media. A continuación, otros dos meses por debajo del promedio, diciembre y enero. Diciembre es tradicionalmente el mes con más lluvia en Granada de todo el año, 56 litros de promedio, pero solo registró 17. Y enero también tuvo menos agua, apenas 29 litros, frente a los 42 normales.
Febrero aportó cerca del doble de lluvia de lo normal, rozando los 73 litros (38 de media) y marzo fue el mes con mayores precipitaciones del año con diferencia, 115 litros, cuando el promedio es de 32. Y abril fue un mes normal con casi 38 litros (la media histórica es 36).
Gracias a las lluvias de esos meses los embalses se recuperaron de la agonía que arrastraban de los años anteriores, se levantaron restricciones de agua que se habían establecido ya en numerosos municipios andaluces y también granadinos, y respiraron los riegos agrícolas.
A partir de ahí, meses secos
Pero la abundacia de lluvias terminó ahí y llegaron los meses secos: mayo, con solo 2,4 litros (lo normal hubieran sido 28); junio, aún peor, con 1,4 litros (el promedio es de 11), y los dos meses de verano, julio y agosto, el primero con nada de lluvia y el segundo, con 7,6 litros, más de lo habitual. El último mes del año hidrológico, septiembre, también ha estado por debajo de la media, con 14,6 litros, frente a los 19 de promedio.
De esta forma, la provincia encadena cinco años hidrológicos seguidos con déficit de lluvias. De los 10 últimos años hidrológicos, tan solo dos han registrado más precipitaciones que la media del periodo 1981-2010: los años 2017-2018, el único con abundancia de agua, 501 litros/m2, y el siguiente, 2018-2019, que fue solo ligeramente más lluvioso que el promedio, 374 litros.
Año hidrológico | Lluvia en litros/m2 |
2014-2015 | 232 |
2015-2016 | 222 |
2016-2017 | 257 |
2017-2018 | 501 |
2018-2019 | 374 |
2019-2020 | 305 |
2020-2021 | 331 |
2021-2022 | 254 |
2022-2023 | 280 |
2023-2024 | 348 |
Media 1981-2010 | 365 |
Fuente: Agencia Estatal de Meteorología, con datos de la estación del Aeropuerto de Granada
Con tal tendencia de precipitaciones, los embalses granadinos continúan muy por debajo de lo recomendable, pese a que algunos presentan todavía un buen estado. Se encuentran algo mejor que hace un año, cuando la situación era límite, y también ligeramente por encima del nivel de 2022, pero lejos del promedio de la última década.
Los 11 pantanos de la provincia acumulan 357,3 hectómetros cúbicos sobre una capacidad total de 1.164, lo que supone un porcentaje del 30,7%. Hace un año por estas fechas estaban al 23% en conjunto, y hace dos años, rozando el 28%. Pero el promedio de los últimos diez es de un 43%.
Ahora | Hace un año | |
San Clemente | 8,6% | 8,6% |
Portillo | 41,8% | 32,3% |
Negratín | 25% | 19,3% |
Francisco Abellán | 13,3% | 12,3% |
Colomera | 18,4% | 9,9% |
Cubillas | 31,1% | 36,8% |
Quéntar | 60% | 43% |
Canales | 55,4% | 51,5% |
Bermejales | 22,6% | 14,3% |
Béznar | 81,8% | 53,3% |
Rules | 58,1% | 37,6% |
Total provincia | 30,7% | 23% |
Fuente: Confederación Hidrográfica del Guadalquivir e Hidrosur
El embalse más lleno es el de Béznar, con casi al 82% de su capacidad, y el menos, el de San Clemente, con solo el 8,6%, igual que hace un año, aunque es un pantano que suele tener escasa agua durante todo el curso.
Entre ellos, hay embalses en situación aceptable, como los de Canales, Quéntar o Rules, entre el 50% y el 60% de su capacidad, y otros en un preocupante estado, como el de Negratín (25%), Colomera o Bermejales, en torno al 20%.
Y, pese a la tendencia a la baja de las precipitaciones y el nivel de los embalses, la provincia de Granada ha seguido incrementando las tierras puestas en regadío. En 2018, último año con lluvias por encima de lo normal, había 142.286 hectáreas de riego, y en los cinco años siguientes, los cinco con menos precipitaciones que la media, se han incementado los cultivos de regadío en más de 10.000 hectáreas, hasta las 152.638. Granada ha extendido el regadío un 67% en poco más de 20 años, la provincia que más ha aumentado el peso del riego en sus cultivos, pese al descenso de las lluvias y el nivel de los embalses, y a la sobreexplotación que presentan buena parte de sus acuíferos, algo totalmente insostenible.
Once meses más cálidos de lo normal
El año hidrológico, además de por el déficit de lluvias, se ha caracterizado también por unas temperaturas más altas de lo habitual en prácticamente todo el curso, lo que ya viene siendo habitual en los últimos años debido al calentamiento global, uno de los efectos del cambio climático, junto a otros como la mayor irregularidad de las precipitaciones, que también se convierten en más torrenciales.
Y esas altas temperaturas también agravan situación hídrica, al aumentar la evaporación y disminuir el agua disponible y acrecentar la sequedad de la tierra.
De los 12 meses del año hidrológico, 11 han sido más cálidos que el promedio del periodo 1981-2010. Únicamente enero tuvo unas temperaturas normales para esas fechas. Y, del resto, no solo han sido más calurosos, sino que han registrado varios récords de calor. En enero, Granada pulverizó la temperatura máxima medida en ese mes, con más de 28 grados. Fue el mes de enero más cálido desde que hay registros. Y agosto también fue el de mayor temperatura media de la historia en ese mes, con 28,5 grados.
Para los próximos tres meses, de octubre a diciembre, Aemet predice temperaturas más altas de las habituales y unas precipitaciones que se situarán en torno en el promedio histórico de esos meses.
J. M. M
FOTO: Embalse de Béznar, el de mejor estado de la provincia, a más del 80% de su capacidad.
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